Desde entonces el objetivo ha sido luchar por la soberanía alimentaria fortaleciendo la producción campesina mediante políticas públicas favorables y un proyecto alternativo para el campo y el país, incluyente, justo, sustentable y solidario.
- La producción nacional provea al pueblo mexicano de los alimentos básicos en vez de depender de las importaciones de comida. Por eso exigimos la Renegociación del capítulo agropecuario del TLCAN.
- Políticas públicas de desarrollo rural sustentable y con un Estado responsable.
- Apoyo y fomento a la agricultura campesina y reconocimiento a sus aportaciones productivas, económicas, sociales, ambientales y culturales.
- Se prohíba la liberación de maíz transgénico en México y se impida el control de la producción y comercialización del maíz por empresas transnacionales.
- Se prohíba el uso de alimentos para producir agrocombustibles.
- Se eliminen los monopolios alimentarios y se prohíba la publicidad engañosa en alimentos y bebidas chatarra. Los consumidores debemos ejercer nuestro derecho a decidir qué queremos comer. ¡No a las grandes corporaciones transnacionales y su publicidad engañosa que fomenta hábitos de consumo perniciosos para la salud!
- Se respete el Derecho constitucional la alimentación y se vigile su cumplimiento para todas y todos. El hambre no espera.
- Se respete el patrimonio territorial de las comunidades y los pueblos rurales de campesinos y comunidades indígenas ante el acoso de los megaproyectos de inversión que no toma en cuenta de forma real a las y los afectados.
- Exigimos se respete la vocación social de la tierra –ejidos, tierras comunales y pequeña propiedad-, y se detenga la actual reforma agraria, ya que atenta directamente contra la producción de alimentos campesinos.
La Campaña cumplió cinco años de vida. En su lanzamiento en junio de 2007 además de poner el tema del campo y los campesinos en la opinión pública nacional, se lanzaron 10 demandas, de las que tres ocuparon el lugar central:
- La renegociación del TLCAN, sacando al maíz y al frijol nacionales de este pacto para proteger nuestros granos ante la inminencia de la apertura comercial indiscriminada y total de granos y alimentos.
- La prohibición de granos transgénicos en el país, y la protección de semillas nativas.
- La exigencia de nuevas políticas públicas en defensa del campo, los campesinos y la soberanía y seguridad alimentarias.
“Alimentos campesinos para México ¡El hambre no espera!”
Reafirmando nuestras demandas, enfatizando el Derecho a la alimentación garantizado por la Constitución mexicana, la moratoria a la siembra de transgénicos y la demanda de políticas públicas de fomento a la producción campesina y por la soberanía alimentaria.
Reuniones y asambleas comunitarias, municipales, regionales, estatales; mesas redondas, foros de discusión, un foro nacional sobre reservas estratégicas de alimentos, un seminario sobre mujeres del campo, ferias campesinas, fiestas del maíz y el frijol, marchas, elotizas y hasta frijolizas en plazas públicas, campañas de rescate y reproducción de maíces nativos, cercos sanitarios contra los transgénicos, bancos vivos de granos, ceremonias prehispánicas, obras de teatro, pinturas murales, conferencias de prensa, programas de radio, videos, pronunciamientos, desplegados, volantes, pintas, pegas y mil otras maneras de difundir y llamar a la población a sumarse a la Campaña. Desde 2009, cada 29 de septiembre, a iniciativa de la Campaña Nacional Sin maíz no hay país se celebra el Día Nacional del Maíz, con ceremonias, comidas, actividades artísticas, culturales y sociales a lo largo y ancho de la República Mexicana y en países hermanos de América Latina y Europa denunciando la simulación, el desdén y la mediocridad de los gobiernos que ignoran a las mujeres y los hombres de maíz.
¿Cómo participar?
En todos los eventos han salido propuestas para construir juntos el país que queremos. La Campaña es pues un tequio campesino y urbano, resultado de la cooperación, de la unión de voluntades y de muchas voces que se hacen una para exigir una vida digna y justa para todas y todos los mexicanos.
Apoyemos y hagamos nuestras las demandas de las organizaciones campesinas e indígenas por la justicia y soberanía nacional.
- Consumamos productos campesinos, frescos, de calidad, con el sello de Comercio Justo México y de la economía solidaria. Compremos en mercados de barrio, tianguis, puestos y no en supermercados.
- Evitemos productos industrializados de grandes empresas agroalimentarias como: Bimbo, Maseca, Minsa, Bachoco, Nestlé, Cargill, Monsanto, entre otras.
- Denunciemos los abusos de los monopolios agroalimentarios.
- Impulsemos la producción y el consumo de alimentos nacionales e informemos al pueblo sobre los riesgos de autorizar el maíz transgénico en México.
- Participemos en las Movilizaciones por la Defensa de la Soberanía Alimentaria y la Reactivación del Campo Mexicano, y por un nuevo Presupuesto Rural.
Participa y únete: Las acciones son tan diversas como el país.
Imagina: Inventa acciones, nuevas actividades y compártelas.
Por un proyecto alternativo para el campo y el país, incluyente, justo, sustentable y solidario.
Salvemos el campo para salvar a México.
¡Pon a México en tu boca!
www.sinmaiznohaypais.org
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