martes, 30 de diciembre de 2008

documental: UTOPIAs ....las hay

UTOPÍA: documental con 16 ejemplos concretos que apuntan a una vida utopica que mejora el planeta y ayudan a encontrar la felicidad en esta tierra. Son formas de vida alternativas

audio entrevista al director
aqui

otra video entrevista tv aqui

algunos temas o personajes que aparecen en el documental:

- simplicidad voluntaria
- permacultura
- trofoterapia
- Vandana Shiva
- huerto urbano
- higienismo en la seguridad social
- Satish Kumar
- Pedro Arrojo - nueva cultura del agua
- bancos alternativos ........
..........................

Es una mirada global a nuestro estilo de vida actual.
Analiza el impacto ecológico que las personas corrientes dejamos sobre el planeta con nuestros hábitos y muestra soluciones imaginativas para contrarrestarlos.

Entrevistas a figuras nacionales e internacionales en temas como la salud, la alimentación, el hábitat, los recursos, la economía, la espiritualidad, ........etc.

UN MUNDO NUEVO SE ABRE PASO - SUEÑOS HECHOS REALIDAD

informacion en : www.utopia.soy.es

martes, 9 de diciembre de 2008

ITHACA - contra el american way of life

Las provincias «rebeldes» del imperio norteamericano
SE PUEDE VIVIR DE OTRA MANERA:
Numerosas ciudades han puesto fin a la cultura del coche y del chalé adosado y han vuelto a disfrutar de los paseos.

Ithaca - Su moneda local se llama "HORAS"

Hay un lugar en Estados Unidos donde cerró un McDonalds por falta de negocio. Un lugar que ha puesto en marcha su propia moneda local (las horas), con una bucólica ecoaldea camuflada en un vergel de bosques y lagos, con un fastuoso mercado de granjeros que todos los fines de semana atrae a cientos de turistas, con 30.000 vecinos volcados en cuerpo y alma en todo tipo de asociaciones y cooperativas.
Ese lugar se llama Ithaca, queda a cuatro horas de Nueva York y es la punta de lanza del cambio de mentalidad que se está gestando en el corazón del imperio. Piensa globalmente, actúa localmente...

Ithaca no es el paraíso, y a simple vista no se distingue en exceso de la típica ciudad de provincias del noreste. Tiene, sí, el sello de la reputadísima Universidad de Cornell, pero hasta en eso se parece a tantas otras. Lo que diferencia a Ithaca es una energía especial, un imán que sólo tienen ciertos lugares elegidos.

Sólo así se explica que aquí se crearan hasta 50 comunas en plena eclosión del movimiento hippie. Los jóvenes idealistas se cortaron la melena, se hicieron prácticos. Muchos de ellos decidieron echar raíces en la ciudad y esparcir las semillas del cambio en el mundo real.
Un dato:
En Ithaca - año 2000 - Ralph Nader gano mas votos para la presidencia de Estados Unidos que George Bush (esto no es la embrutecida America profunda).

En 1989 llegó un alcalde socialista, Ben Nichols, y ahí empezó la leyenda de la ciudad más innovadora y creativa de Norteamérica. La declaración de independencia de Ithaca empieza a percibirse desde que uno camina por The Commons, el paseo peatonal. Ni sombra de McDonalds, Burger King, Starbucks y demás bastiones del colonialismo cultural americano. Aquí son todo comercios autóctonos que exhiben orgullosos el cartel con la moneda local: «Se aceptan horas».

Image:ViewOfEastHillIthacaNY.jpg
La primera vez que cayó en nuestras manos un billete de cinco horas de Ithaca, pensamos que trataban de jugar con nosotros al monopoli. El juego se acabó cuando intentamos comprar algo con él y la dependienta nos preguntó: «¿El cambio lo quiere en dólares o en horas?». Cuesta creerlo, pero sucede todos los días a 300 escasos kilómetros de Wall Street.

La gente de Ithaca tiene sus propios billetes, mucho más coloristas y divertidos que el dólar (ilustrados con niños, flores, granjas y animales de la zona). El dinero local lo aceptan en la mayoría de las tiendas, y es la forma habitual de pago para las chapuzas caseras, las clases particulares o las terapias alternativas. La Cámara de Comercio respalda los billetes locales, aunque el verdadero aval es el trabajo y el patrimonio de los ciudadanos y su voluntad de aceptarlos como moneda alternativa.

Es parecido al trueque de toda la vida, aunque de un modo más sofisticado y formal y no solo entre dos personas sino entre cientos.


Las horas mueven, al cambio, unos 400 millones de pesetas al año que nunca saldrán de la ciudad. «Los dólares son un instrumento alienante, al servicio de fuerzas destructivas», nos explica Paul Glover, héroe local y mentor de las horas. «Con nuestro dinero estamos creando una riqueza que no nos van a arrebatar y unos lazos que refuerzan día a día nuestra comunidad».

Una hora vale lo que 10 dólares, el «salario mínimo» que han decidido regalarse los ciudadanos de Ithaca (casi el doble que el nacional).

«Nuestro dinero no genera avaricia, sino solidaridad», presume Glover, cuya última gesta ha sido la creación de una cooperativa de salud que da cobertura a todos los que no pueden pagarse el seguro médico en la ciudad.

La creatividad de Ithaca es contagiosa, y las horas han encontrado ya réplica en 38 estados tan distantes como Hawai (Ka/u Hours), Massachusetts (Valley Dollars) y Carolina del Norte (Mountain Money). La ciudad ha marcado también la pauta nacional con dos programas innovadores de reciclaje de bicicletas y ordenadores.

Pero si algo la hace verdaderamente irresistible a los ojos de cualquier amante de la naturaleza es la Ecoaldea. La Ecoaldea queda en las lomas del sinuoso lago Cayuga, en un bosque que un puñado de vecinos arrebató a los especuladores inmobiliarios. Siguiendo el modelo de las cooperativas danesas, y procurando el menor impacto en el entorno natural, nació un proyecto de veinte casas arracimadas en torno a un paseo peatonal, alimentadas con energía solar, abastecidas por su propia granja biológica.

Los coches se dejan en el granero de la entrada. Los niños corretean a sus anchas, se bañan en el estanque, aprenden a reconocer los cantos de infinidad de pájaros. Son 90 vecinos en total, unidos por la voluntad de vivir de otra manera, más humana y solidaria. «El individualismo a ultranza y la cultura del coche han dinamitado la sociedad americana», se lamenta Liz Walker, la alcaldesa de la Ecoaldea. «Nuestras ciudades son desiertos, y por todo los sitios crecen cinturones de asfalto y mastodontes comerciales. La gente se marcha a vivir con toda su ilusión al chalé en las afueras y el sueño se convierte en una pesadilla: atascos a todas horas, aislamiento e incomunicación, la sensación de no pertenecer a ningún sitio...».

«Pues bien, no hay por qué resignarse a ese tipo de vida», sugiere Liz. «Aquí, en la Ecoaldea, estamos buscando otro modelo, a caballo entre la vida urbana y la vida rural. Todos venimos buscando un contacto más directo con la naturaleza y unos ciertos lazos de comunidad. Somos 90 vecinos, y cada cual hace su vida, pero también algo por los demás».

Bicicletas y reciclaje

Dejamos atrás Ithaca y su cocedero de innovaciones sociales, y saltamos a la otra costa, siguiendo el rastro del bosque de secuoyas gigantes que en tiempos llegaba hasta San Francisco. Allí, en la costa del Pacífico Norte, nos encontramos con Arcata, la primera ciudad americana con un Ayuntamiento verde. La bicicleta y el reciclaje son la religión diaria de sus 16.000 vecinos, que contribuyeron con sus manos a crear el Santuario de la Vida Silvestre, donde hoy anidan 50 especies de pájaros.

Desde Arcata podríamos subir en tres horas hasta Portland, Oregón, bandera del movimineto del renacimiento urbano. Portland fue la primera gran ciudad en poner freno a la marabunta de los adosados y en proteger cientos de hectáreas de espacios verdes. Trolebuses gratis, amplias zonas peatonales, cientos de kilómetros de carriles-bici... La trasformación prodigiosa de la destartalada ciudad industrial en el centro vital que es ahora fue sobre todo fruto de la labor de los vecinos, agrupados en la Coalición para el Futuro Vivible.

Una metaformosis parecida ha sido la que ha experimentado en estos últimos años Chattanooga, Tennesee. En 1970 era la ciudad más contaminada de los Estados Unidos; los vecinos y las empresas locales, unidos en un proyecto que decidieron llamar Visión 2000, emprendieron la operación rescate. Chattanooga es hoy un modelo de desarrollo sostenible.

Providence, Burlington, Madison, Northampton, Iowa City, Santa Fe... Estados Unidos está cuajado de provincias rebeldes donde empieza a tomar cuerpo la impostura contra los símbolos más visibles del imperio. Hay quien insiste en que no son más que brotes aislados de la contracultura de los años 60, pero lo cierto es que la onda expansiva está cuajando ya en grandes ciudades como Boston o Seattle.

¿Hace falta recordar lo que ocurrió allí?

jueves, 4 de diciembre de 2008

Cultiva la STEVIA - OLVIDA el AZUCAR

Cultiva la estevia y asi lucha contra la diabetes, los monopolios, la enfermedad programada...pero mejor escuchemos esta fantastica solucion de Josep Pamies hablando sobre la stevia en el salon de Slow Food, en Algusto, Bilbao


No al aspartamo SI a la estevia


“Este es el trabajo que tenemos que hacer:
presionar desde abajo, organizarnos como sociedad que está
harta de medicaciones artificiales y químicas y exigir que la
sanidad pública dé a conocer las alternativas naturales para
la curación de enfermedades”


JOSEP PÀMIES (agricultor catalán)


http://joseppamies.wordpress.com/2008/11/19/como-mantener-vivas-las-plantas-de-stevia-durante-el-invierno/

Esta hierba era usada por los indios guaranies para endulzar la comida. En su forma natural fresca es 15 veces mas dulce que el azucar y su extracto hasta 300 veces mas dulce.
Tiene propiedades curativas muy interesantes como que puede actuar como hipoglucemiante.

O sea que a diferencia con el azucar es capaz de bajar el azucar en sangre .

Ademas tiene propidades hipotensora, antiseptico bucal, digestiva, diuretica, antioxidante.

Tambien beneficia los suelos agricolas potenciando la fertilidad de la tierra y purifica el suelo contaminado y aumenta la resistencia contra las plagas en las plantas estimulandolas

Estimulante de plantas cultivadas . puede usarse esparciendo - por via foliar o a traves del riego- polvo o extracto de la planta.
Rociando los frutales se consigue estimular el proceso de fotosintesis y aumentar los azucares y calidad de las frutas.

Se puede disfrutar de sus propiedades teniendo una maceta con estevia en casa.

Entre las muchas recetas de preparacion del extracto de stevia, el mas habitual es una decoccion de hojas, ramas y tallos - 1.5 litros de agua por cada kilo de planta - hirviendolo diez minutos y dejando lo macerar media hora. el liquido resultante se filtra y se pone a fermentar en un frasco de vidrio o plastico durante 6 meses. Luego se guarda.

Una enorme ventaja adicional . La stevia no esta en la bolsa de valores, con todo lo que eso significa. Pensemos en el cafe por ejemplo.

Como mantener vivas las plantas de Stevia durante el invierno

Cortar la planta a 20 centímetros del suelo y no regar mas hasta la salida del invierno .

Si la planta la podemos tener dentro de casa con calefacción, alojarla en el lugar mas soleado . En este caso solo regar un poco cuando, poniendo la mano sobre la tierra , no se note la mas mínima humedad.

De esta forma la raíz no se pudrirá y podrán volver a rebrotar desde las raíces en primavera, infinidad de nuevos brotes, con los cuales se podrán hacer nuevas plantas para obsequiar a otras personas que la necesiten.


muchos MAS DATOS:
http://elproyectomatriz.wordpress.com/2010/02/28/josep-pamies-el-payes-de-la-stevia/

martes, 2 de diciembre de 2008

Solucion al problema del AGUA - Vazquez Figueroa

Alberto Vazquez Figueroa ha solucionado de una forma barata la obtencion de agua dulce a partir del mar con un consumo de energia casi cero.

Ha regalado la patente a los paises pobres porque no esta dispuesto a traficar con algo esencial para los seres vivos como es el agua.




Alberto Vazquez Figueroa es escritor , aventurero, inventor ...y en su pagina web comenta:

"El 21 de abril envié al Presidente Rodríguez Zapatero un largo informe en la que entre otras cosas decía:

Te recuerdo que “Acuamed”, empresa dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, dedicó grandes recursos técnicos y económicos a la tarea de desarrollar un “Sistema Combinado de Reciclado de Energía y Desalación por Presión Natural”, cuya primera planta debía instalarse en Almería y sobre la que la ex Ministra, Cristina Narbona declaró:

”Es pionera en el mundo, respeta el medio ambiente, no envía salmuera al mar, tan solo consume energía nocturna devolviéndola cuando mas se necesita y ha sido diseñada por los mejores técnicos del mundo”. (“La Voz De Almería-24/10/05)

Pese a que el coste final de ese agua es ocho veces inferior al de las desaladoras tradicionales y a que había salido a Información Pública en el Boletín Oficial del Estado (23/10/05), en el ultimo momento se decidió no construirla alegando que las gaviotas se electrocutarían con los cables de alta tensión que discurrían por el interior de un túnel.


No obstante esa solución continúa ahí, y como prueba te adjunto un CD que contiene las dos mil páginas de estudios planos, presupuestos y detalles técnicos que llevó a cabo en su momento “Acuamed”.


La teoría es muy simple:

Se eleva agua de mar con energía sobrante en “horas valle” con el fin de depositarla en un estanque en una montaña cercana a la costa. Posteriormente una parte del agua se devuelve como energía reciclada en “horas punta” y otra se desala por la presión de la diferencia de altura.


Como el 70% de su presupuesto se basa en la obra civil de larga vida útil, se añade la oportunidad de dar trabajo a los obreros de la construcción en paro y a la maquinaria que se encuentra inactiva.


Al mismo tiempo- y según el informe realizado por “Red Eléctrica Nacional”- al “reciclar” energía sobrante se evita consumir petróleo y plantearse el tema de las Centrales Nucleares.

Según las nuevas tarifas, durante 14 horas al día la energía será un 47% mas barata, señal inequívoca de que durante más de la mitad del tiempo disponemos de energía sobrante
“Acuamed” financió un estudio: Aprovechamiento Hidroeléctrico con Agua de Mar por el Sistema de Acumulación por Bombeo que reconocía la enorme eficiencia del sistema, lo que meses mas tarde fue refrendado por ingenieros de Unión Fenosa.


Como España es un país rodeado de mar con incontables montañas cercanas a la costa, una serie de estas Centrales de Bombeo de Agua de Mar estarían en capacidad de reciclar el veinte por ciento de la energía que utilizamos lo cual significaría un ahorro de unos diez mil millones de €uros anuales.


Resulta absurdo que recaiga sobre los ciudadanos el aumento de los costes energéticos cuando el gobierno tiene en sus manos medios tan eficaces.


En respuesta a mi informe a Rodríguez Zapatero, su Jefe de Gabinete, Don Enrique Serrano, me respondió el pasado 9 de Junio, y de su carta extraigo los siguientes párrafos:

Como tu mismo nos recuerdas, la Sociedad Estatal Acuamed hizo todo lo posible para estudiar la opción que propusiste. Se dedicaron grandes recursos técnicos y económicos al estudio del proyecto que salio a información publica en el Boletín Oficial del Estado del 23 de octubre del 2005.


Como conoces, todas las grandes obras públicas requieren de una Declaración de Impacto Ambiental (DIA), que atestigüe que no son lesivas al medio ambiente. Es un trámite reglado que nos permite avanzar en la senda del desarrollo sostenible. Pues bien, en este caso la DIA de la desaladora del Campo de Dalias indico que la alternativa de menos impacto era la planta desaladora convencional y por ello es la que se esta construyendo.


Sin embargo, este estudio que hemos realizado no ha sido en balde; gracias a él hemos mejorado el conocimiento técnico de las desaladoras de presión natural.

Presidencia del Gobierno conoce por tanto el sistema y admite que si no se puso en práctica se debió a una Declaración de Impacto Ambiental, que en ciertos párrafos afirma:

“La Desaladora de Presión Natural tiene la ventaja de que no produce salmuera porque la ha diluido previamente”. No obstante, diez líneas mas adelante añade:

“El problema estriba en que arrojara su salmuera sobre el “Monumento Nacional Arrecife Barrera de Poseidóneas”.
No se entiende como puede arrojar una salmuera que no produce.


“Su tendido eléctrico, que transcurre por el interior de un túnel, pone en peligro de electrocución a las gaviotas y al águila-azor”.
Sorprende que las gaviotas tengan llave de la puerta del túnel.


“Su balsa circular de 345 metros de diámetro afecta a 36 hectáreas de terreno”
Según las matemáticas más elementales tan solo afecta a 9,8 hectáreas.
“Dicha opción consume en el proceso de desalación 115 GW.h anuales, lo que significa mucha mas energía que la opción tradicional que consume 115 GW.h anuales”.
Página 2671 del citado “BOE”, línea 12 de la segunda columna.

El excepcional descubrimiento de que 115 GH.h anuales es mucho más que 115 GW.h anuales, merece un lugar de honor en la historia de la ciencia.


Semejantes afirmaciones resultarían increíbles si no se encontraran impresas en letras de molde en el Boletín Oficial del Estado Español de fecha 14 de Julio del 2006, (paginas 26750 a 26756), siendo firmes candidatas a formar parte de la “Antología del Disparate”.


Basta con conectar por Internet con la página oficial del BOE para confirmar su veracidad.

Cuando se interrogó al funcionario ministerial que firmo tan inconcebible Estudio Medioambiental en el BOE, el Señor Gonzalez Aizpiri aseguro que se había limitado a rubricar el informe debido a que tenia demasiado trabajo y confiaba en sus subordinados....


En carta de fecha 23 de Agosto del 2006 el entonces Secretario General para el Territorio y la Diversidad, Don Antonio Serrano, admitió tener conocimiento del escandaloso asunto, al que calificó de “lamentable tropiezo”, señalando que había advertido a la Señora Narbona ya que esperaba que pese a dicho error puntual, las Desaladoras de Presión Natural se instalarían en ese o en otros puntos de la geografía nacional.


No obstante, catorce días más tarde, la Ministra declaró que prefería construir otro tipo desaladoras pese a que enviasen millones de metros cúbicos de salmuera al mar y produjesen el agua ocho veces más cara.

Alegó que “Requerían una menor inversión. (El Ideal de Almería 06/09/06)


Al analizar el estudio de “Acuamed” (Presupuestos”, Pagina 60) se advierte que la “Central de Bombeo de Agua de Mar” anexa a la “Desadora de Presión Natural”, tiene en efecto un coste añadido, pero se financia a si misma con grandes beneficios (11% anual) y contribuye a equilibrar la curva eléctrica nacional reciclando energía lo que resulta de primordial importancia para el país.


Alguien sumó ambos conceptos silenciando las razones por las que lo hacía.


Dado que el gobierno ha declarado que piensa desalar seiscientos millones de metros cúbicos anuales, la diferencia entre las Desaladoras Tradicionales y las de Presión Natural significará que en los diez próximos años los consumidores deberán abonar un sobreprecio de Seis Mil Millones de Euros......


Pero no es hora de buscar culpables, sino de encontrar soluciones dado que la peor crisis de nuestra historia llama a la puerta y ha llegado el momento de que los gobernantes abandonen su inercia, enmienden los errores del pasado y se planteen la realidad de que deben elegir nuevos caminos por mucho que desagraden a los eternos poderes económicos.


Sobre todo al advertir que esos eternos poderes económicos también parecen haber perdido el rumbo hundiéndose en la Bolsa hasta abismos sin fondo."

http://www.vazquezfigueroa.es/como-ahorrar-diez-mil-millones/

...Y lamentó que la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, haya optado por paralizar la construcción de una planta en Almería pese a los numerosos estudios de viabilidad realizados por técnicos de la sociedad estatal Acuamed (Aguas de las Cuencas Mediterráneas).

Vázquez-Figueroa achacó la paralización de desaladoras de este tipo en la Península a los intereses económicos y a la presión ejercida por las empresas que gestionan las desaladoras actuales, ya que el sistema que propone el escritor permite obtener agua dulce a un coste muy inferior al del sistema tradicional.

El escritor canario se mostró convencido de que España reúne condiciones óptimas para, con una política inteligente de inversiones, reducir la dependencia energética externa.

En este sentido, se refirió a que, por ejemplo, el viento proporciona una gran cantidad de energía, pero, en su opinión, ese tipo de energía eólica, al igual que la fotovoltaica, presenta el grave inconveniente de que no resulta controlable, por lo que su aprovechamiento es incierto, imprevisible, y por lo tanto escasamente útil.


Y añadió que para controlar dicha energía basta con transformarla en potencial hidráulico.

Y aquí es donde entra en juego el sistema que ha patentado Vázquez Figueroa, que consiste en bombear agua del mar a depósitos situados a 600 o 700 metros de altura, dejándola caer posteriormente. Y, gracias a ello, se genera energía,por un lado, y se puede desalar una parte del agua, por otro, agua que puede usarse para riegos agrícolas.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Los accidentes de automóvil: una matanza calculada



Antonio Estevan
http://www.iigov.org/seguridad/
 


Los accidentes de tráfico mortales han sido considerados hasta hace muy poco tiempo como una consecuencia inevitable de la existencia de los automóviles, cuya utilización se supone imprescindible para el desenvolvimiento económico y social en el mundo moderno. Nunca se ha planteado, en consecuencia, la posibilidad de atribuir responsabilidades globales sobre tales muertes a ningún estamento económico o institucional. Sin embargo, en los últimos años se han producido avances significativos en la comprensión del problema de los accidentes de tráfico, que pueden abrir el camino a la identificación de claras responsabilidades industriales: se perfila la idea de que las "matanzas" diarias del tráfico son algo muy distinto a una acumulación de fatalidades de responsabilidad individual, que es como son presentadas por las industrias interesadas y por las administraciones competentes.
Las investigaciones más recientes están indicando cada vez más claramente la inutilidad de muchas de las medidas típicas de la ingeniería de seguridad vial. Según estos nuevos enfoques, los logros reales conseguidos en algunos países en materia de seguridad personal respecto al automóvil se han debido a la maduración cultural de la población, mucho más que a las modificaciones técnicas introducidas en automóviles y carreteras.
Uno de los mitos de la seguridad vial más difundidos desde la industria del automóvil es el que asocia vehículos nuevos con mayor seguridad, lo que justifica la presión para el cambio de automóvil que se ejerce sobre los propietarios de vehículos. En 1992 se publicó un estudio realizado durante tres años sobre 204.000 vehículos en Noruega, que demostraba que el paso por la ITV no tenía influencia alguna en la accidentalidad de los vehículos
Durante tres años se monitorizó en Munich la accidentalidad de dos grupos de taxis idénticos en todos los aspectos, excepto en la disponibilidad de frenos ABS. Los resultados mostraron que la accidentalidad de los vehículos dotados de frenos ABS fué ligeramente superior a la de los vehículos que no contaban con este sistema.
Otra investigación sobre 211.000 vehículos demostró que los vehículos nuevos sufren más accidentes con víctimas que los viejos, dada la mayor sensación de seguridad que inducen en los conductores


Viajar nunca fue tan peligroso Nota 1 ]

Desde la antigüedad, los peligros que acechan al viajero han sido contemplados como algo consustancial al viaje. En todas las culturas, la épica legendaria abunda en narraciones de viajes realizados por muy diversos motivos (exploraciones, desafíos, huidas, conquistas), en cuyo transcurso los héroes viajeros se van enfrentando a sucesivos infortunios y desafíos.
Los peligros narrados en los viajes legendarios solían derivar de las fuerzas de una Naturaleza siempre violenta, y de la hostilidad de los moradores de los territorios atravesados, ya fueran hombres, bestias, o seres mitológicos de cualquier clase. Por su escaso interés narrativo, los peligros que hoy calificaríamos como "accidentes de transporte" -naufragios, ahogamientos cruzando ríos, despeñamientos, etc.- solían recibir escasa atención en las leyendas de viajes, aunque en realidad estos peligros eran los más tangibles, y los que ocasionaban la mayor parte de las muertes.
La historia del transporte es en buena medida la historia del empeño de los seres humanos por mejorar la seguridad de sus desplazamientos. A los poderes establecidos competía la tarea del mantenimiento del orden en las rutas de transporte -exterminio de alimañas, control de grupos hostiles, represión del bandidaje y la piratería, etc.-, y a los técnicos y profesionales del transporte correspondía la creación de vehículos e infraestructuras crecientemente seguros para el desenvolvimiento de las actividades de transporte.
Así, el avance en la seguridad del transporte ha sido incesante a lo largo de la historia de la humanidad. En la era moderna la inseguridad intrínsecamente asociada al viaje fue trocándose en una creciente seguridad, obtenida mediante la mejora tecnológica y el establecimiento de normas estrictas de operación de los sistemas de transporte. Sin embargo, este proceso histórico de ganancia de seguridad en el transporte se truncó en los albores del siglo XX, con la aparición del automóvil. Tanto la frecuencia como la gravedad de los accidentes de transporte, que habían venido descendiendo lenta pero firmemente a lo largo de los siglos, volvieron a incrementarse en los países en los que se introdujo el automóvil, a un ritmo que no se había visto nunca con anterioridad en toda la historia humana.
Entre los pocos datos históricos disponibles sobre la accidentalidad terrestre pre-automovilística se cuenta con algunos registros de Inglaterra y Gales. Hacia 1840, la mortalidad en accidentes de circulación en ambos territorios parece que se situaba por encima de los 1.500 muertos al año, incluyendo caídas de caballos, atropellos y todo tipo de accidentes en carruajes. La aparición de nuevos vehículos no motorizados, como la bicicleta, y sobre todo el ferrocarril, trajo consigo un espectacular incremento de la movilidad, pero al mismo tiempo ayudó a reducir la mortalidad: en 1870, ya con el ferrocarril ampliamente desarrollado, hubo unas 1.400 muertes en ambos territorios.
En 1910 se registraron menos de 1.200 muertos en los transportes no motorizados y ferroviarios, pese al sensible incremento de población, y a la rápida elevación de la movilidad individual. No obstante, hacia esa fecha la cifra total de muertos del transporte terrestre ya había comenzado a elevarse, rozando los 1.600, pues el recién introducido automóvil causó en ese año unos 400 muertos[Care on the road, 1986], pese a su todavía muy escasa difusión. A partir de entonces, la escalada de muertes en el Reino Unido fue vertiginosa: en 1930 se registraron 3.722 muertes sólo de peatones atropellados por automóviles, y la mortalidad viaria siguió creciendo hasta que, a principios de la década de los 70, en las calles y carreteras del Reino Unido llegaron a morir 8.000 personas al año.
Un proceso similar se fue registrando en todos los países que iban accediendo a la motorización masiva, cuyo ritmo se aceleró tras la reconstrucción post-bélica en los países de la OCDE. En los años cincuenta, los muertos anuales en accidentes de tráfico en el mundo ya se contabilizaban por cientos de miles, pero esas cifras, circunscritas en su mayor parte a los países desarrollados, eran todavía muy modestas en comparación con lo que vendría poco después.
En efecto, en las últimas décadas del siglo XX la entrada de los llamados "países en desarrollo" en el proceso de motorización masiva comenzó a disparar las cifras de la accidentalidad vial. La combinación de un rápido aumento del parque de vehículos, con unos recursos muy limitados para seguridad, mantenimiento viario y vigilancia, comenzó a hacer verdaderos estragos en amplias regiones de África, Asia y Latinoamérica. Las reducciones de la accidentalidad que se lograron a partir de los años ochenta en algunos países desarrollados resultaron insignificantes frente al incremento de la accidentalidad en los países en desarrollo.
Aunque las estadísticas de algunas regiones mundiales son poco fiables, parece que a mediados de la década de los ochenta ya se había superado el medio millón de víctimas mortales al año, a escala mundial. En 1990 se alcanzaban los 700.000, y el Informe de 1999 de la Organización Mundial de la Salud [WHO, 1999] estimaba en 1.171.000 las muertes por accidentes de tráfico en todo el mundo en 1998. Los accidentes de automóvil son ya la décima causa de muerte a nivel mundial, y la novena amenaza para la vida humana, según el indicador de "años potenciales de vida saludable perdidos", que utiliza la OMS para evaluar el daño global causado por una enfermedad.
Sin embargo, las perspectivas para el futuro inmediato son todavía más sombrías. La Federación Internacional de la Cruz Roja y el Creciente Rojo, en su Informe Mundial de Catástrofes de 1998, señalaba que en el año 2020, los accidentes de tráfico pueden llegar a situarse en tercer lugar entre todas las causas de muerte e incapacidad. Durante la presentación de este informe en junio de 1998 en Nueva Delhi, la presidenta de la Federación, Dra. Heiberg, calificó la situación de «catástrofe oculta» [International Federation of Red Cross and Red Crescent, 1998], y urgió a la comunidad internacional a la adopción de medidas urgentes.
En amplias regiones mundiales, la situación está quedando rápidamente fuera de control. En China mueren ya diariamente más de 200 personas, pese a que el inmenso país está apenas iniciando su proceso de motorización. En el conjunto de los países en desarrollo están registrados apenas un tercio del total de los automóviles del mundo, pero en ellos se acumulan más de las tres cuartas partes de los muertos mundiales, con una especial incidencia sobre los peatones: en los países en desarrollo, entre un 30 y un 50 por ciento de los muertos, según los países, son peatones o ciclistas que mueren atropellados por automóviles.
En 1998, un estudio realizado por la Universidad de Harvard, por encargo del Banco Mundial y la OMS [Murray y López, 1998], analizaba las repercusiones económicas mundiales de los accidentes. Las conclusiones apuntaban hacia un coste actual del orden de 500.000 millones de dólares, rápidamente creciente, en especial en los países en desarrollo, los cuales pierden por esta causa un volumen de recursos muy superior al monto que reciben en concepto de Ayuda al Desarrollo. Los análisis prospectivos indicaban que en el año 2020 la atención a las víctimas de accidentes de tráfico podría llegar a consumir el 25 por ciento de todos los recursos sanitarios mundiales, condicionando severamente la viabilidad financiera de las políticas globales de salud.
En poco más de un siglo (el primer peatón muerto lo fue en 1896, y el primer conductor en 1898), la industria del automóvil ha prosperado como nunca antes lo había logrado ninguna actividad económica en la historia, pero este éxito industrial se ha conseguido a costa de crear un problema sanitario, económico y humano de proporciones sin precedentes, que ya es, de hecho, uno de los más graves a los que tiene que enfrentarse globalmente la sociedad en el siglo XXI.

De las políticas nacionales de seguridad vial del siglo XX a la nueva «seguridad vial global» del siglo XXI

Ante la magnitud que está alcanzando el desastre, existe el riesgo de que determinadas reacciones sociales puedan entorpecer la expansión al conjunto del planeta del modelo de transporte basado en el automóvil privado, tal y como se logró imponer durante el siglo XX en los países desarrollados. Esta expansión global, que actualmente todavía se encuentra en un estado muy incipiente, constituye una de las principales áreas de negocio mundiales para las primeras décadas del siglo XXI: se maneja la perspectiva de vender más de mil millones de automóviles en los países en desarrollo en el primer cuarto del nuevo siglo.
Una evolución descontrolada de la accidentalidad podría comprometer estas expectativas de negocio. Para evitar esta eventualidad, el Banco Mundial ha impulsado la creación de un partenariado global para intervenir sobre el problema de la seguridad vial a escala mundial. La organización encargada de esta tarea fue creada en febrero de 1999, con el nombre de «Global Road Safety Partnership», y a ella se han incorporado hasta el momento cerca de ochenta entidades, con predominio de organizaciones internacionales y gubernamentales del sector del transporte o de otras áreas económicas, y con importante presencia de grandes constructoras de automóviles y otras corporaciones privadas interesadas directa o indirectamente en el sector del automóvil.
No es difícil pronosticar cúal va a ser la línea de actuación de esta entidad, y de otras similares que irán surgiendo en los próximos años. Existen precedentes en la historia del automóvil de este tipo de iniciativas, impulsadas más o menos abiertamente desde la industria automovilística para hacer frente a las reacciones sociales que aparecen inexorablemente en las fases iniciales de los procesos de motorización masiva. Cuando el espacio público en el que se desarrollan la mayor parte de las funciones sociales y comerciales de las sociedades tradicionales comienza a ser invadido por los automóviles, arruinando estas actividades y provocando infinidad de muertes por atropello, las reacciones sociales no se hacen esperar, y los poderes establecidos deben reaccionar de alguna manera.
Esto ocurrió en algunos países de motorización temprana, como el Reino Unido, en los años anteriores a la segunda guerra mundial, cuando la proliferación de automóviles extendió la inseguridad por calles y carreteras, provocando miles de muertos y obligando a los ciudadanos a cambiar profundamente sus pautas de movilidad, y a renunciar prácticamente por completo a la utilización del espacio público.
Ante el cariz que tomaban los acontecimientos, incluyendo manifestaciones y otras expresiones de rechazo popular hacia los automóviles, la organizaciones interesadas (industria automovilística, industria de las obras públicas, departamentos gubernamentales, cuerpos técnicos, clubs de automovilistas, etc., cuya coalición en diversas formas configura el llamado lobby del automóvil), se vieron obligadas, ya desde las primeras décadas del siglo XX, a elaborar y sistematizar una cierta respuesta técnica que permitiera presentar soluciones, o al menos esperanzas de posibles soluciones futuras, frente a la creciente preocupación social por los accidentes de automóvil. Así se fue construyendo lo que hoy en día se denomina "Teoría de la Seguridad Vial" [Adams, 1985], que de hecho es una especialidad de la Ingeniería de Seguridad Vial.
Todo el discurso de la ingeniería de seguridad vial ha sido construido sobre la hipótesis de que la expansión del automóvil es un imperativo social, esto es, asumiendo que los seres humanos desean ardientemente disponer de más automóviles, más confortables y más rápidos, y desean también acceder en ellos al mayor número posible de lugares con la mayor velocidad posible.
Independientemente de que existan o no estos deseos universales -y de que, en la medida en que existan, sean espontáneos y consustanciales al ser humano, como asegura la industria del automóvil, o bien sean sencillamente construcciones mediáticas y culturales creadas por ella misma-, su aceptación como premisa básica para la organización del transporte conduce necesariamente a poner en circulación millones de vehículos de gran masa y velocidad, conducidos en su inmensa mayoría por conductores no profesionales, atravesando zonas habitadas y circulando en proximidad los unos de los otros. Es fácil comprender que la situación que se genera de este modo es intrínsecamente insegura para las personas. Desde el punto de vista de la seguridad personal, un análisis elemental del problema así planteado conduce directamente a recomendar el establecimiento de limitaciones lo más estrictas posible del número de automóviles en circulación, y de los espacios en que se autoriza su uso.
La ingeniería de seguridad vial, como disciplina técnica impulsada desde el entorno de los intereses económicos ligados al automóvil, nació para evitar que esta formulación obvia del problema de la inseguridad acarreada por la motorización masiva se trasladase a la escena de lo político. En tal caso, inevitablemente hubiera acabado generando severas normativas de regulación para reducir drásticamente las víctimas, como ha ido ocurriendo a lo largo del desarrollo de la industrialización en otros ámbitos comparables, como el de los accidentes laborales, o sin salir del ámbito del transporte, con la regulación de la seguridad en la aviación comercial o en los ferrocarriles.
En el hipotético escenario de un proceso político democrático y transparente, sin interferencias publicitarias ni corporativas, ni siquiera hubiera sido descartable el establecimiento de ciertos grados de prohibición legal del uso del automóvil, como ha ocurrido con la tenencia de armas en los países culturalmente desarrollados, o está ocurriendo más recientemente con el tabaco. Cualquiera de estas evoluciones hubiera supuesto enormes reducciones de volumen de negocio en los diversos mercados de bienes y servicios ligados al automóvil.
Con la ayuda de la ingeniería de seguridad vial, este peligro ha sido conjurado, al menos hasta el momento. El sector del automóvil ha conocido una expansión fulgurante en los países desarrollados durante el siglo XX, y se apresta a dar un nuevo salto en el siglo XXI sobre bases demográficas de demanda incomparablemente superiores.
En este gigantesco negocio, a la ingeniería de seguridad vial tradicional se le ha confiado la protección de la integridad de los automovilistas y peatones durante el siglo XX. El saldo de su aplicación se ha estimado en unos 30 millones de muertos y varios cientos de millones de heridos, buena parte de ellos discapacitados de por vida. Viajar nunca había sido tan inseguro en toda la historia de la humanidad, pero ciertamente, el negocio del transporte nunca había alcanzado cotas ni remotamente parecidas. Aún así, conforme se vaya aplicando en el mundo en desarrollo la nueva «global road safety» del siglo XXI, muchos añorarán los registros de víctimas del siglo anterior, pero no las cifras de negocio, que continuarán evolucionando en paralelo con las víctimas.
1. El peligro y el riesgo: confusiones interesadas
Para transformar la inseguridad del automóvil en seguridad vial, los estamentos técnicos del lobby del automóvil han construido una profunda manipulación de los conceptos de peligro y riesgo, como fundamento imprescindible para soportar posteriormente todo el edificio técnico y normativo de la ingeniería de seguridad vial, cuyo conjunto de elaboraciones técnicas, trasladado al ámbito normativo y administrativo, es presentado socialmente como la «política de seguridad vial».
El concepto de peligro está definido de modo inequívoco en el diccionario como «situación de la que puede derivar un daño para una persona o cosa» o como «aquello que puede ocasionar un daño o mal». Por su parte, el riesgo es definido como «contingencia o posibilidad de que suceda un daño, desgracia o contratiempo», o como «probabilidad de un daño futuro», o también como «posibilidad de que ocurra un suceso, cuya probabilidad suele ser medible»[Enciclopedia Larousse, 1981]. Existe, por consiguiente, una clara distinción semántica entre ambos vocablos: el peligro es una situación de hecho, mientras que el riesgo es una probabilidad.
El peligro que suponen los automóviles para las personas deriva del hecho de que el cuerpo humano no está preparado para soportar las colisiones o impactos de diversas clases que pueden provocar los automóviles a partir de ciertos umbrales de velocidad. En términos físicos, ocurre que el organismo humano no puede absorber sin daños la energía mecánica entregada por tales colisiones. En consecuencia, es la propia existencia de automóviles circulando por encima de esos umbrales de velocidad la que constituye en sí misma el peligro. Y el grado de peligro reinante será proporcional al número de automóviles en circulación, y a su energía cinética, que es a su vez proporcional a la masa de los automóviles y al cuadrado de su velocidad.
En suma, al aumentar el número de automóviles, su masa, y su velocidad, aumenta el peligro creado por la circulación. Pero resulta que la prosperidad de la industria del automóvil depende del aumento simultáneo y constante de estos tres factores, esto es, de la venta de más automóviles, más grandes, y más potentes. Como dijo Lee Iacocca, el famoso gestor de empresas automovilistas que salvó a Chrysler de la quiebra en los años ochenta, "coches pequeños significan beneficios pequeños".
La ingeniería de seguridad vial protege la expansión del automóvil de los eventuales cuestionamientos sociales o políticos que se podrían derivar del constante incremento del peligro que viene asociado a esa expansión. Expresándolo de otro modo, la ingeniería de seguridad vial administra el incremento del peligro generado por la expansión del automóvil, presentándolo de forma que sea percibido como algo tolerable por el cuerpo social. Para ello, apoya exclusivamente las técnicas que actúan por el lado del riesgo, tratando de reducir la probabilidad de que el creciente peligro de los automóviles se materialice proporcionalmente en daños sobre las personas y las cosas.
Un accidente de circulación no es sino un fallo en el control del movimiento de uno o varios automóviles. La probabilidad de que ocurra ese fallo es lo que se denomina técnicamente «riesgo de accidente». La ingeniería de seguridad vial intenta desarrollar medidas técnicas que reduzcan el riesgo de accidente, y que suavicen las consecuencias de aquellos accidentes que pese a todo se acaben produciendo. Estas medidas intentan modificar el entorno técnico del automóvil (infraestructuras, equipamiento de los vehículos, cualificación de los conductores, etc.), según criterios que se supone que reducen el riesgo. En síntesis, en materia de accidentes de automóvil se asiste a una interminable carrera entre el aumento del peligro provocado por la expansión del automóvil (más automóviles, más grandes y más veloces) y la reducción del riesgo mediante la aplicación de las técnicas de la ingeniería de seguridad vial.
Las interpretaciones acerca de lo!s resultados de esta carrera son muy diferentes en función de quienes las formulan. Por una parte, las entidades ligadas al lobby de automóvil han defendido siempre los notables progresos alcanzados en materia de reducción de los «índices de peligrosidad vial», esto es, del número y la gravedad de los accidentes ocurridos por unidad de distancia recorrida. Viajar en automóvil, alegan, es cada vez más seguro, pues se observa que la probabilidad de sufrir daños por accidente, por unidad de distancia recorrida, disminuye de modo constante desde hace muchos años: si hay más accidentes, es porque se disfruta de mucha más movilidad.
En el otro lado, los críticos de la ingeniería de seguridad vial alegan que los índices de accidentes por habitante, que es lo que finalmente interesa desde el punto de vista de la integridad física de los ciudadanos, no han disminuido o lo han hecho de modo mucho más modesto que los índices de peligrosidad vial. En la mayoría de los países que ya han alcanzado un elevado grado de motorización, la accidentalidad per cápita sigue sin experimentar reducciones importantes. Este es el caso de España, pero también de otros países europeos, así como de Estados Unidos y otros países con elevada motorización. Sólo un puñado de países de Europa central y septentrional, así como Japón, Canadá y Australia, han logrado en los últimos años algunos avances sustanciales, obtenidos con medidas distintas a las preconizadas por los enfoques típicos de la ingeniería de seguridad vial.
Hay diversas razones por las que la accidentalidad per cápita se resiste a bajar en la mayoría de los países que afrontan el problema con los enfoques clásicos de la ingeniería de seguridad vial. En primer lugar, la expansión indefinida del automóvil conlleva que las distancias medias recorridas por los ciudadanos sean cada vez mayores: la sociedad del automóvil aleja cada vez más los puntos en los que los ciudadanos realizan sus diversas actividades (residencia, trabajo, compras, relaciones sociales, ocio, vacaciones, etc.), obligando o induciendo a las personas a realizar cada vez más kilómetros en automóvil. De este modo, aunque los índices de peligrosidad por kilómetro disminuyan, el aumento de los kilómetros recorridos compensa esas disminuciones, y puede llegar a anularlas.
Pero además, como se verá a continuación, las investigaciones más recientes están indicando cada vez más claramente la inutilidad de muchas de las medidas típicas de la ingeniería de seguridad vial. Según estos nuevos enfoques, los logros reales conseguidos en algunos países en materia de seguridad personal respecto al automóvil se han debido a la maduración cultural de la población, mucho más que a las modificaciones técnicas introducidas en automóviles y carreteras.


[1] Publicado en Revista Sistema, n. 162/163. Volver ]



Sobre el documento

Este artículo fue editado previamente por el Instituto Juan de Herrera. Av. Juan de Herrera 4. 28040 MADRID. ESPAÑA. ISSN: 1578-097X y en Seguridad Sostenible del Instituto Internacional de Gobernabilidad

sábado, 20 de septiembre de 2008

Lucio Flavio Pinto- heroe del amazonas

La Amazonia brasileña es una mafiosa Sicilia verde" Lúcio Flávio Pinto. Periodista brasileño. Amenazado de muerte por su independencia, el autor del 'Jornal Pessoal' (Periódico Personal) (www.lucioflaviopinto.com.br/ ) es uno de los cronistas más prestigiosos de América Latina.

Nada menos que 33 procesos judiciales a sus espaldas. Constantes amenazas de muertes. Agresiones. Y una brutal presión de la élite amazónica (y brasileña) para que deje de publicar su Jornal Pessoal (periódico personal), una auténtica piedra en el zapato de los poderosos.

Lúcio Flávio comenzó hace 21 años a publicar esta especie de newsletter quincenal en Belém, la metrópoli más influyente de la Amazonia porque "no encontraba las noticias más importantes de cada día en los medios".

Por eso, decidió emular al estadounidense Isidor Feinstein Stone, autor del legendario I.F.Stone's Weekly (publicado en Washington entre 1953 y 1971), cuando el periódico O Liberal le censuró un reportaje que salpicaba a uno de los principales anunciantes.
Desde entonces, contra viento, marea, censuras y amenazas, Lúcio Flávio edita su Jornal Pessoal, antepasado cercano del blog, la referencia informativa más prestigiosa sobre la Amazonia. Este cronista -que afirma que "la Amazonia es una mafiosa Sicilia verde"-, ganó la Paloma de Oro por la Paz en 1997 en Roma, y el premio a la Libertad de Prensa 2005 del Comité para la Protección de los Periodistas de Nueva York.

Abandonó la prensa de gran tirada en 1988, después de 22 años de profesión.
¿Por qué?
"La gota que colmó el vaso fue el asesinato del diputado Paulo Fonteles, un gran defensor de la causa campesina. Presenté un reportaje a O Liberal donde probaba la responsabilidad de dos grandes empresarios. Me dijeron que no podían publicarlo. Lo hice en el Jornal Pessoal.

Las imprentas dejaron de querer imprimirlo. Sólo el grupo Liberal me ha procesado 19 veces. ¿Por qué motivos?

Me acusan de "crimen de prensa". Nunca nadie ha querido desmentir lo que publico, porque tengo sobradas pruebas. Los procesos me quitan un 80% de mi tiempo. Me siento en una prisión domiciliaria. No puedo viajar porque abren otro proceso, tengo que presentarme en persona para recurrirlo y evitar ir a la cárcel. Es increíble.

Durante toda la dictadura sólo me procesaron una vez y fui absuelto. En la era democrática acumulo 33 procesos, he sido condenado cuatro veces. Y nunca por publicar nada falso.

¿Que intereses hay detrás de sus denunciantes?

Son madereros, mafiosos, constructores, políticos. La élite de Pará y Brasil. En 1991, asesinaron a Bruno Vira Matos, un joven de la élite local. Descubrí que tenía relación con el tráfico de drogas. Fui a la rueda de prensa y le dije al comisario que quería una conversación en off (confidencial). Los periodistas dijeron que querían estar. Les dije que sí, si publicaban lo que hablásemos. Todos se fueron. Fue el momento más triste de mi carrera.

¿Censura o autocensura?

El periodista se anticipa a las ideas del patrón, ni intenta publicar. Da por hecho que hay intereses publicitarios o políticos incuestionables. Los periodistas quieren ser presentadores de televisión. En Brasil, la prensa asumió la función colonial ante la frontera amazónica, favoreciendo a las multinacionales. Se niega a tratar temas incómodos. La prensa de Pará no publicó el desfalco del Banco de la Amazonia, en 1987.

Fueron 30 millones de dólares de la época.

Sólo el Jornal Pessoal lo publicó.

¿Cómo se vive amenazado de muerte constantemente?

Algunas son llamadas telefónicas anónimas. Otras son amenazas más serias. Me he llevado muchas decepciones. Una vez una persona del entorno del ahora senador Jader Barbalho me amenazó de muerte. Llamé personalmente a Jader y como tenía tantas pruebas contra él, y lo iba a dejar por escrito, paró. Desgraciadamente, en la Amazonia se puede asesinar al pistolero que va a matar a alguien, pero no detener el crimen.

Uno de sus procesos es el del Ronaldo Maiorama, del grupo 'O Liberal'. Él agredió y después le denunció. Sí, corro el riesgo de ser condenado por lastimar su puño con mi rostro. Ronaldo me agredió por detrás, en un restaurante, delante de 150 personas. Es la primera vez en que el agresor va a la Justicia contra el agredido.

Jornal Pessoal no le proporciona lucro económico. ¿Por qué lo sigue publicando? Para contar la verdad, desde la independencia. La historia pasa muy rápido y los pueblos de la Amazonia no saben lo que está pasando aquí. Un ejemplo. El 8 de marzo de 1991 faltó energía durante 12 horas. Descubrí que se debía a un caso de corrupción de Eletronorte.

Alguien desvió dinero y compró piezas de baja calidad para la presa de Tucurui. La Bolsa de Londres, al día siguiente, sabía qué había pasado. Aquí, nadie.

No acepta publicidad en el Jornal Pessoal. Es básico para ser independiente. La prensa es un rehén de sus anunciantes. Un amigo constructor quiso ayudarme en el segundo número del Jornal. Le dije :
¿Estás seguro?
Esperó un número más. Saqué un caso de corrupción de su constructora... ¿La situación, 20 años después, ha mejorado? No.

La Amazonia está colonizada porque las grandes decisiones son tomadas fuera de la Amazonia para atender intereses externos. Si conseguimos proporcionar al ciudadano informaciones vitales, tal vez consigamos parar la reedición de los enredos colonialistas que prevalecieron en África o en Asia.

¿Siente apoyo dentro y fuera de Brasil?

Con el Jornal Pessoal pierdo dinero y gano enemigos. Los premios internacionales fueron importantes. Cuando recogí la Paloma de la paz, en Roma, la embajada brasileña envió a un funcionario.
Un senador italiano importante le preguntó: ¿Es usted el embajador? ¿El segundo?
Al darse cuenta que era un don nadie, le dio la espalda. El Gobierno brasileño quedó en ridículo. Pero el presidente (Fernando Henrique Cardoso) no me apoyó, no podía apoyar a un periodista que va en contra de tantos intereses.

¿No siente tentación de abrir un blog?
El JP podría ser su antepasado... Es importante la presencia física en los quioscos, para hacer presión. Además del gran placer de ver mi periodiquito, de 12 páginas, sin fotos ni grandes despliegues, al lado de los grandes diarios. Creo que hay mucha superficialidad en los blogs, que no se llevan en serio. Yo cuelgo el Jornal Pessoal ahora en mi página web, pero con dos semanas de retraso.

www.publico.es/internacional/140539/la/amazonia/brasilena/mafiosa/sicilia/verde

martes, 15 de julio de 2008

Centro para la Comunicación No Violenta

? QUE ES LA COMUNICACION NO VIOLENTA ?

Imagínese conectarse con el espíritu humano en cada persona, en toda situación.

Imagínese interactuar con otros de un modo que permita que las necesidades de todos sean igualmente valoradas.

Imagínese crear organizaciones y sistemas que sirvan a la vida, sensibles a nuestras necesidades, y a las necesidades de nuestro ambiente.

Dr. Marshall B. Rosenberg

La Comunicación No Violenta (CNV) nos ayuda a conectarnos con lo que está vivo en nosotros y en otros, momento a momento, con lo que nosotros u otros podríamos hacer para hacer la vida más maravillosa, y con una conciencia de lo que impide dar y recibir de forma natural.

El lenguaje de CNV refuerza nuestra capacidad de inspirar compasión en otros y responder con compasión a otros y a nosotros mismos. La CNV nos guía para reestructurar la forma en que nos expresamos, y la manera en que escuchamos a los otros y resolvemos conflictos enfocando nuestra conciencia en lo que observamos, sentimos, necesitamos, y pedimos.

El Lenguaje de la Comunicación No violenta: Despierta la empatía, la honestidad, y a veces es descrito como "el lenguaje del corazón”




Comunicación No Violenta: un Lenguaje de Vida
autor: Dr. Marshall B. Rosenberg

(Cómo utilizar el poder del lenguaje para evitar conflictos y lograr soluciones pacíficas.) El autor conoce bien estos temas. Él ha sido mediador en diversos conflictos internacionales, y sus técnicas de comunicación son aplicables y válidas tanto en el ámbito social como en el personal; por lo que también se las puede utilizar para cambiar nuestra vida familiar o laboral.


10 Cosas que podemos hacer para contribuir a la Paz en el mundo interno, interpersonal y en las Organizaciones:

(1) Spend some time each day quietly reflecting on how we would like to relate to ourselves and others.

(2) Remember that all human beings have the same needs.

(3) Check our intention to see if we are as interested in others getting their needs met as our own.

(4) When asking someone to do something, check first to see if we are making a request or a demand.

(5) Instead of saying what we DON'T want someone to do, say what we DO want the person to do.

(6) Instead of saying what we want someone to BE, say what action we'd like the person to take that we hope will help the person be that way.

(7) Before agreeing or disagreeing with anyone's opinions, try to tune in to what the person is feeling and needing.

(8) Instead of saying "No," say what need of ours prevents us from saying "Yes."

(9) If we are feeling upset, think about what need of ours is not being met, and what we could do to meet it, instead of thinking about what's wrong with others or ourselves.

(10) Instead of praising someone who did something we like, express our gratitude by telling the person what need of ours that action met.

The Center for Nonviolent Communication (CNVC) would like there to be a critical mass of people using Nonviolent Communication language so all people will get their needs met and resolve their conflicts peacefully.

www.cnvc.org
http://www.youtube.com/watch?v=-dpk5Z7GIFs

viernes, 11 de julio de 2008

VANDANA SHIVA - una voz a favor de las especies


y de la diversidad de la vida y por ello luchadora contra la globalizacion-

La amenaza trasgenica y el control de las semillas:

"La apuesta de las empresas multinacionales por los monocultivos para controlar los mercados y aumentar su margen de beneficios está detrás de la escalada del precio de los alimentos", denuncia la premio Nobel Alternativo Right Livelihood.

"Es un mito que los monocultivos y los transgénicos hayan aumentado la productividad en la agricultura y no sirven para reducir el hambre del mundo".

"El único propósito de las grandes empresas es reducir el margen de actuación de los agricultores y controlar todo el proceso de producción, desde la venta de abonos, hasta el precio final. Ademas en los alimentos transgénicos se introducen bacterias tóxicas y se agrede a las plantas con productos químicos vendidos claro esta por las propias compañias que venden las semillas patentadas."

Critica con el impulso de los biocombustibles asegura que existen dos mitos falsos sobre estos:

Que reducen el consumo de energía y que permiten luchar contra el cambio climático.

"Durante el proceso de producción de los biocombustibles es necesario utilizar una gran cantidad de energía". Además, para el cultivo se están talando selvas en zonas muy ricas en biodiversidad, como el Amazonas, por lo que se está aumentando el efecto invernadero que se supone mejora" .

Shiva insiste también en los peligros de destinar los productos que genera la tierra para crear energía, en lugar de utilizarse como alimentos.
"En la india hay campesinos que cultivan 250 especies, por lo que además de que no tienen que depender de un solo sector, se enriquece la tierra y la biodiversidad de la zona", y señala como contraposición a los monocultivos, que han convertido parte del Amazonas en una "macroexplotación de soja".

LA BIOPIRATERÍA // Otra de las principales batallas que libra Vandana Shiva a través de la Fundación para la Investigación Científica, Tecnológica y Ecológica, es contra la biopiratería, es decir, la apropiación de las semillas que han cultivado los campesinos durante siglos.
Instructivo video: http://es.youtube.com/watch?v=95w3JuyVhRk&feature=related

otro VIDEO explicando como contaminan a traves del polen que lleva el viento otros cultivos no contaminados con trasgenicos

"Algunas multinacionales tratan las semillas ya patentadas como una propiedad empresarial, y se las revenden a los agricultores, cuando pertenecen a su propia tradición", criticó.

Ademas los TRASGENICOS son una ESPONJA DE PESTICIDAS

Shiva hace un llamamiento a la movilización contra organismos como el Banco Mundial .

Vandana Shiva es física, filósofa, ecofeminista y escritora India, que en 1993 recibió el Premio Nobel Alternativo.

Shiva nació en Dehra Dun (Uttaranchal), durante los años 70 participó en el movimiento Chipko, formado principalmente por mujeres que adoptaron la táctica de denuncia ecologista consistente en permanecer abrazadas a los árboles para evitar que fueran talados.

En 1982 creó la Fundación para la Investigación Científica, Tecnológica y Ecológica, la cual cuenta entre sus iniciativas el impulso y difusión de la agricultura ecológica (programa Navdanya), el estudio y mantenimiento de la biodiversidad (Universidad de las semillas, Colegio Internacional para la Vida Sostenible), fomentar el compromiso de las mujeres con el movimiento ecologista (Mujeres Diversas por la Diversidad), o la regeneración del sentimiento democrático (Movimiento Democracia Viva).

Actualmente es una líder del Foro Internacional sobre la Globalización, así como un miembro destacado del movimiento antiglobalización. En su libro reciente Manifiesto por una democracia de la tierra ha propuesto el concepto y la causa de la DEMOCRACIA DE LA TIERRA como alternativa al capitalismo neoliberal actual.

Referente al mismo tema vemos en este video
? POR QUE SE SUICIDAN LOS AGRICULTORES EN INDIA ? y que tiene que ver MONSANTO


LA SOJA : DAÑINA PARA TU SALUD mas aqui

sábado, 5 de julio de 2008

Otra heroina silenciosa- JANE HOWORTH



Y que hace Jane Howorth ?

Dedica parte de su vida a recuperar gallinas ponedoras de granjas industriales, antes de ser desechadas, despues de una vida de sufrimiento y explotacion en pro de la "productividad y la competitividad", en la que no importa ni la calidad del producto resultante, ni la vida de seres que sienten y sufren y a ser considerados por algunos como "animales inferiores" solo aptos para usar y tirar.

Jane Howorth , quedo tan conmocionada de las condiciones de vida de estas gallinas (seria interesante hacer tours al desconocido mundo de la industria alimentaria, seguro que nos llevariamos "increibles experiencias". Ademas serian mas instructivas que estupidizarnos en un parque tematico donde se intenta que perdamos contacto con la poca "realidad" que nos queda despues de tragar horas de tv y cine de Hollywood) que empezo rescatanto las que le cabian en su coche y termino creando una asociacion de voluntarios :

Battery Hen Welfare Trust

Una de sus metas es lograr que todos los pollos vivan libres , fuera de jaulas , en granjas no industrializadas (luz artificial, incapacidad de movimiento, piensos cargados de drogas....)

http://www.bhwt.org.uk/

Para hacerse una mejor idea de como se produce nuestra comida seria interesante e instructivo ver documentales premiados en diferentes foros como:

NUESTRO PAN DE CADA DIA
....la "alta tecnologia" aplicada a nuestros alimentos.

o

EARTHLINGS que trata acerca de la absoluta dependencia de los humanos para con los animales no humanos usados como mascotas, comida, vestimenta, entretenimiento e investigación científica, así como acerca de nuestra total falta de respeto a estos nuestros “proveedores”.


domingo, 29 de junio de 2008

El trabajo embrutece - abandonemoslo


Nadie debería trabajar.


MANIFIESTO POR LA ABOLICION DEL TRABAJO



QUIEREN QUE CADA VEZ NO RETIREMOS A MAYOR EDAD....
QUIEREN QUE TRABAJEMOS MAS HORAS Y TENGAMOS MENOS VACACIONES...


EL PARO AUMENTA CADA DIA........


 

El trabajo es la fuente de casi toda la miseria en el mundo. Casi todos los males que puedas mencionar provienen del trabajo, o de vivir en un mundo diseñado para el trabajo.

Esto no significa que tenemos que dejar de hacer cosas. Significa crear una nueva forma de vivir basada en el juego; en otras palabras, una convivencia lúdica, comensalismo, o tal vez incluso arte.

El juego no es sólo el de los niños, con todo y lo valioso que éste es. Pido una aventura colectiva en alegría generalizada y exhuberancia libremente interdependiente.

El juego no es pasivo.

Sin duda necesitamos mucho mas tiempo para la simple pereza y vagancia que el que tenemos ahora, sin importar los ingresos y ocupaciones, pero, una vez recobrados de la fatiga inducida por el trabajo, casi todos nosotros queremos actuar. (ningun niño nace vago , a todos les gusta explorar y aprendeder)

La vida lúdica es totalmente incompatible con la realidad existente.

Peor para la “realidad”, ese pozo gravitatorio que absorbe la vitalidad de lo poco en la vida que aún la distingue de la simple supervivencia. Curiosamente — o quizás no — todas las viejas ideologías son conservadoras porque creen en el trabajo.

Algunas de ellas, como el Marxismo y la mayoría de las ramas del anarquismo, creen en el trabajo aún mas fieramente porque no creen en casi ninguna otra cosa.
Los liberales dicen que deberíamos acabar con la discriminación en los empleos. Yo digo que deberíamos acabar con los empleos.

Los conservadores apoyan leyes del derecho-a-trabajar. Siguiendo al yerno descarriado de Karl Marx, Paul Lafargue, yo apoyo el derecho a ser flojo.

Los izquierdistas favorecen el empleo total. Como los surrealistas — excepto que yo no bromeo — favorezco el desempleo total.

Los Troskistas agitan por una revolución permanente. Yo agito por un festejo permanente.

Pero si todos las ideólogos defienden el trabajo (y lo hacen) — y no sólo porque planean hacer que otras personas hagan el suyo — son extrañamente renuentes a admitirlo.

Hablan interminablemente acerca de salarios, horas, condiciones de trabajo, explotación, productividad, rentabilidad. Hablarán alegremente sobre todo menos del trabajo en sí mismo.

Estos expertos que se ofrecen a pensar por nosotros raramente comparten sus ideas sobre el trabajo, pese a su importancia en nuestras vidas. Discuten entre ellos sobre los detalles.

Los sindicatos y los patronos concuerdan en que deberíamos vender el tiempo de nuestras vidas a cambio de la supervivencia, aunque regatean por el precio.
Los Marxistas piensan que deberíamos ser mandados por burócratas.



Los anarco-capitalistas piensan que deberíamos ser mandados por empresarios. A las feministas no les importa cuál sea la forma de mandar, mientras sean mujeres las que manden.

Es claro que estos ideo-locos tienen serias diferencias acerca de cómo dividir el botín del poder.

También es claro que ninguno de ellos tiene objeción alguna al poder en sí mismo, y todos ellos desean mantenernos trabajando.
Debes estar preguntándote si bromeo o hablo en serio. Pues bromeo y hablo en serio.

Ser lúdico no es ser ridículo. El juego no tiene que ser frívolo, aunque la frivolidad no es trivialidad: con frecuencia debemos tomar en serio la frivolidad. Deseo que la vida sea un juego — pero un juego con apuestas altas. Quiero jugar para ganar.
La alternativa a trabajar no es el ocio sólamente.

Ser lúdico no es ser estático. Aunque valoro el placer de la pereza, nunca es mas satisfactoria que cuando sirve de intermedio entre otros placeres y pasatiempos. Tampoco promuevo esa válvula de seguridad disciplinada y gerenciada llamada “tiempo libre”; nada de eso.

El tiempo libre es no trabajar por el bien del trabajo. El tiempo libre es tiempo gastado en recobrarse del trabajo, y en el frenético pero inútil intento de olvidarse del trabajo. Mucha gente regresa de sus vacaciones tan agotada que desean volver al trabajo para descansar. La diferencia principal entre el tiempo libre y el trabajo es que al menos te pagan por tu alienación y agotamiento.
No estoy jugando a las definiciones. Cuando digo que quiero abolir el trabajo, me refiero justo a lo que digo, pero quiero decir a lo que me refiero definiendo mis términos de formas no idiosincráticas.

Mi definición mínima del trabajo es labor forzada, es decir, producción impuesta. Ámbos elementos son esenciales. El trabajo es producción impuesta por medios económicos o políticos, por la zanahoria o el látigo (la zanahoria es sólo el látigo por otros medios). Pero no toda creación es trabajo.

El trabajo nunca es hecho por amor al trabajo mismo, sino para obtener un producto o resultado que el trabajador (o, con mas frecuencia, alguien más) recibe del mismo. Esto es lo que el trabajo debe ser. Definirlo es despreciarlo. Pero el trabajo es usualmente peor de lo que indica su definición. La dinámica de dominación contenida por el trabajo tiende a desarrollarse con el tiempo. En las sociedades avanzadas e infestadas de trabajo, incluyendo todas las sociedades industriales, capitalistas o “comunistas”, el trabajo siempre adquiere otros atributos que lo hacen aún más nocivo.
Usualmente — y esto es aún más cierto en los países “comunistas” que en los capitalistas, donde el estado es casi el único patrono y todos són empleados — el trabajo es asalariado, lo que significa venderte a tí mismo a plazos.

Así que el 95% de los estadounidenses que trabajan, trabajan para alguien (o algo) más. Todos los trabajadores industriales (y de oficina) se encuentran bajo el tipo de supervisión que asegura la servilidad.
Pero el trabajo moderno tiene peores implicaciones. La gente no sólo trabaja, tienen “empleos”. Una persona realiza una tarea productiva todo el tiempo “¡o si no…!”.

Aún si la tarea tiene aunque sea un átomo de interés intrínseco (y cada vez menos trabajos lo tienen) la monotonía de su obligatoriedad exclusiva elimina su potencial lúdico.

Un “empleo” que podría atraer la energía de algunas personas, por un tiempo razonable, por pura diversión, es tan sólo una carga para aquellos que tienen que hacerlo por cuarenta horas a la semana sin voz ni voto sobre cómo debería hacerse, para beneficio de propietarios que no contribuyen en nada al proyecto, y sin oportunidad de compartir las tareas o distribuir el trabajo entre aquellos que tienen que hacerlo.

Este es el verdadero mundo del trabajo: Un mundo de estupidez burocrática, de acoso sexual y discriminación, de jefes cabeza hueca explotando y descargando la culpa sobre sus subordinados, quienes — según cualquier criterio técnico-racional — deberían estar dirigiendo todo. Pero el capitalismo en el mundo real sacrifica la maximización racional de la productividad y el beneficio ante las exigencias del control organizacional.
La degradación que experimentan la mayoría de los trabajadores es la suma de varias indignidades que pueden ser denominadas como “disciplina”.

Foucault ve este fenómeno de manera complicada, pero es muy simple.

La disciplina consiste en la totalidad de los controles totalitarios en el lugar de trabajo : supervisión, movimientos repetitivos, ritmos de trabajo impuestos, cuotas de producción, marcar tarjeta, etc.

La disciplina es lo que la fábrica, la oficina y la tienda comparten con la cárcel, la escuela y el hospital psiquiátrico. Es algo históricamente nuevo y horrible.

Va más allá de las capacidades de los dictadores demoníacos de antaño como Nerón y Gengis Khan e Iván el Terrible. Pese a sus malas intenciones, ellos no tenían la maquinaria para controlar a sus súbditos tan completamente como los déspotas modernos.

La disciplina es el modo de control moderno, especialmente diabólico, es una irrupción novedosa que debe ser detenida a la primera oportunidad.
Eso es el “trabajo”. El juego es todo lo contrario. El juego es siempre voluntario. Lo que de otro modo sería un juego, es trabajo si es forzado. Esto es axiomático.

Bernie de Koven ha definido el juego como la “suspensión de las consecuencias”. Esto es inaceptable si significa que el juego es inconsecuente. No es que el juego no tenga consecuencias. Eso sería rebajar al juego. El asunto es que las consecuencias, si las hay, són gratuitas.

El jugar y el dar están estrechamente relacionados, son facetas conductuales y transaccionales del mismo impulso, el instinto-de-jugar. Ámbos comparten un desdén aristocrático hacia los resultados.

El jugador recibe algo al jugar; es por eso que juega. Pero la recompensa principal es la experiencia de la actividad misma (cualquiera que sea).

El trabajo hace de la libertad una burla.

El discurso oficial dice que todos tenemos derechos y vivimos en una democracia.

Otros desafortunados que no són libres como nosotros tienen que vivir en estados policiales. Estas víctimas obedecen órdenes “¡o si no…!”, sin importar cuán arbitrarias. Las autoridades les mantienen bajo supervisión constante. .... controlan hasta los detalles más pequeños de la vida diaria. Los oficiales que les empujan de un lado a otro sólo responden ante sus superiores, públicos o privados. De cualquier modo, la disensión y la desobediencia són castigados. Los informantes reportan regularmente a las autoridades. Se supone que todo esto es muy malo.
Y lo es, exepto que no es sino una descripción del puesto de trabajo moderno.

Los liberales y conservadores y anarco-capitalistas que lamentan el totalitarismo són falsos e hipócritas.

Hay mas libertad en cualquier dictadura moderadamente desestalinizada que en el típico puesto de trabajo estadounidense. Encuentras el mismo tipo de jerarquía y disciplina en una oficina o fábrica que en una cárcel o monasterio.

De hecho, como Foucault y otros han mostrado, las cárceles y las fábricas surgieron casi al mismo tiempo, y sus operadores copiaron conscientemente las técnicas de control de unas y de otras.

Un trabajador es un esclavo de medio tiempo.

El jefe dice cuándo llegar, cuándo irse, y qué hacer entre los dos. Te dice cuánto trabajo hacer y qué tan rápido. Puede llevar su control hasta extremos humillantes, regulando, si le da la gana, las ropas que llevas o qué tan a menudo puedes ir al baño.

Con unas pocas excepciones, puede despedirte por cualquier razón, o sin razón. Eres espiado por informantes y supervisores, amasa un expediente de cada empleado.

Contestarle es llamado “insubordinación”, como si el trabajador fuese un niño malo, y no sólo hace que te despidan, te descalifica para compensación de desempleo.

Sin aprobarlo necesariamente para ellos tampoco, hay que señalar que los niños en la casa y en la escuela reciben un tratamiento similar, en este caso justificado por su supuesta inmadurez.

¿Qué nos dice ésto acerca de sus padres y maestros que trabajan?
El humillante sistema de dominación que he descrito rige sobre la mitad de las horas de vigilia de una mayoria de mujeres y la vasta mayoría de los hombres por décadas, por la mayor parte de sus vidas.

Para ciertos propósitos, no es del todo erróneo llamar a nuestro sistema democracia o capitalismo o — mejor aún — industrialismo, pero sus verdaderos nombres són fascismo de fábrica y oligarquía de oficina.

Quien diga que esta gente es “libre” es un mentiroso o un estúpido.

Eres lo que haces. Si haces trabajo aburrido, estúpido y monótono, lo mas probable es que tú mismo acabarás siendo aburrido, estúpido y monótono.

El trabajo explica la creciente cretinización a nuestro alrededor mucho mejor que otros mecanismos idiotizantes como la televisión y la educación.

Quienes viven marcando el paso todas sus vidas, llevados de la escuela al trabajo y enmarcados por la familia al comienzo y el asilo al final, están habituados a la jerarquía y esclavizados psicológicamente. Su aptitud para la autonomía se encuentra tan atrofiada, que su miedo a la libertad es una de sus pocas fobias con base racional. El entrenamiento de obediencia en el trabajo se traslada hacia las familias que inician, reproduciendo así el sistema en más de una forma, y hacia la política, la cultura y todo lo demás. Una vez que absorbes la vitalidad de la gente en el trabajo, es probable que se sometan a la jerarquía y la experticia en todo. Están acostumbrados a ello.
Vivimos tan cerca del mundo del trabajo que no vemos lo que nos hace. Tenemos que basarnos en observadores externos de otros tiempos u otras culturas para apreciar el extremismo y la patología de nuestra posición presente. Hubo un tiempo en nuestro pasado en que la “ética del trabajo” hubiese sido incomprensible, y quizás Weber comprendió algo importante cuando conectó su aparición con una religión, el Calvinismo, que si hubiese aparecido hoy, en vez de hace cuatro siglos, hubiese sido llamado acertadamente una secta. De cualquier forma, sólo tenemos que usar la sabiduría de la antiguedad para poner el trabajo en perspectiva. Los antiguos veían el trabajo tal como era, y su punto de vista prevaleció, pese a los locos calvinistas, hasta que fué desterrado por el industrialismo — pero no ántes de ser promovido por sus profetas.
Imaginemos por un momento que el trabajo no convierte a la gente en sumisos atontados. Imaginemos, contra cualquier psicología creíble y contra la ideología de sus defensores, que no tiene efecto en la formación del carácter. E imaginemos que el trabajo no es tan aburrido, agotador y humillante como todos sabemos que realmente es. Aún así, el trabajo sigue siendo una burla de todas las aspiraciones democráticas y humanísticas, sólo porque usurpa tanto de nuestro tiempo. Sócrates dijo que los trabajadores manuales suelen ser malos amigos y malos ciudadanos, porque no tienen tiempo de cumplir con las responsabilidades de la amistad y la ciudadanía. Tenía razón. A causa del trabajo, sin importar lo que hagamos, nos la pasamos mirando los relojes. La única cosa “libre” sobre el llamado tiempo libre es que no le cuesta nada al jefe. El tiempo libre está dedicado en su mayoría a prepararse para ir al trabajo, ir al trabajo, regresar del trabajo, y recobrándose del trabajo. El tiempo libre es un eufemismo para la manera peculiar en que el trabajador, como factor de producción, no sólo se transporta a sí mismo, a sus propias expensas, desde y hacia el puesto de trabajo, sino que además asume la responsabilidad por su propio mantenimiento y reparación. El carbón y el acero no hacen eso. Las máquinas fresadoras y las de escribir no hacen eso. Pero los empleados lo hacen. Con razón Edward G. Robinson, en una de sus películas de gangsters, exclamó “¡el trabajo es para los estúpidos!”
Platón y Jenofonte atribuyen a Sócrates, y obviamente comparten con él, una comprensión de los efectos destructivos del trabajo en el trabajador como ciudadano y como ser humano. Herodoto identificó el desprecio por el trabajo como un atributo de los griegos clásicos en la cumbre de su cultura. Cicerón dijo que “quien da su labor a cambio de dinero se vende a sí mismo, y se coloca al mismo nivel que los esclavos”. Su candor es raro ahora, pero las sociedades primitivas contemporáneas a las que solemos ver con desprecio nos proveen de portavoces que han intrigado a los antropólogos de Occidente. Los Kapaku de Irián del Oeste, según Posposil, tienen una concepción de balance en la vida, y por ello trabajan un día si y otro no, el día de descanso destinado a “recobrar el poder y salud perdidos”. Nuestros antepasados, incluso en el siglo dieciocho, cuando ya habían recorrido la mayor parte del camino hacia nuestro actual predicamento, al menos sabían lo que nosotros hemos olvidado, el lado siniestro de la industrialización. Su devoción religiosa a “San Lunes” — con lo cual establecieron una semana laboral de cinco días 150-200 años antes de su consagración legal — era la desesperación de los primeros propietarios de fábricas. Les tomó un largo tiempo someterse a la tiranía de la campana, predecesora del reloj. De hecho, se necesitó una generación o dos para reemplazar adultos varones con mujeres acostumbradas a la obediencia y niños que podían ser moldeados para ajustarse a las necesidades industriales. Incluso los campesinos explotados del Antíguo Régimen le sustraían un tiempo sustancial a su trabajo para el Señor. De acuerdo a Lafargue, un cuarto del calendario de los campesinos franceses estaba dedicado a domingos y días festivos, y las cifras de Chayanov sobre los poblados de la Rusia Zarista — nada más lejos de una sociedad progresista — también muestra que un cuarto o quinto de los días de los campesinos se dedicaba al reposo. Controlando para la productividad, estamos obviamente muy por detrás de éstas sociedades atrasadas. Los muziks explotados se preguntarían porqué cualquiera de nosotros se molesta siquiera en trabajar. También nosotros deberíamos.
Sin embargo, para captar completamente la enormidad de nuestro deterioro, consideremos la condición original de la humanidad, sin gobierno o propiedad, cuando vagábamos como cazadores-recolectores. Hobbes decía que la vida era violenta, brutal y breve. Otros asumen que la vida era una lucha desesperada y sin cuartel por la subsistencia, una guerra contra la naturaleza, con la muerte y el desastre esperando a los desafortunados o a cualquiera que no estuviese a la altura del desafío de la lucha por la existencia. En realidad, todo eso era una proyección de los miedos ante el colapso de la autoridad del gobierno sobre comunidades que no estaban acostumbradas a vivir sin él, como la Inglaterra de Hobbes durante la Guerra Civil. Los compatriotas de Hobbes ya habían encontrado formas de sociedad alternativas que ilustraban otras formas de vida — en Norte América, en particular — pero incluso éstas se hallaban demasiado lejos de su experiencia para ser comprensibles. (Las clases bajas, mas cercanas a la condición de los indios, lo entendieron mejor y a menudo la encontraron atractiva. A lo largo del siglo diecisiete, muchos colonos ingleses desertaron para unirse a las tribus o, habiendo sido capturados en la guerra, se rehusaron a volver. Pero los indios no desertaban a las colonias inglesas, al igual que los alemanes nunca saltan el Muro de Berlín hacia el Este).

La versión de la “supervivencia del más apto” — la versión de Thomas Huxley — del Darwinismo era más una crónica de las condiciones económicas de la Inglaterra victoriana que de la selección natural, como lo demostró el anarquista Kropotkin en su libro El Apoyo Mutuo, Un Factor de la Evolución. (Kropotkin era un científico — un geógrafo — que tuvo amplias oportunidades involuntariamente para hacer trabajo de campo mientras estaba exiliado en Siberia:
sabía de lo que estaba hablando).

Como la mayoría de las teorías sociales y políticas, las historias que Hobbes y sus sucesores contaban eran en realidad autobiografías.

El antropólogo Marshall Sahlins, examinando datos sobre cazadores-recolectores contemporáneos, deshizo el mito Hobbesiano en un artículo titulado “La Sociedad Afluente Original”.

Ellos trabajan mucho menos que nosotros, y su trabajo es difícil de distinguir de lo que llamamos juego. Sahlins concluyó que “los cazadores y recolectores trabajan menos que nosotros; y más que un trabajo contínuo, la búsqueda de comida es intermitente, el tiempo libre es abundante, y pasan más tiempo durmiendo durante el día, por persona y año, que en cualquier otra condición de la sociedad”. Trabajaban un promedio de cuatro horas por día, asumiendo que “trabajasen” en lo absoluto. Su “labor”, tal como nos parece a nosotros, era labor especializada que ejercía sus facultades intelectuales y físicas; labor no especializada en gran escala, como dice Sahlins, es imposible excepto bajo el industrialismo. Por tanto, satisfacía la definición de juego según Friedrich Schiller, la única ocasión en que el hombre realiza su completa humanidad al dar completa expresión a ámbos lados de su naturaleza: pensar y sentir. Como él decía:

“El animal trabaja cuando es la privación lo que lo motiva, y juega cuando la plenitud de su fuerza es su motivador, cuando la vida superabundante es su propio estímulo para la actividad”. (Una versión moderna — dudosamente mejorada — es la contraposición, hecha por Abraham Maslow, entre motivación por “deficiencia” y por “crecimiento”)

El juego y la libertad són, en lo que se refiere a la producción, coextensivos. Aún Marx, quien pertenece (pese a sus buenas intenciones) al panteón productivista, observó que “el reino de la libertad no comienza hasta que se ha sobrepasado la necesidad de laborar bajo la compulsión de la necesidad y la utilidad externa”. Él nunca pudo llegar a identificar esta feliz circunstancia como lo que es, la abolición del trabajo — es más bien anómalo, después de todo, estar a favor de los trabajadores y en contra del trabajo — pero nosotros sí podemos.
El deseo de retroceder (o avanzar) hacia una vida sin trabajo es evidente en cada historia social o cultural seria de la Europa preindustrial, entre ellas Inglaterra En Transición de M. Dorothy George y Cultura Popular A Comienzos de La Europa Moderna de Peter Burke. También es pertinente el ensayo de Daniel Bell, “El Trabajo y sus Descontentos”, el primer texto, según creo, en referirse a la “rebelión contra el trabajo” con esas mismas palabras y, si hubiese sido comprendido, hubiese sido una importante corrección a la complacencia que suele asociarse con el volúmen en que fué incluído, El Fin de la Ideología. Ni sus críticos ni sus celebrantes han notado que la tesis sobre el fin-de-la-ideología de Bell no se refería al fin de la lucha social, sino el comienzo de una nueva fase, no restringida ni dirigida por ideologías.

Fué Seymour Lipset (en El Hombre Político), no Bell, quien anunció al mismo tiempo que “los problemas fundamentales de la Revolución Industrial han sido resueltos”, tan sólo algunos años antes de que los descontentos post- o meta-industriales entre los estudiantes universitarios hicieran a Lipset abandonar la universidad de Berkeley y buscar la tranquilidad relativa (y temporal) de Harvard.

Como indica Bell, Adam Smith en su Riqueza de las Naciones, pese a su entusiasmo por el mercado y la división del trabajo, estaba más alerta (y era más honesto) sobre el lado oscuro del trabajo, que Ayn Rand o los economistas de Chicago o cualquiera de los modernos seguidores de Smith. Como observó Smith: “el entendimiento de la mayoría de los hombres se forma necesariamente por sus ocupaciones habituales. El hombre que se pasa la vida efectuando unas cuantas operaciones simples… no tiene ocasión de ejercer su entendimiento… Por lo general se vuelve tan estúpido e ignorante como es posible que una criatura humana llegue a serlo.” He aquí, en pocas y simples palabras, mi crítica del trabajo. Bell, escribiendo en 1956, la Edad de Oro de la imbecilidad Eisenhoweriana y autosatisfacción estadounidense, identificó la crisis desorganizada e inorganizable de los setenta y más allá, la crisis que ninguna tendencia política es capaz de canalizar, la crisis que fué identificada en el reporte de la HEW, El Trabajo en América, la crisis que no puede ser aprovechada y, por lo tanto, es ignorada. Esa crisis es la rebelión contra el trabajo. No figura en ningún texto de ningún economista del laisez-faire — Milton Friedman, Murray Rothbard, Richard Posner — porque, en sus términos, como solían decir en Viaje a las Estrellas, “no computa”.

Si estas objeciones, formadas por el amor a la libertad, no convencen a los humanistas de tipo utilitario e incluso paternalista, existen otras que ellos no pueden despreciar. Para fusilarme el título de un libro:  

El trabajo es nocivo para tu salud.

De hecho, el trabajo es asesinato en masa o genocidio. Directa o indirectamente, el trabajo matará a la mayoría de los que lean estas palabras. Entre 14.000 y 25.000 trabajadores mueren en este país anualmente en el lugar de trabajo. Mas de dos millones quedan deshabilitados.

De veinte a veinticinco millones són heridos cada año. Y estas cifras se basan en una estimación muy conservadora acerca de qué constituye una herida relacionada con el trabajo. Por ejemplo, no cuentan el medio millón de casos de enfermedad ocupacional cada año. Hojeé un libro de texto médico sobre enfermedades ocupacionales y tenía 1.200 páginas. Incluso esto apenas es la punta del iceberg. Las estadísticas disponibles cuentan los casos obvios, como los 100.000 mineros que tienen el mal del pulmón negro, de quienes mueren 4.000 cada año, una tasa de mortalidad mucho mayor que la del SIDA, por ejemplo, que recibe tanta atención de los medios. Esto refleja la creencia sobreentendida de que el SIDA aflige a pervertidos que podrían controlar su depravación mientras que la extracción de carbón es una actividad sacrosanta e incuestionable. Lo que las estadísticas no muestran es que decenas de millones de personas ven reducidas sus expectativas de vida a causa del trabajo — que es lo que significa la palabra homicidio, después de todo. Considera a los doctores que trabajan hasta morir a los cincuenta y tantos. Considera a todos los otros adictos al trabajo.

Aún si no quedas muerto o inválido mientras trabajas, también puedes morir mientras vas al trabajo, regresas del trabajo, buscas trabajo, o tratas de olvidarte del trabajo. La gran mayoría de las víctimas del automóvil estaban realizando algunas de estas actividades obligadas por el trabajo, o cayeron víctimas de alguien que las hacía. A este conteo de cadáveres se debe añadir las víctimas de la contaminación auto-industrial y la adicción al alcohol y drogas inducida por el trabajo. Tanto el cáncer como las enfermedades cardíacas són aflicciones modernas cuyo orígen se puede rastrear, directa o indirectamente, hacia el trabajo.
El trabajo, entonces, institucionaliza el homicidio como forma de vida. La gente piensa que los Camboyanos estaban locos al exterminarse a sí mismos, pero ¿somos nosotros diferentes? El régimen de Pol Pot al menos tenía una visión, aunque borrosa, de una sociedad igualitaria. Nosotros matamos gente en el rango de las seis cifras (por lo menos) para vender Big Macs y Cadillacs a los que sobrevivan. Nuestras cuarenta o cincuenta mil muertes anuales en la autopista són víctimas, no mártires. Murieron por nada — o más bien, murieron por trabajar. Pero el trabajo no es algo por lo que valga la pena morir.

Malas noticias para los liberales:

el trasteo regulatorio es inútil en este contexto de vida-o-muerte.

La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional estaba diseñada para vigilar la parte central del problema, la seguridad en el puesto de trabajo. Incluso antes de que Reagan y la Corte Suprema la deshabilitasen, la ASSO era una farsa. Incluso en los tiempos en que el presidente Carter le otorgaba fondos generosos (para la norma actual), un puesto de trabajo podía esperar una visita sorpresa de un inspector de la ASSO cada 46 años.
El control estatal de la economía no es solución. El trabajo es más peligroso en los países con socialismo de estado de lo que lo es aquí. Miles de obreros rusos murieron o resultaron heridos construyendo el metro de Moscú. Existen montones de historias sobre desastres nucleares soviéticos encubiertos que hacen que Times Beach o Three Mile Island parezcan simulacros de ataque aéreo de escuela primaria. Por otro lado, la desregulación, de moda actualmente, no ayudará y probablemente hará más daño. Desde el punto de vista de la salud y la seguridad, el trabajo estaba en su peor momento en aquellos días cuando la economía se acercaba más al libre mercado.
Historiadores como Eugenio Genovese han argumentado contundentemente que — como decían los defensores de la esclavitud de antaño — los trabajadores asalariados en los estados del Norte de la Unión y en Europa vivían peor que los esclavos en las plantaciones del Sur. Ningún reajuste de las relaciones entre los burócratas y los empresarios parece hacer mucha diferencia a nivel de quienes hacen la producción. Si se impusieran seriamente incluso las normas más vagas de la ASSO, la economía se estancaría por completo. Los vigilantes aparentemente se percatan de ello, ya que ni siquiera intentan arrestar a los malechores.
Lo que he dicho hasta ahora no debería ser controversial. Muchos trabajadores están hartos del trabajo. Las tasas de ausentismo, despidos, robo y sabotaje por parte de empleados, huelgas ilegales, y flojera general en el trabajo són altas y van subiendo. Podría haber un movimiento hacia un rechazo consciente y no sólo visceral del trabajo. Y sin embargo, el sentimiento prevalente, universal entre los patronos y sus agentes, y muy extendida entre los trabajadores mismos, es que el trabajo mismo es inevitable y necesario.
Yo discrepo. Ahora es posible abolir el trabajo y reemplazarlo, hasta donde sirve a propósitos útiles, con una multitud de nuevos tipos de actividades libres. Abolir el trabajo requiere ir hacia él desde dos direcciones, cuantitativa y cualitativa. Por el lado cuantitativo, hemos de recortar masivamente la cantidad de trabajo que se hace. En la actualidad, la mayor parte del trabajo es inútil o peor, y deberíamos deshacernos de él. Por el lado cualitativo — y pienso que esta es la base del asunto, y el punto de partida nuevo y revolucionario — hemos de tomar el trabajo útil que queda y transformarlo en una agradable variedad de pasatiempos parecidos al juego y la artesanía, que no se puedan distinguir de otros pasatiempos placenteros, excepto que sucede que generan productos útiles. Sin duda eso no los hará menos estimulantes. Entonces, todas las barreras artificiales del poder y la propiedad se vendrían abajo. La creación se convertiría en recreación. Y podríamos dejar de vivir temerosos los unos de los otros.
No estoy sugiriendo que la mayoría del trabajo pueda salvarse de esta manera. Pero la mayoría del trabajo no vale la pena salvarlo.

Solo una fracción pequeña y menguante del trabajo sirve para algún propósito útil, aparte de la defensa y reproducción del sistema del trabajo y sus apéndices políticos y legales. Hace veinte años, Paul y Percival Goodman estimaron que sólo el cinco por ciento del trabajo que se hacía entonces — presuntamente la cifra, de ser exacta, es aún más baja ahora — bastaría para cubrir nuestras necesidades mínimas de comida, ropa, y techo. Su cálculo era sólo una aproximación educada, pero el punto clave está claro: directa o indirectamente, la mayor parte del trabajo sirve los propósitos improductivos del comercio o el control social. De inmediato podemos liberar a decenas de millones de vendedores, soldados, gerentes, policías, guardias, publicistas y todos los que trabajan para ellos. Es un efecto de avalancha, puesto que cada vez que dejas sin trabajo a un pez gordo, también liberas a sus lacayos y subordinados. Y entonces la economía implota.
El cuarenta por ciento de la fuerza laboral son trabajadores de cuello blanco, la mayoría de los cuales tienen algunos de los empleos más tediosos e idiotas jamás concebidos. Industrias enteras, seguros y bancos y bienes raíces por ejemplo, no consisten en nada más que mover papeles inútiles de un lado a otro. No es accidente que el “sector terciario”, el sector de servicios, esté creciendo mientras el “sector secundario” (industria) se atasca y el “sector primario” (agricultura) casi desaparece. Porque el trabajo es innecesario excepto para aquellos cuyo poder asegura, los trabajadores son desplazados desde ocupaciones relativamente útiles a relativamente inútiles, como una medida para asegurar el órden público. Cualquier cosa es mejor que nada. Es por eso que no puedes irte a casa sólo porque terminaste temprano. Quieren tu tiempo, lo suficiente para que les pertenezcas, aún si no tienen uso para la mayor parte del mismo. De no ser así, ¿por qué la semana de trabajo promedio no ha disminuído mas que unos cuantos minutos en los últimos cincuenta años?

A continuación, podemos aplicar el machete al trabajo de producción mismo. No más producción de guerra, energía nuclear, comida chatarra, desodorante de higiene femenina — y por sobre todo, no más industria automovilística digna de ese nombre. Un Barco de Vapor Stanley o un automóvil Modelo-T ocasionales estaría bien, pero el auto-erotismo del cual dependen nidos de ratas como Detroit y Los Angeles queda fuera del mapa. Con esto, sin haberlo intentado siquiera, hemos resuelto la crisis de energía, la crisis ambiental y un montón de otros problemas sociales insolubles.

Finalmente, debemos deshacernos de la mayor de las ocupaciones, la que tiene el horario más largo, el salario más bajo, y algunas de las tareas más tediosas. Me refiero a las amas de casa y el cuidado de niños. Al abolir el trabajo asalariado y alcanzar el desempleo total, atacamos la división sexual del trabajo. El núcleo familiar como lo conocemos es una adaptación inevitable a la división del trabajo impuesta por el moderno trabajo asalariado.

Te guste o no, tal como han sido las cosas durante los últimos cien o doscientos años, es económicamente racional que el hombre traiga el pan a la casa y que la mujer haga el trabajo sucio y le provea de un refugio de paz en un mundo despiadado, y que los niños sean enviados a campos de concentración juveniles llamados “escuelas”, principalmente para que no sean una carga tan grande para mamá pero aún sean mantenidos bajo control, pero también para que adquieran los hábitos de obediencia y puntualidad que tanto necesitan los trabajadores.

Si deseas deshacerte de la patriarquía, deshazte del núcleo familiar cuyo no pagado “trabajo invisible”, como dice Ivan Illich, hace posible el sistema del trabajo que a su vez hace necesario el núcleo familiar. A la lucha anti-armas nucleares está ligada la abolición de la infancia y el cierre de las escuelas. Hay más estudiantes de tiempo completo que trabajadores de tiempo completo en este país. Necesitamos a los niños como maestros, no estudiantes. Tienen mucho que contribuir a la revolución lúdica, porque ellos són mejores en el juego que las personas maduras. Los adultos y los niños no són idénticos, pero se harán iguales a través de la interdependencia. Sólo el juego puede cerrar la brecha generacional.
Aún no he mencionado siquiera la posibilidad de recortar el poco trabajo que aún queda por vía de la automatización y la cibernética. Todos los científicos, ingenieros y técnicos, liberados de molestarse en investigación de guerra y obsolecencia planeada, se la pasarían en grande inventando medios para eliminar la fatiga, el tedio y el peligro de actividades como la minería. Sin duda hallarán otros proyectos en qué divertirse. Quizás establezcan redes globales de comunicaciones multimedia o colonicen el espacio exterior. Quizás.
Personalmente, no soy fanático de los aparatos. No me interesa la idea de vivir en un paraíso donde sólo haya que presionar botones. No quiero que robots esclavos hagan todo; quiero hacer las cosas yo mismo. Existe, creo, un lugar para las tecnologías que ahorran trabajo, pero un lugar modesto. El registro histórico y pre-histórico no es esperanzador. Cuando la tecnología productiva pasó de caza-recolección a la agricultura y a la industria, el trabajo se incrementó mientras la especialización y la autodeterminación disminuyeron.

La evolución posterior del industrialismo ha acentuado lo que Harry Braverman llamó la degradación del trabajo. Los observadores inteligentes siempre han sido conscientes de ésto. John Stuart Mill escribió que todos los inventos para ahorrar trabajo que se han creado no han ahorrado ni un momento de trabajo. Karl Marx escribió que “sería posible escribir una historia de los inventos hechos desde 1830 para el único propósito de proveer al capital con armas contra las revueltas de la clase obrera”. Los tecnófilos entusiastas — Saint-Simon, Comte, Lenin, B.F. Skinner — han sido siempre completos autoritarios también; es decir, tecnócratas.

Deberíamos ser más que escépticos con las promesas de los místicos de las computadoras. Ellos trabajan como mulas; lo más seguro es que, si se salen con la suya, también el resto de nosotros lo hará. Pero, si tienen alguna contribución particular más subordinada a los propósitos humanos, pues escuchémosles.

Lo que realmente deseo es ver el trabajo convertido en juego.

Un primer paso es descartar las nociones de un “empleo” y una “ocupación”. Incluso las actividades que ya tienen algún contenido lúdico lo pierden si se reducen a empleos que ciertas personas, y sólo esas personas, se ven forzadas a hacer excluyendo cualquier otra cosa. ¿No es raro que los campesinos trabajen dolorosamente en los campos mientras sus amos van a casa cada fin de semana y se ponen a cuidar de sus jardines? Bajo un sistema de festejo permanente, presenciaremos una Edad de Oro de la creatividad que hará pasar verguenza al Renacimiento. No habrá más empleos, sólo cosas que hacer y gente que las haga.
El secreto de convertir el trabajo en juego, como demostró Charles Fourier, es acomodar las actividades útiles para tomar ventaja de lo que sea que diferentes personas disfrutan hacer en momentos diferentes. Para hacer posible que algunas personas hagan las cosas que disfrutan, bastará con erradicar las irracionalidades y distorsiones que afligen esas actividades cuando són convertidas en trabajo. Yo, por ejemplo, disfrutaría enseñando un poco (no demasiado), pero no quiero estudiantes que estén allí a la fuerza, y no me interesa adular a pedantes patéticos para obtener un profesorado.
Segundo, hay cosas que a la gente le gusta hacer de vez en cuando, pero no por demasiado tiempo, y ciertamente no todo el tiempo. Puedes disfrutar haciendo de niñera por algunas horas para compartir la compañía de los niños, pero no por tanto tiempo como sus padres. Los padres, mientras tanto, aprecian profundamente el tiempo que les liberas para sí mismos, aunque les molestaría apartarse de su progenie por mucho tiempo. Estas diferencias entre los individuos són lo que hace posible una vida de juego libre. El mismo principio se aplica a muchas otras áreas de actividad, especialmente las primarias. Así, muchos disfrutan cocinar cuando lo pueden hacer con seriedad, a su modo, pero no cuando sólo están recargando cuerpos humanos con combustible para el trabajo.

Tercero — aún sin cambiar todo lo demás — algunas cosas que no són satisfactorias si las haces sólo, o en un entorno desagradable, o bajo las órdenes de un supervisor, son agradables, al menos por un tiempo, si esas circunstancias cambian. Esto es cierto probablemente, hasta cierto punto, para todo trabajo. La gente utiliza su ingenio, de otro modo desperdiciado, para convertir las tareas repetitivas menos atrayentes en un juego, lo mejor que pueden. Las actividades que atraen a algunas personas no siempre atraen a todas, pero todo el mundo tiene, al menos en potencia, una variedad de intereses y un interés en la variedad. Como dice el dicho, “cualquier cosa, una vez”.

Fourier era el maestro en especular cómo a las inclinaciones aberrantes y perversas se les podría dar uso en la sociedad post-civilizada, que él llamaba Armonía. Pensaba que el Emperador Nerón pudo haber sido una buena persona si, de niño, hubiese podido complacer su gusto por la sangre trabajando en un matadero.

Los niños pequeños a quienes les encanta revolcarse en la suciedad podrían ser organizados en “Pequeñas Hordas” para limpiar los sanitarios y recoger la basura, otorgando medallas a los que destaquen. No estoy sugiriendo que sigamos estos mismos ejemplos, sino que veamos el principio subyacente, el cual me parece que tiene sentido como una dimensión de una transformación revolucionaria general. Ten en mente que no se trata de tomar el trabajo de hoy tal como lo encontramos y asignarlo a la gente adecuada, ya que algunos de ellos tendrían que ser realmente perversos. Si la tecnología cumple un papel en todo esto, no es tanto para eliminar el trabajo automatizándolo, sino para abrir nuevos espacios para la re/creación.

Hasta cierto punto podemos desear regresar a la fabricación a mano, que William Morris consideraba un resultado probable y deseable de una revolución comunista. El arte sería recuperado de las manos de esnobs y coleccionistas, abolido como departamento especializado sirviendo a una audiencia de élite, y sus cualidades de belleza y creación restauradas a la vida misma, de la cual fueron robadas por el trabajo. Da qué pensar el hecho de que las ánforas griegas a las que escribimos odas y guardamos en museos fuesen usadas en su tiempo para guardar aceite de olivo. Dudo que a nuestros artefactos cotidianos les vaya tan bien en el futuro, si es que hay uno. Lo que quiero decir es que no existe tal cosa como el progreso en el mundo del trabajo; más bien es lo opuesto. No deberíamos dudar en saquear el pasado por lo que tiene que ofrecer, los antiguos no pierden nada y nosotros nos enriquecemos.

Reinventar la vida cotidiana significa marchar más allá del borde de nuestros mapas. Es cierto que existe más especulación sugerente de lo que la mayoría de la gente se imagina. Aparte de Fourier y Morris — y hasta una pista, aquí y allá, en Marx — están los escritos de Kropotkin, los sindicalistas Pataud y Pouget, anarco-comunistas de antes (Berkman) y de ahora (Bookchin). La Communitas de los hermanos Goodman es ejemplar porque ilustra qué formas siguen a qué funciones (propósitos), y hay algo que sacar de los heraldos, a menudo borrosos, de la tecnología alternativa/apropiada/intermedia/convivencial, como Schumacher y especialmente Illich, una vez que desconectas sus cortinas de humo. Los situacionistas — tal como són representados por la Revolución de la Vida Cotidiana de Vaneigem y en la Antología de la Internacional Situacionista — són tan despiadadamente lúcidos como para ser estimulantes, aún si nunca llegaron a encajar bien su apoyo a las asociaciones de trabajadores con la abolición del trabajo. Sin embargo, es mejor su incongruencia que cualquier versión actual del izquierdismo, cuyos devotos buscan ser los últimos campeones del trabajo, porque si no hay trabajo no hay trabajadores, y sin trabajadores, ¿A quién organizaría la izquierda?

Así que los abolicionistas tendrían que actuar por su cuenta. Nadie puede decir qué resultaría de liberar el poder creativo aturdido por el trabajo. Cualquier cosa puede pasar. El gastado debate de libertad versus necesidad, que casi suena teológico, se resuelve sólo cuando la producción de valores de uso coexista con el consumo de deliciosa actividad lúdica.
La vida se convertirá en un juego, o más bien muchos juegos, pero no — como es ahora — un juego de suma cero. Un encuentro sexual óptimo es el paradigma del juego productivo; los participantes se potencian los placeres el uno al otro, nadie cuenta los puntajes, y todos ganan. Cuanto más das, más recibes. En la vida lúdica, lo mejor del sexo se mezcla con la mejor parte de la vida diaria. El juego generalizado lleva a la libidinización de la vida. El sexo, en cambio, puede volverse menos urgente y desesperado, más juguetón. Si jugamos bien nuestras cartas, podemos sacar más de la vida de lo que metemos en ella; pero sólo si jugamos para ganar.
Nadie debería trabajar. Proletarios del mundo… ¡descansad!

Bob Black es un anarquista estadounidense contemporáneo conocido principalmente por sus ideas críticas de la sociedad basada en el trabajo, entendido este como sacrificio en nombre de la producción
Ver también: http://www.inspiracy.com/black/


El Wu-Wei o No-Actuar, la Inaccion - significado real


El concepto oriental de Wu-Wei, no-accion, inaccion, que en occidente es tan a menudo mal interpretado es crucial para aquellos que estan en el camino. Acerquemonos a su comprension usando el lenguaje mejor adaptado a los trabajos espirituales : El Sanscrito.
En Sanscrito tenemos las dos palabras :


akarma = inaccion                     akarmakR^it.h = sin hacer nada


En la inaccion no hay esfuerzo, es natural. Al contrario, si pretendemos estar sin hacer nada, hay esfuerzo. Cuando la gente se sienta a meditar estan, en muchas ocasiones, tratando de no hacer nada. Y, les resulta muy dificil, lo ven como algo inalcanzable. Y, abandonan su practica. Cuando estamos inactivos, por el contrario, no hay esfuerzo ninguno. La inactividad viene tras un proceso de relajacion y abandono, no tras un proceso en el que intentamos imponernos a nosostros mismos algo, como la inmovilidad. 


La inmovilidad perfecta solo puede coexistir con una perfecta relajacion, con un perfecto abandono en el tao, en la providencia, en el fluir de las corrientes cosmicas. Se llega pues al Wu Wei, a la inaccion, a traves del camino de la relajacion y el abandono de si mismo. No se llega a traves del camino de la ciencia la moral o la religion o esforzandonos en algo. Simplemente relajacion y abandono en el tao.

Esto no significa inactividad. Si el tao requiere de nosotros una actividad cualquiera, por supuesto la realizamos. Y en accion, respetamos la no-accion.


La flor, durante la floracion esta en Wu Wei, no hace nada, simplemente es una flor, y florece.
Si la flor tuviera una mente similar a la humana comenzaria a preocuparse.y preguntarse : De que color seran mis nuevas hojas?. Podria acelerar mi proceso con un poco de fertilizante?. Donde venden el fertilizante?.


Cuanto cuesta?. Que dosis deberia emplear?. Sere mayor que la flor de al lado?.Este arbol de ahi no me gusta, como podria hacerlo desaparecer?. Etc, etc, etc.


Y empezaria a intentar estirarse para engrandecer sus petalos, y quizas aprenderia tai chi para favorecer su proceso de crecimiento.


El humano crea muchas mas entidades mentales que una flor. Y, dirige su actuacion de acuerdo con estas entidades mentales, en muchas ocasiones en una direccion diferente a la del fluir del tao en ese momento.


Esto genera karma. Es el pecado en nuestra tradicion judeo-cristiana. Si uno no actua de acuerdo con el fluir del tao, esta pecando. Y si uno trata de permanecer inmovil durante 40 minutos y el tao le requiere para danzar de alegria, esta pecando.
Por el contrario, cada vez que actuamos segun el fluir del tao, eliminamos karma. Lo borramos.


Hay que dejarse poseer por el tao y actuar segun sus requerimientos.
Hemos de ser como la flauta que ofrece su forma al viento para crear la melodia de la existencia.


La mayoria de las religiones institucionalizadas ofrecen versiones mas o menos comprensibles de esto.


La confesion de los cristianos no es la que borra el pecado. 

El pecado se borra una vez cumplida la penitencia impuesta por el confesor, si y solo si el confesor es un buen terapista y sabe aplicar una penitencia que elimine el karma generado con el pecado.

Pero, en lo que hemos dicho hasta ahora estamos todos mas o menos de acuerdo.exceptuando por supuesto a los fanaticos como cientificos, jerarquia religiosa, militares , politicos o burocratas.


Pero, y lo social?. Si de acuerdo, hemos entendido la inaccion e incluso comenzado a practicarla, pero, que podemos hacer desde un punto de vista colectivo.? 

 

Es Urgente No hacer Nada.
( especialmente los planificadores de guerras , mejor se estaban quietos)
 
Esta claro para todos que el actual nivel de crecimiento material de desarrollo material no es sostenible. Yin yang and tai chi chuan propone como solucion la adopcion a nivel mundial de tres dias de inactividad a la semana, no queremos decir con esto que los negocios deberian cerrar tres dias a la semana, sino que todas las personas deberian disfrutar de tres dias de inactividad por semana laboral. Los negocios, SIEMPRE abiertos, incluso por la noche.

Este escenario reduciria nuestra efectividad de destruccion del medio, crearia empleos etc, pero su mayor beneficio seria el rebajar el nivel de estres colectivo.


Las personas dispondrian de tiempo libre para dedicar a su desarrollo personal y para la practica del juego, tan necesario para la salud mental. 

Uno de los tres dias libres deberia dedicarse al servicio de la comunidad:

Repoblacion forestal; 
Hoteles Publicos Gratuitos; 
Organizacion de Fiestas; 
Cuidado de Enfermos; 
Juegos con los Niños y 
Ayuda Personal a los Necesitados........

son actividades que no polucionan demasiado y que deberian ser practicadas por todos los humanos al menos una vez a la semana.

Utopico? : No. Muchas comunidades en paises desarrollados estan ya organizadas asi. Es, no solo posible sino que imprescindible.


TENEMOS que reducir nuestro nivel de crecimiento actual. Y esta es una de las mas sencillas formas de conseguirlo.


Naturalmente acompañandolo de medidas como la libertad de jubilacion, la opertura y gratuidad de las universidades y hospitales y la creacion de un senado mundial, retiro para politicos honestos.


Y, conociendonos como nos conocemos, Este senado deberia controlar a un ejercito profesional y unico, integrado al principio por los ejercitos nacionales.


Es urgente que reduzcamos nuestro nivel de actividad. Personalmente puedes comenzar contigo mismo. Colectivamente puedes apoyar a los grupos que veas inclinados en este sentido.
Y, comienza a practicar meditacion cada dia.



s.

Escuela de Misterios - "Wei-Wu-Wei" from Ram Baires on Vimeo.

Escuela de Misterios - La técnica del no-hacer from Ram Baires on Vimeo.