En este nuevo establecimiento los libros son gratuitos; si quieres puedes contribuir con una ayuda o donando obras
sábado, 6 de octubre de 2012
Libreria gratuita - LIBROS LIBRES
Ademas tenemos la oportunidad de donar esos estupendos libros que no hemos tocado en tanto tiempo, y que van a encantar a otras personas.
En este nuevo establecimiento los libros son gratuitos; si quieres puedes contribuir con una ayuda o donando obras
LIBROS LIBRES
Lugar: Madrid - Calle Covarrubias
En este nuevo establecimiento los libros son gratuitos; si quieres puedes contribuir con una ayuda o donando obras
El
libro es, sin duda, el perfecto producto cultural anticrisis. No
resulta demasiado caro y permite mucho tiempo de entretenimiento y
formación, así que la ratio euros/hora sale bastante rentable, sin
contar los demás beneficios que producen en el espíritu del lector. Y
además, el libro no ha sufrido la brutal subida del IVA en la cultura.
Pero, ¿y si hubiera una librería donde los libros fueran completamente
gratuitos? ¿En qué cabeza cabe?
Puede parecer una locura, pero en eso consiste el proyecto Libros Libres (Covarrubias, 7, bajo derecha) que recientemente ha abierto sus puertas en el madrileño barrio de Chamberí.
Un espacio pequeño y acogedor con las paredes repletas de libros donde
uno puede presentarse y elegir los volúmenes que quiera. Aquí no hacen
falta guardias de seguridad, alarmas o arcos magnéticos: todo es gratis.
“Es un proyecto alejado de los vínculos económicos, puedes venir tengas dinero o no”, explica Alejando de León,
uno de los promotores. “Queremos facilitar el acceso gratuito a la
lectura y al cine [también tienen un videoclub en el que duerme un
enorme oso panda de peluche]. Aquí los suscriptores no tienen ninguna
ventaja sobre los no suscriptores. Los que no puedan permitirse pagar la
suscripción, pueden venir igualmente”. La ayuda que piden es de 12 euros al año,
es decir, un euro de nada al mes, lo que cuesta un café, que diría un
político despistado. Como explican, no es necesario pagar si no se
puede, pero hay gente solidaria que incluso decide ayudar con 50 o 100
euros. Por supuesto, también se puede colaborar donando libros,
esta es una parte importante del flujo de volúmenes, o trayendo café,
tarta o cualquier otra cosa rica. Necesitan 365 suscriptores para que el
proyecto sea viable económicamente y continúe después del primer año de
andadura. Y no va mal la cosa: en los primeros 12 días abiertos
consiguieron más de 120 socios.
Una
cosa que sorprende es la calidad de los libros que aquí se encuentran.
Muchos de ellos fueron donados por fundaciones y editoriales, y no
conforman el típico cementerio de libros sin interés y hechos polvo que
se ven en otros locales con propuestas parecidas, como bares con bookcrossing en los que solo quedan residuos editoriales bastante tóxicos o destartaladas bibliotecas de asociaciones o centros socialesokupados.
“La gente que viene no trae libros malos, trae libros interesantes, que
piensan que pueden gustar a la gente, en buenas ediciones. No esos que
nadie quiere tener en casa”, explica Elisa Ortega,
otra de las promotoras. Libros de editoriales potentes, algunas
novedades, y repartidos en diferentes secciones de Infantil a Poesía o
Filosofía: “esta sección es continuamente reordenada por los estudiantes
de filosofía que vienen, se ve que no soportan ver a Platón al lado de
Ortega y Gasset…”, bromea De León.
Y
es que la gente se entusiasma con este proyecto. Muchos se han ofrecido
para trabajar voluntariamente en este espacio, donde uno puede además
sentarse a leer en un mullido sofá o hacer consultas en un ordenador. La
verdad es que es el lugar ideal para que se forme una espontánea
tertulia de lectores habituales, como dice la leyenda que se forma en
las buenas librerías en torno a un buen librero. Por lo pronto, los
organizadores ya barajan la posibilidad de organizar talleres o
proyecciones y abrir nuevas posibilidades para este espacio.
El proyecto está inspirado en The Book Thing of Baltimore,
una gran librería gratuita en esta ciudad estadounidense. “Un hombre
empezó recogiendo libros, los que consideraba buenos, y los vendía a
unos 50 céntimos. Los guardaba en su garaje, pero tenía tantos que
empezó a repartirlos de manera gratuita. Tanta gente se interesó por el
proyecto que el garaje se le quedó pequeño y tuvo que mudarse a otro
almacén. Ahora entran y salen de ese local miles de libros semanalmente.
Se ha hecho muy famoso en la región”, explica Ortega. 150.000 libros por persona y día es el límite que se han puesto, en clave de humor, en The Book Thing.
En el caso madrileño, Libros Libres nació de la ONG Grupo 2013,
un grupo de más de 100 voluntarios que se dedica a dar clases a niños
con dificultades académicas (y de otros tipos) que sufren riesgo de
exclusión social. En el extranjero colaboran con diferentes centros
educativos, envían libros (dentro del proyecto Algo para leer, del que
surgió la librería) y tienen a 125 niños becados en países como Nepal,
Nicaragua, Colombia, etc.
¿Y
qué piensa de esto el atemorizado sector librero y editorial? “Nosotros
no nos vemos como competencia sino como complemento. Al final, la
cultura genera más cultura, se fomenta el hábito de lectura. Algunas
editoriales nos han donado libros y no hemos tenido quejas”, explican
los libreros. Curiosamente Libros Libres se inauguró por las mismas
fechas que se inauguró, con gran algarabía, el nuevo coloso de las
librerías madrileñas, La Central de Callao.
Con
la que está cayendo faltan las excusas para no pasarse por Libros
Libres a liberar tus libros o a coger otros libros ya liberados. Y
luego, a refugiarse a leer en un buen sofá mientras fuera el mundo se
derrumba.
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