lunes, 3 de enero de 2011

EL CEREBRO DE LAS PLANTAS

Stefano Mancuso, pionero en el estudio de la neurobiología de las plantas


Las plantas son organismos inteligentes, pero se mueven y toman decisiones en un tiempo más largo que el del hombre.


Hoy sabemos que tienen familia y parientes y que reconocen su cercanía. Se comportan de manera totalmente distinta si a su lado hay parientes o hay extraños. Si son parientes no compiten: a través de las raíces, dividen el territorio de manera equitativa.

¿Un árbol puede voluntariamente mandar savia a una planta pequeña?
Sí. Las plantas requieren luz para vivir, y para que una semilla llegue a la luz deben pasar muchos años; mientras tanto, son nutridas por árboles de su misma especie.

Los cuidados parentales sólo se dan en animales muy evolucionados y es increíble que se den en las plantas.

Entonces, se comunican.

Sí, en una selva todas las plantas están en comunicación subterránea a través de las raíces. Y también fabrican moléculas volátiles que avisan a plantas lejanas sobre lo que está sucediendo.

¿Por ejemplo?

Cuando una planta es atacada por un patógeno, inmediatamente produce moléculas volátiles que pueden viajar kilómetros, y que avisan a todas las demás para que preparen sus defensas.

¿Qué defensas?

Producen moléculas químicas que las convierten en indigeribles, y pueden ser muy agresivas. Hace diez años, en Botsuana introdujeron en un gran parque 200.000 antílopes, que comenzaron a comerse las acacias con intensidad. Tras pocas semanas muchos murieron y al cabo de seis meses murieron más de 10.000, y no advertían por qué. Hoy sabemos que fueron las plantas.

Demasiada predación.

Sí, y las plantas aumentaron hasta tal punto la concentración de taninos en sus hojas, que se convirtieron en un veneno.

¿Las plantas también son empáticas con otros seres?


Es difícil decirlo, pero hay una cosa segura: las plantas pueden manipular a los animales. Durante la polinización producen néctar y otras sustancias para atraer a los insectos. Las orquídeas producen flores que son muy similares a las hembras de algunos insectos, que, engañados, acuden a ellas. Y hay quien afirma que hasta el ser humano es manipulado por las plantas.
¿. ..?
Todas las drogas que usa el hombre (café, tabaco, opio, marihuana...) derivan de las plantas, ¿pero por qué las plantas producen una sustancia que convierte a humanos en dependientes? Porque así las propagamos. Las plantas utilizan al hombre como transporte. Hay investigaciones sobre ello.

Increíble.

Si mañana desaparecieran las plantas del planeta, en un mes toda la vida se extinguiría porque no habría comida ni oxígeno. Todo el oxígeno que respiramos viene de ellas. Pero si nosotros desapareciéramos, no pasaría nada. Somos dependientes de las plantas, pero las plantas no lo son de nosotros. Quien es dependiente está en una situación inferior, ¿no?
...
Las plantas son mucho más sensibles. Cuando algo cambia en el ambiente, como ellas no pueden escapar, han de ser capaces de sentir con mucha anticipación cualquier mínimo cambio para adaptarse.

¿Y cómo perciben?

Cada punta de raíz es capaz de percibir continuamente y a la vez como mínimo quince parámetros distintos físicos y químicos (temperatura, luz, gravedad, presencia de nutrientes, oxígeno).

Es su gran descubrimiento, y es suyo.

En cada punta de las raíces existen células similares a nuestras neuronas y su función es la misma: comunicar señales mediante impulsos eléctricos, igual que nuestro cerebro. En una planta puede haber millones de puntas de raíces, cada una con su pequeña comunidad de células; y trabajan en red como internet.
Ha encontrado el cerebro vegetal.
Sí, su zona de cálculo. La cuestión es cómo medir su inteligencia. Pero de una cosa estamos seguros: son muy inteligentes, su poder de resolver problemas, de adaptación, es grande. Hoy sobre el planeta el 99,6% de todo lo que está vivo son plantas.

... Y sólo conocemos el 10%.

Y en ese porcentaje tenemos todo nuestro alimento y la medicina. ¿Qué habrá en el restante 90%?... A diario, cientos de especies vegetales desconocidas se extinguen. Tal vez poseían la capacidad de una cura importante, no lo sabremos nunca. Debemos proteger las plantas por nuestra supervivencia.

¿Qué le emociona de las plantas?

Algunos comportamientos son muy emocionantes. Todas las plantas duermen, se despiertan, buscan la luz con sus hojas; tienen una actividad similar a la de los animales. Filmé el crecimiento de unos girasoles, y se ve clarísimo cómo juegan entre ellos.
¿Juegan?
Sí, establecen el comportamiento típico del juego que se ve en tantos animales. Cogimos una de esas pequeñas plantas y la hicimos crecer sola. De adulta tenía problemas de comportamiento: le costaba girar en busca del sol, le faltaba el aprendizaje a través del juego. Ver estas cosas es emocionante.

martes, 28 de diciembre de 2010

Italia: Esperanza televisiva : PROGRAMA VIENI VIA CON ME

Tenemos la sensación generalizada de que la televisión se ha convertido en un vertedero de frivolidad, mal gusto y sensacionalismo. Sin duda es verdad, y el paradigma de ese modelo es el estilo berlusconiano de la televisión italiana. Por ello es motivo de doble alegría saber que también en Italia surgen propuestas esperanzadoras.  Italia: Esperanza televisiva
Se trata del programa Vieni via con me (Ven conmigo), que, desde el 8 de noviembre, todos los lunes bate record de audiencia con diez millones de espectadores.

Se emite en la cadena pública RAI 3, y lo presentan el periodista Fabio Fazio y el escritor Roberto Saviano, conocido por ser el autor de Gomorra y estar amenazado de muerte por la Camorra.


En el programa podemos encontrar:

- al Premio Nobel de Literatura Dario Fo declamando fragmentos de El Príncipe de Maquiavelo; 
- al fiscal nacional antimafia Pietro Grasso, leyendo la lista de lo que necesita para capturar a los jefes de la mafia; 
- a un cura que presenta la experiencia de cultivo de las tierras confiscadas a los mafiosos para producir aceite, pasta y mozzarella. 

Roberto Saviano, con monólogos de diez minutos, habla de los estudiantes muertos en el terremoto de L'Aquila el pasado año o de los motivos por los que las calles de Nápoles siguen repletas de basura.

La experiencia -señala en El País Lucía Magi- muestra que “los espectadores no son una masa narcotizada por los muslos desnudos y los besos rogados de los reality o los gritos de las tertulias”.

Basta observar el dato de que Vieni via con me ha doblado la audiencia del programa Gran Hermano que se emite el mismo día a la misma hora en Canale 5, propiedad de Berlusconi.

Al final parece que la gente no está tan idiotizada como nos quieren hacer creer o intentan hacerla. Así que no venga ninguna televisión diciendo que emiten basura porque es lo que la audiencia pide.

http://www.pascualserrano.net/noticias/esperanza-televisiva

miércoles, 22 de diciembre de 2010

sábado, 18 de diciembre de 2010

La naturaleza tiene otras leyes




En Tanzania, concretamente, en el parque de Serengueti, cuando comienza la temporada de lluvias, los ríos se desbordan de sus cauces. Este es el momento también en que los animales de aquel lugar emigran a zonas más adecuadas para su supervivencia y se ven obligados a enfrentarse a las crecidas de las aguas para llegar a su destino. Este año, las crecidas han sido especialmente importantes y turbulentas y no ha sido tarea fácil para los mamíferos más jóvenes, que se han visto con serias dificultades para no perecer ahogados.

El hipopótamo, al que se dedica este post, a diferencia de lo que haría habitualmente, atacando a animal de cualquier otra especie que se acerca al río donde él se baña en su territorio, pone aquí un empeño heróico en salvar a dos crías, una de antílope y otra de cebra. Por alguna razón, eligió a esos animales, entre los más indefensos, para acercar su morro al cuello de los animales y ayudarles a salir a flote.

Este ejemplo de cooperación espontánea entre especies diferentes no es nada raro en la naturaleza. Este caso me emociona especialmente porque el animal consigue salvar a dos pequeñas crías.

Es un ejemplo maravilloso de las perlas preciosas que esta Tierra lleva en su seno y que nosotros, los seres humanos, aun conservamos también.

Ese es el espíritu que nos salvará.

jueves, 16 de diciembre de 2010

QUE SE VAYAN TODOS

El jefe de un partido de izquierda francés retoma la consigna de la Argentina de la crisis, en 2001. Se inspira también en la "revolución ciudadana" de Rafael Correa. Sus críticos lo comparan con Chávez y lo acusan de populista y maniqueo

Jean-Luc Mélenchon ha logrado sacudir el debate político francés con su recién publicado libro Qu'ils s'en aillent tous! Vite, la révolution citoyenne (¡Qué se vayan todos! Rápido, la revolución ciudadana). Este ex senador de 59 años -hoy eurodiputado- militó durante muchos años en el Partido Socialista, cuyas filas abandonó en 2008 para fundar el Partido de la Izquierda, así, sin más aditamentos. Desde allí, busca encabezar una coalición progresista más amplia que lo lleve a la presidencia en 2012. De momento, goza una imagen positiva del 22% y un rechazo del 35 por ciento.

Tanto Mélenchon, como sus simpatizantes y críticos, reconocen la inspiración sudamericana de su discurso. El diario Libération habla de una "derivación francesa del «que se vayan todos» [en castellano en el original], eslogan de los manifestantes argentinos durante la crisis económica de 2001".

Mélenchon predice que el "que se vayan todos" será "el eslogan de millones de personas", porque está convencido de que, fruto de la crisis, también en Europa se producirán "revoluciones por las urnas", como las hubo, según él, en América Latina en la primera década de este siglo. La revuelta popular está en marcha, anuncia, a imagen y semejanza de Sudamérica, donde las "revoluciones ciudadanas derribaron a los poderosos".

En el libro, el eurodiputado esboza los pasos de la esta "revolución ciudadana", que debutaría con una "constituyente", y en cuyo programa se inscribirían el "fin de la mercantilización de la educación, la liberación de los medios, el aumento de los salarios, la planificación ecológica, la salida del Tratado de Lisboa [que estableció la constitución europea]", entre otros.

El jefe del Partido de la Izquierda está convencido de la necesidad de "reoxigenar toda la representación nacional" de la cual parece olvidar que fue parte: en 1986, y con sólo 35 años, se convirtió en el senador más joven y ocupó una banca en el Palacio de Luxemburgo por más de 20 años. Ello no le impide hoy lanzar diatribas contra el sistema y convocar a la ciudadanía a una refundación republicana.

Algunos recuerdan que, como ministro (de Formación Profesional entre 2000 y 2002 durante el gobierno del socialista Lionel Jospin), no mostraba la misma indignación ante la injusticia social que hoy lo motoriza y lo lleva a un frenético recorrido mediático para promover su gesta refundacional.



Un discurso que divide

Directo, verborrágico y colérico, llegó a tratar de "hijo de p..." y de "servil" al presentador del noticiero de France 2, David Pujadas. No falta quien lo compara con Hugo Chávez, pero no sólo por sus excesos orales, sino también, por su ropaje populista de izquierda. Como el bolivariano, Mélenchon también ha elegido a los ricos y a los periodistas como enemigos.

En La Voix du Nord, el editorialista Jean-Michel Bretonnier lo describe como un "hombre inteligente, buen conocedor de la historia y sus complejidades, que ha, deliberadamente, elegido el registro somero del exabrupto y la postura rústica del peleador". "Podría ser folklórico, es peligroso", advierte.

No es el único que siente rechazo ante el discurso maniqueo de Mélenchon, que coloca en el campo de los malos a excluir del sistema a los empresarios, a los periodistas, a la derecha y a los más "liberales" entre ex camaradas socialdemócratas.

Bretonnier dice que esta "instauración" de la "moral social" como "referencia suprema", en realidad "divide a una sociedad que verdaderamente no tiene ninguna necesidad de ello". En concreto, el editorialista ve un peligro en este discurso: el de considerar que la democracia no corre ningún peligro, "mientras el populismo se extiende en Europa y la debilita".

El libro de 142 páginas de Mélenchon, que algunos tildan de panfleto, destila enojo y agresividad. Expresa, ciertamente, el hartazgo de una situación dada y la bronca acumulada de una sociedad. Y busca deliberadamente una analogía con los procesos vividos por varios países sudamericanos. No sólo la Argentina está en la mente del titular del Partido de la Izquierda, sino también Venezuela, Ecuador y Bolivia.


El plan

"La revolución ciudadana, dice Mélenchon, es el concepto propuesto en Ecuador por Rafael Correa durante la elección presidencial de 2006, que ganó. Esta revolución fue primero constitucional. Por referéndum otorgó plenos poderes a la «Asamblea Nacional constituyente». El gobierno es llamado «Gobierno de la Revolución ciudadana»'".

Esto da una pista de lo que le espera a Francia en el caso, de momento hipotético, de que Mélenchon llegue a la primera magistratura: cambio de la constitución de la Vª República y convocatoria a una Asamblea Constituyente para que todos los franceses participen de la reelaboración colectiva del pacto nacional. Una refundación necesaria para devolverle legitimidad a los poderes del Estado, según esta perspectiva. "La refundación republicana de nuestro país debe ser la de la sociedad misma, en sus compartimentos: la empresa, el barrio, la comuna, el departamento, el establecimiento escolar. En todas partes la ciudadanía debe estar al mando".

Por supuesto que también tiene un discurso redistribucionista, siendo su objetivo "recuperar" los 195 mil millones de euros de los que se apropian anualmente los "rentistas" desde hace 25 años. Aunque no da mucho detalle de cómo lo logrará, recuerda que en Francia hay 8 millones de pobres y la cifra crece.

Finalmente, el hombre se revela antieuropeísta. "Esta Europa no es la solución. Esta Europa es el problema", afirma.

domingo, 12 de diciembre de 2010

PASATE a UBUNTU linux


Linux es mejor que Windows y además fomenta una sociedad mejor

A grandes rasgos se podría decir que hoy en día Linux está en condiciones de ofrecer lo mismo que ofrece Windows pero de un modo más racional. Dada esta situación no queda otra que contemplar Windows como una corporación que está usurpando un espacio de todos a base intentar mantener el monopolio que ha formado desde finales del siglo pasado. En cuanto a este aspecto Windows no es más que un pequeño grupo de personas reteniendo algo que podría y debería ser del dominio de todos con el único fin del provecho económico. Así pues algo aparentemente tan banal como un sistema operativo acaba por ser un medio más de control de la sociedad y una justificación de un sistema económico y político que perjudica a muchos en beneficio de unos pocos.

Aunque, como no podría ser de otra manera hay defensores de ambos sistemas operativos, mi experiencia me dice que los defensores de Windows suelen tener como fondo principal y velado de sus argumentos la sumisión a un “gran poder” establecido (en este caso Microsoft). No voy a negar que existan apartados “más desarrollados” en Windows como, por ejemplo, la mayor cantidad de programas. Pero lo fundamental es que en esencia Windows es un sistema operativo que ya nace “enfermo” y que, como tal, no permitirá que algo sano se desarrolle plenamente si se desarrolla desde él. Comenzaré justificando a Linux como sistema operativo frente a Windows desde ahí buscaré comprender las implicaciones socioeconómicas que se derivan.

Windows, al ser software propietario, no puede permitir que el resto de las personas tengan acceso a su código. Solamente este hecho ya hace que sea fácilmente susceptible a múltiples ataques (virus, malaware, etc…). Cualquier usuario de Windows habrá pasado por la experiencia de que un fichero o programa se ejecuta por cuenta propia y realiza las acciones que él quiere sin consentimiento y/o sin conocimiento del usuario. En Linux no sucede así. Al estar a la vista el código los virus tienen muchas más dificultades para “esconderse” y ser funcionales. Tampoco hay que olvidar que donde hay una ley siempre puede haber una trampa. Linux, al igual que cualquier sistema operativo, tiene agujeros de seguridad que lo hacen susceptible de recibir ataques. La diferencia principal con Windows es que, al estar el código a la vista, existe una amplia comunidad que puede solventar el problema en muy poco tiempo. De esta forma es frecuente que cualquier agujero en el sistema de Linux sea solventado en muy poco tiempo, cosa que es mucho más lenta en Windows. Pero la poca transparencia en el código tiene más implicaciones porque las sucesivas versiones de Windows deben de buscar un mínimo de compatibilidad entre ellas. Algo que genera muchas más líneas de código y, por tanto, una infinidad mayor de rodeos para que el ordenador realice la misma operación. En Linux no existe este importante problema de compatibilidad porque la actualización completa del sistema operativo se hace de forma gratuita. Así que los programadores no necesitan multiplicar excesivamente las líneas de código ni el número de operaciones que debe realizar el sistema operativo para que una misma función sea compatible en distintas versiones del sistema operativo.

Todo lo anterior no sería más que una serie de diferencias entre dos productos. Se podría pensar que parece más lógico uno que otro pero, a fin de cuentas, es como si nos equivocamos de nevera a la hora de hacer la compra. Lo peor que nos pasaría es que su rendimiento sería peor pero sin mayores implicaciones. Con Linux no sucede así. Es muy conocida la circunstancia de que los adeptos a Linux lo son en buen número porque representa un modo de vida. Aunque podría parecer excesiva esta calificación y de hecho muchas veces se satiriza no sin motivo, lo cierto es que Linux supone un modo de relacionarse y de interactuar más próximo al de un ideal humanista.

En su mayor parte Linux se basa en el “todo es de todos”. Ya no es necesario estar comprando los programas como en Windows porque una aplicación creada por alguien en el otro lado del planeta puede estar disponible para que la use cualquiera. Podría alegarse que también multitud de usuarios de Windows disponen de cualquier aplicación “gratuitamente”. La diferencia es que esta “gratuidad” no suele ser más que un robo, que es lo que realmente está en el fondo del “pirateo” común. Si se escoge la opción moralmente más adecuada (la de no robar) nos encontraremos con que, o bien nos gastamos un dineral que no está al alcance de mucha gente, o bien optamos por programas de escasa valía que poco nos ayudarán con la mayor parte de necesidades más comunes. En el primer caso se estará fomentando la banalización del robo y la consiguiente orientación del carácter que conlleva. Como todo el mundo obtiene lo que quiere robando el robo se banaliza pasando a ser irrelevante y, lo que es peor, asumido socialmente como una forma aceptada de dirigirse en la vida. Para el segundo caso simplemente nos encontraremos con que hemos perdido el tiempo con la adquisición de un ordenador. Pero el que se comparta la propiedad en Linux tiene otras connotaciones porque también se fomenta un ambiente en el que el objetivo ya no es poseer las mejores aplicaciones o sistemas operativos (con la consiguiente diferenciación de clases sociales entre sus usuarios), sino en buscar la forma de compartirlas. De esta manera, aunque el contexto no implique necesariamente las buenas actitudes, sí que las fomenta. Es conocido que los usuarios de Linux suelen ser gente creativa y con iniciativa, algo que viene dado porque el propio sistema permite innovarse y adecuarse a los gustos de los usuarios con lo que el que quiera tiene margen para la iniciativa y el desarrollo personal.

Aunque pueda haber similitudes entre distintos sistemas operativos, lo cierto es que al entrar en uno nuevo entramos en un mundo y en un estado de cosas diferenciado con sus propias reglas. Esto hace que cambiar a otro sistema operativo sea algo que requiera de un cierto grado de valentía. A mi juicio el tránsito que fácilmente se puede encontrar un neófito que decida cambiarse a Linux después de estar usando Windows durante toda su vida es bastante parecido al que describe Platón en el mito de la caverna. De igual manera es fácil que alguien que no conoce nada distinto piense que su hábitat es el mejor o el natural, y que incluso tenga problemas para acostumbrarse a algo más lógico y verdadero después de haber permanecido siempre bajo algo que se ha desarrollado por el camino torcido. Microsoft, como gran corporación que es, lo sabe y busca aprovecharse de este factor para seguir controlando la opinión de los usuarios y que así se sigan manteniendo fieles a su producto y a lo que conlleva. Es por esto que Microsoft busca menospreciar el software libre mediante campañas publicitarias, fomentando el mito de que algo gratis no puede ser de igual valor que algo de pago o, si nos atenemos a lo que descubre Wikileaks, haciendo juego sucio para impedir el desarrollo del software libre. Una de las formas que tiene el capital para buscar perpetuarse.

http://ricardoiglesiasfernandez.blogspot.com/2010/12/linux-es-mejor-que-windows-y-ademas.html