Por tanto, cuando te adopta otro Animal, permites que tu vida sea invadida por un raudal de amor proveniente de ese ser con forma aparentemente extraña, peludo, cubierto de plumas o con escamas, que no usa tus palabras ni lo necesita, pero que ansía comunicarse contigo cuando estés dispuesto a escucharle con atención, en cuanto comprendas qué es la humildad.
Cuando te adopta otro Animal, descubres lo limpia que puede ser una mirada, te recuerda la inocencia que tenías en tu infancia.
Cuando te adopta otro Animal, te ayuda a conocerte, por peligroso que te parezca, porque emprendes la mayor y más relevante de las aventuras.
(...)
Cuando te adopta otro Animal, recuerdas que el paso por esta vida contiene todo un Sentido Sagrado, que es el aprendizaje gracias a la experiencia de Vida.
Cuando te adopta otro Animal, enhorabuena, eres honrado con un regalo del Cielo en la Tierra digno de la gratitud más sincera.
Por eso, si te dejas adoptar por un Animal, ten todo esto presente y cuídale como una parte más de ti, escúchale y habla con él, elige ser guardián de las formas de vida expuestas a la necedad humana, y aboga por un mundo donde el amor que ellos nos transmiten sea lo que prevalezca.
(Artículo completo en el número 44 del mes de diciembre de la Revista Universo Holístico)
Publicado por María del Pilar Zamarra San Joaquín en 22.11.11
No hay comentarios:
Publicar un comentario