? Sabes porqué utilizas Windows? ¿O sabes porqué usas Macintosh (Apple)? ¿Lo haces porque son más chulos? ¿Porque funcionan mejor? ¿Porque no dan problemas? ¿Quizás porque son un indicativo de tu estatus social?
El último —y gravísimo— atropello planificado por parte del principal constructor de interfaces “amigables” tiene el nombre de TCPA/Palladium y pretende universalizar el software propietario con código malicioso incorporado. Hoy son las empresas las que «legislan» de facto mediante la tecnología y, de imponerse dicho sistema —una auténtica conspiración de Microsoft e Intel contra libertades básicas de las personas—, permitiría realmente la censura remota, la intrusión y el control de los ordenadores personales por parte de las corporaciones multimedia y de los gobiernos, a espaldas del usuario y sin su consentimiento.
La «cultura de la interfaz» se ha impuesto, pero para llegar a ese punto ha hecho falta un largo recorrido salpicado de guerras no declaradas, una auténtica «lucha de clases en el escritorio» que nos ha llevado desde la línea de comandos hasta las vistosas interfaces gráficas actuales. Es precisamente esa historia la que
nos narra, de forma amena y desenfada, Neal Stephenson, autor por cierto de algunas de las mejores novelas de ciencia-ficción de la última década, tales como Snow Crash y Criptonomicón.
Existe una comunidad, una cultura compartida, de programadores expertos y gurús de redes, cuya historia se puede rastrear décadas atrás, hasta las primeras minicomputadoras de tiempo compartido y los primigenios experimentos de Arpanet. Los miembros de esta cultura acuñaron el término hacker. Los hackers construyeron la Internet. Los hackers hicieron del sistema operativo Unix lo que es en la actualidad. Los hackers hacen andar Usenet. Los hackers hacen que funcione la WWW.
Tal circunstancia no responde a ninguna clase de nostalgia o excentricidad, ni se debe solo a una decisión técnica, sino política, pues con ello se han mantenido intactos el poder y la capacidad de decisión del usuario sobre lo que hace su máquina.
La obra que presentamos constituye un ensayo sobre el pasado y el futuro de los ordenadores personales, un recorrido personal y subjetivo —pero no por ello menos preciso— a través de la evolución de los sistemas operativos que el autor ha conocido —Windows, MacOS, Linux, BeOS— y de la actitud que han representado a lo largo del tiempo cada uno de ellos en el uso, y el tipo de usuario a los que ha dado lugar. No es un libro que trate de evaluar o comparar técnicamente las prestaciones de los distintos sistemas operativos, ni que aborde la típica (y artificiosa) controversia entre usuarios de Mac y de Windows.
La alternativa al software propietario no es otro software propietario que funcione mejor o sea más vistoso, o nos salga gratis; el camino adecuado es un software que devuelva a los usuarios de ordenadores el poder y la libertad que han ido perdiendo a lo largo del tiempo o, aún más, que permita a los usuarios autoorganizarse: ese, y no otro, es el valor del software libre, mucho más que sus excelencias técnicas, las cuales siendo indiscutibles, no dejan de ser un hecho circunstancial. ¿Y qué es lo que caracteriza pues al software libre? el permiso de copiar, modificar y redistribuir el código (incluyendo su venta), con una única restricción que se puede sintetizar con el título del himno de Caetano Veloso y del Mayo francés: «prohibido prohibir», y que los hackers comprimen aún más llamándolo «copyleft».
de aceptar la entrega ciega e incondicional a sus productos. Neal Stephenson muestra que no es oro todo lo que reluce debajo de esa metáforas visuales y esos vistosos y (se supone) intuitivos escritorios, que se han impuesto a costa de un ejercicio tramposo de idealización equivalente a las películas de Walt Disney.
Esta es una parte de la introducción del libro “En el principio… fue la línea de comandos” con adaptación libre realizada por genteconconciencia.org, libro que te puedes descargar completo desde aquí.
COMENTARIO DE UN LECTOR:
yo ando de “acá pallá” y sin miramientos ( mis hermanos se horrorizan ) pero con amor y agradecido, con un mac,, y aunque es cierto que no me ha dado una queja en los años que llevamos juntos ( gracias a los horrorizados que me lo regalaron a petición mía ),,
el que me da envidia es mi hermano menor que lo primero que hace con un ordenador ( ahora está con el segundo después de pasarle el primero a nuestro sobrino ) es cargarle ubuntu ( me parece ),, y que me ha dejado claro lo que haré si algún día este que escribe decide que es su hora de “cambiar de aires”.
Por lo que he visto: NO HAY COLOR
Sin restricciones, sin abusos indeseados e ineficientes en cargas innecesarias, con accesos que los macventanas imposibilitan a sus “usuarios” ( o serán “usados”??), sin hacer cosas sin que se enteren los “usados” ( o “usuarios”, ya no sé ),, etc.,etc.
Gracias Mino, de nuevo: no lo conocía,,
ORIGEN ARTICULO:
http://soymino.wordpress.com/2011/09/15/windowsapplelinux/
No hay comentarios:
Publicar un comentario