martes, 8 de diciembre de 2015

Finlandia dara una renta basica de 800 euros al mes

NUNCA VOLVERA A HABER TRABAJO CLASICO PARA TODOS....
MEJOR 
OLVIDEMOS EL TRABAJO Y MIREMOS A LA SOCIEDAD DE OTRA MANERA. 

Para empezar esto es la primera idea:

¿Qué debe hacer un gobierno que ingrese más de lo que que gasta? Si se hace esta pregunta a un liberal, la respuesta sería, “bajar los impuestos para recaudar menos y que la gente tenga más dinero en su bolsillo”. Si se le pidiera la opinión al respecto a un socialista, es probable que dijera que se utilizara eses exceso para mejorar servicios o para aumentar la cobertura de la Seguridad Social.

Ninguna de estas es la opción elegida por el gobierno de Finlandia. La primera ministra Juha Sipila y su gabinete está trazando un plan para que el bienestar económico que vive el país escandinavo se traduzca en una renta básica para todos y cada uno de sus ciudadanos.

La bandera de Finlandia (FLICKR/Seppo Vuolteenaho)   
La bandera de Finlandia (FLICKR/Seppo Vuolteenaho)


El montante del sueldo estatal que recibirían sería de 800 euros al mes. La medida cuenta con el apoyo del 69% de la población, según una encuesta encargada por el Instituto de la Seguridad Social de Finlandia.

Los datos oficiales del país muestran que para este año 2015 se espera un superávit en las cuentas públicas de 49.000 millones, mientras que el sueldo de 800 euros costaría 52.200 millones de euros al año, según el medio económico Bloomberg. De momento es solo un esbozo y no sería hasta noviembre de 2016 cuando el parlamento la aprobase, para que entrara en funcionamiento a partir de enero de 2017

domingo, 22 de noviembre de 2015

sábado, 14 de noviembre de 2015

viernes, 16 de octubre de 2015

Premio Nobel Medicina por REdescubrimiento contra MALARIA

https://ia801500.us.archive.org/27/items/regocijos_12-10-2015/mujeres_con_historia_-_tu_you_you.mp3



A sus casi 85 años, Youyou Tu se ha convertido en la primera científica china en ser galardonada con el premio Nobel de Medicina. La elección de su candidatura supone también un reconocimiento internacional a la contribución de la medicina tradicional china al tratamiento de la malaria y otras enfermedades.

Tu, científica médica y química farmacéutica que actualmente desempeña el cargo de directora de la Academia de Medicina China, es representante de la primera generación de científicos del país que fundó Mao Zedong. Tras licenciarse en la prestigiosa Universidad de Pekín en 1955, se formó en medicina tradicional.

Fue en las décadas de 1960 y 1970, durante los convulsos años de la Revolución Cultural, cuando desarrolló las investigaciones que le han valido el Nobel de 2015. A pesar del cierre de las universidades y de la humillación pública de la comunidad intelectual durante aquel período, el contexto internacional motivó que Mao promoviese en 1967 un programa secreto de investigación farmacológica para encontrar un tratamiento contra la malaria que ayudase a las tropas del aliado Ho Chi Minh en su guerra contra Vietnam del Sur, apoyado militarmente por Estados Unidos hasta su derrota en 1975.

En la iniciativa, denominada Proyecto 523, participaron cientos de científicos chinos que, en tanto intelectuales, estaban destinados por entonces a la reeducación rural. Tu se unió al proyecto a los dos años de iniciarse y lideró una de las líneas de investigación basada en los remedios tradicionales contra las fiebres.

Los científicos consultaron con sanadores rurales y comprobaron la efectividad de numerosos extractos herbáceos que se utilizaban desde hace miles de años en la medicina tradicional para tratar los síntomas de la malaria. Entre esas plantas estaba la artemisia annua (ajenjo), cuyas propiedades figuraban en varios libros históricos de medicina china, como el 'Manual de prescripciones para emergencias'. elaborado por Ge Hong en el siglo IV.

Tu y su equipo experimentaron con ella y aislaron la artemisinina a través de un novedoso proceso de extracción a baja temperatura que le daba mayor efectividad al compuesto. Los primeros ensayos clínicos con animales demostraron que funcionaba. Durante aquellos años también se probó en pacientes humanos. La propia Tu, en tanto líder del equipo de investigación, se propuso voluntaria para ser el primer sujeto de experimentación.

Hallazgo en la sombra

El descubrimiento y desarrollo de este tratamiento contra la malaria, sin embargo, se mantuvo en la sombra hasta décadas recientes. La publicación de los resultados de la investigación tuvo que esperar hasta 1977, cuando ya había muerto Mao y se daban los primeros pasos de las políticas de reforma y apertura en China.
 
A partir de entonces, algunos investigadores supervivientes del Proyecto 523 y otros extranjeros comenzaron a disputarse los réditos intelectuales del importante hallazgo. En 2011, sin embargo, la Fundación Lasker de Estados Unidos otorgó su premio anual en la categoría de Investigación Médica Clínica a Tu Youyou por su rol en el descubrimiento y desarrollo de la artemisinina. Este reconocimiento internacional allanó el camino de la investigadora china hacia el Nobel, un premio que ha sido celebrado en la prensa oficial y las redes sociales del país asiático como un gran logro nacional a pesar de que continúa la controversia sobre la autoría del hallazgo y científicos que también participaron en el Proyecto 523, como Li Guoqiao, siguen cuestionando el protagonismo de Tu Youyou.

lunes, 12 de octubre de 2015

REPAIR CAFEs - no tires ...arregla y reusa

Dos asistentes a un taller reparan una tostadora. | J. GunterDos asistentes a un taller reparan una tostadora. | J. Gunter
Emilie llega con su tostadora averiada. Anna, con su lámpara de suelo que no se enciende. Luke, con su MacBook que no es capaz de arrancar. Sam, con su móvil que no funciona. Tony, con su impresora HP Deskjet que se ha quedado atascada.
"La cultura de usar y tirar es un exceso que ni nosotros ni el planeta nos podemos permitir"
Y así se van acumulando los trastos sobre las mesas, ante los ojos inquietos de Ugo Vallauri y Janet Gunter, los creadores del Restart Project, asistidos espontáneamente por un nutrido equipo de voluntarios entre los que abundan los 'manitas'. Con un poco de suerte, el 80% de lo que allí llega volverá a funcionar. Y la gente se quedará tan agradecida que seguramente volverá, con un nuevo cacharro bajo el brazo o con una caja de herramientas para echar un cable.
Siguiendo los pasos del Repair Cafe de Amsterdam o del Fixers Collective de Brooklyn, el Restart Project es algo así como un taller comunitario e itinerante que recorre los barrios de Londres con un mensaje esperanzador y hasta cierto punto poético: "Repair, don't despair" ("Repara y no desesperes").
[foto de la noticia]
Ugo Vallauri, cofundador de la iniciativa en Londres. | C.F.
Surgido al oreo del grupo de Transición de Belsize Park y de la comunidad de 'geeks' ICT4D, el proyecto aspira a salir al encuentro de una necesidad creciente en tiempos de crisis y cubrir de paso el hueco de las añoradas tiendas de reparaciones, con un 'twist' tecnológico y comunitario.

"La cultura de usar y tirar es un exceso que ni nosotros ni el planeta nos podemos permitir", sostiene Ugo Vallauri, que estudió Comunicaciones en Italia y empezó a darle vueltas a la idea tras un proyecto de cooperación en África. "Fui allí a divulgar las posibilidades de los teléfonos móviles y descubrí de pronto cómo se puede prolongar la vida de un simple cable".
Janet Gunter, activista y organizadora comunitaria, involucrada en el cambio social con Global Voices, estaba deseando por su parte pasar a la acción con algo concreto y en su propio entorno:

"Las redes sociales tienen que dar un paso adelante y ponerse manos a la obra. Y eso es lo que estamos haciendo aquí: reparando y dando soluciones a la gente, y creando comunidad a nuestro paso. Hay una magia para resolver los problemas en grupo que sin duda no la hay cuando uno trabaja en solitario".
"Hay una posibilidad inexplorada de crear empleo, tanto para gente mayor que tiene los conocimientos y las habilidades, como para la gente joven e inexperta que aprende sobre la marcha y se siente útil"
La reciente fiebre de los 'reparadores' viene de Amsterdam, donde surgió hace unos años el Repair Cafe, creado por la periodista Martine Postma después de ser madre: "De pronto sentí el deseo de hacer algo, ya no me bastaba con escribir... En los debates sobre la sostenibilidad hablamos al fin y al cabo de ideales, cuando lo que necesitamos es hacer algo con nuestra manos, si es posible juntos y ahora mismo".

El Repair Cafe ha conseguido una subvención de casi medio millón de euros del Gobierno holandés y cuenta ya con un plantilla semiprofesional. En toda Holanda hay ya 30 cafés de reparadores, donde la camaradería se funde con la tecnología. La última incorporación es el autobús itinerante que va recorriendo los barrios a la busca de cachivaches que no funcionan.

En Silicon Valley, entre tanto, la cultura de los 'reparadores' y del 'hazlo tú mismo' se dan la mano todos los años en la feria de los Makers. La idea se ha propagado por otros puntos de geografía norteamericana, de Nueva York a Detroit, pasando por Austin. Las guías 'online' de Ifixit se han convertido en un apoyo impagable para los aprendices. En Brooklyn, entre tanto, el Fixers Collective ha logrado dar un toque 'cool' a la idea de reparar.

El acicate de la crisis

En Londres existe también el primer Repair Cafe, en el Goodlife Centre de Brixton, por donde pasaron recientemente los voluntarios del Restart Project en uno de los encuentros más multitudinarios. "Decididamente hay algo adictivo en todo esto", reconoce Janet Gunter. "Y hay también una posibilidad inexplorada de crear empleo, tanto para gente mayor que tiene los conocimientos y las habilidades, como para la gente joven e inexperta que aprende sobre la marcha y se siente útil".

"Yo mismo sabía algo de ordenadores y móviles, pero es en realidad ahora cuando estoy aprendiendo", reconoce Ugo Vallauri, mientras trabaja simultáneamente con dos portátiles, uno con la pantalla dañada y el otro con el teclado incompleto. "La cantidad de información 'online' para reparar cualquier cosa es inmensa. Aunque no hay nada como ponerte manos a la obra y dejarte aconsejar por uno y otro".
[foto de la noticia]
Janet Gunter, en uno de los talleres. | C.F.
Janet y Ugo andan ahora buscando apoyo público a la financiación de su proyecto, que funciona de momento gracias al impulso y al tiempo de los reparadores voluntarios (servicio gratis por una tarea impagable). La idea es seguir con los talleres itinerantes, crear cafés en los barrios o incluso 'mercadillos de reparadores', anexos a los mercados de granjeros que proliferan por la geografía londinense.
"La crisis está sirviendo como acicate", reconoce Hugo. "Hemos pasado de ser una masa de invidualistas a descubrir el poder de las redes. La gente no sólo busca prolongar la vida de sus aparatos para ahorrarse unas libras o unos euros. Todos estamos deseando conectar y buscar soluciones colectivas".
"En el fondo, creo que hay también algo de rebelión contra el hiperconsumismo que te obliga a cambiar cada dos años de coche, de ordenador o de teléfono móvil", concluye el cofundador del Restart Project. "Creo sinceramente que estamos en un nuevo comienzo y que estamos descubriendo el auténtico valor de las cosas. No podemos conformarnos con el reciclaje, que es el diablo, la ultimísima opción... Antes de tirar nada conviene preguntarse: ¿lo puedo reparar?".

jueves, 8 de octubre de 2015

Semana laboral de 4 dias

La compañía donde solo se trabajan 32 horas a la semana, y nunca los viernes

Era sábado, y Ryan Carson, el fundador de Treehouse, estaba sentado sentado en el sofá con su esposa y socia de negocios, cuando ella observó: “Pensé que podíamos controlar nuestra vida ahora que tenemos nuestra propia compañía y parece que estamos trabajando mucho más”.

Inicialmente Carson pensó que la cantidad de trabajo pendiente justificaba las largas jornadas laborales, pero luego reflexionó y le dio la razón a su esposa Gillian.“No hay reglas de que hay que trabajar 40 horas porque hay que trabajar más para ser exitoso”, comentó el empresario en una entrevista con The Atlantic.

Las firmas de tecnología, en particular las que dominan Sillicon Valley, compiten para ofrecer los mejores beneficios para sus empleados, como por ejemplo, almuerzos subsidiados.  Pero Carson dio un paso más allá.
Así fue como decidió establecer una jornada de 32 horas y cuatro días semanales –de lunes a jueves- en su propia compañía, dedicada a entrenar online a los adultos y prepararlos para el mercado laboral en firmas tecnológicas.

No era una idea totalmente nueva: ya Carson la había puesto en práctica en su primera empresa, Carsonified, en 2006. La novedad en Treehouse radica en que no se trabajan los viernes.

La motivación de Carson para establecer esa semana laboral ha sido crear una cultura corporativa que acomode a los padres de los niños pequeños y los que quieren abandonar el estilo de vida adicto al trabajo –o sea, personas como él mismo. 

"No importa cuánto dinero haga, ni cuán poderoso sea, no puedo comprar el tiempo”, comentó en reflexionó con The Atlantic. “No tengo tanto tiempo para estar con la gente que amo. No voy a estar a las 9 de la noche en mi teclado, porque no hay vida ahí”.

De hecho, Carson debutó en el mundo empresarial trabajando para una firma de diseño en Londres. Pero las largas jornadas laborales lo dejaban delirante y exhausto, con pocas horas de sueño y menos productividad. De modo que el empresario también considera que las largas jornadas en el trabajo terminando siendo contraproducentes, y busca aumentar la productividad de sus empleados a largo plazo.

"Si pones una competencia durante un mes, y uno trabaja una semana de 60 horas, y otro trabaja 32, entonces sí, la persona que trabajó 60 horas va a hacer más cosas en aquel mes", dijo . "¿Pero qué tal en 12 meses? ¿Qué tal en 7 años?"

Su director de finanzas, Michael Watson, respalda esa noción. "Creo que cuando las personas no están sobrecargadas de trabajo, la posibilidad de que la bombilla se encienda, ese momento epifanía...se incrementa," opinó.
Pero una jornada laboral más corta no es lo único que diferencia a Treehouse de otras firmas.En julio de 2003, Carson decidió deshacerse de las funciones administrativas.En vez de tener varios managers, cada mañana los empleados deciden entre ellos mismos qué proyectos van a trabajar y cómo van a colaborar.

Aunque es difícil medir el impacto de estas medidas sobre la fuerza laboral, algo sí está claro: Carson ha logrado retener a sus 87 empleados. La compañía crece a un ritmo saludable y esperar llegar al centenar de asalariados.

Treehouse tiene más de 100.000 usuarios registrados y generó 10 millones de dólares en ingresos el año pasado. Además ha recaudado 13 millones de dólares de inversionistas como el fungador de Digg, Kevin Rose, y Kaplan Ventures.