jueves, 19 de marzo de 2009

MOKITI OKADA - Historia de amor por la humanidad

En los años 30 Mokiti Okada inició sus investigaciones y su acción en el sentido de mejorar el mundo en que vivimos, desarrollando una filosofía extremadamente moderna que permanece viva en las actividades del Movimiento Mundial Mokiti Okada.

El Respeto a las Leyes de la Naturaleza es el elemento central en el pensamiento de Mokiti Okada.

El maestro Okada consideró esencial la búsqueda de la armonía y la apreciación de lo bello.

"Si el hombre se lo propone, este mundo puede convertirse en un feliz Paraíso, y en el caso contrario, caer en calamitoso infierno.

La formación del Paraíso Terrestre es el objetivo final de la humanidad y su realización significa la Concretización de la Verdad"

Esta filosofia le llevo a desarrollar varios temas:

El KEBANA , la AGRICULTURA NATURAL y el JOHREI .


IKEBANA

Lo Bello, es lo mejor que existe para la elevación de los sentimientos humanos, ya que la flor, independientemente del lugar en que este, siempre nos reanima y nos hace sentir un toque de pureza. La presencia de las flores vivifica y ennoblece toda la atmósfera, acompañar su nacimiento y apertura, despierta un sentimiento intuitivo de integración entre la vida humana y toda la naturaleza; a través de ellas podemos reencontrar el camino de armonización y del equilibrio interior.
Todos nosotros tenemos una receptividad natural a lo Bello, nadie necesita de un entrenamiento especial para apreciar el equilibrio de la naturaleza o apreciar las flores con sus colores y perfumes y mientras mayor sea nuestra atención a las flores, a las plantas y a la Naturaleza, mayor será nuestra conexión con Dios.

A través de las flores todos nosotros podemos alcanzar el perfeccionamiento personal, el equilibrio y la evolución espiritual. Además de eso investigaciones realizadas en la Universidad de Tokio, comprobaron que las flores actúan directamente en el cerebro humano, desarrollando el hemisferio derecho, que es el responsable por la intuición, sensibilidad, creatividad, capacidad de plena atención y la inteligencia emocional.

Daniel Goleman, autor del Best Séller Inteligencia Emocional en su libro Espíritu Creativo apunta El Camino de las Flores KADO/IKEBANA como un excelente recurso para la canalización de la creatividad, intuición y ampliación de las percepciones. Mokiti Okada cuando nos habla de lo Bello, nos apunta un camino para la plenitud de todo nuestro ser y para la edificación de una sociedad verdaderamente humana.


AGRICULTURA NATURAL

Hace 60 años, cuando se inició la práctica de la agricultura química, Mokiti Okada, filósofo japonés, realizó estudios e investigaciones y desarrollo la Agricultura Natural en Japón, alertando asi a las personas del peligro de los alimentos contaminados por el uso abusivo de agrotóxicos.

El estaba seguro que llegaria un dia en el que habria alimentos en exceso, los que no podrían ser consumidos debido al alto indice de productos químicos contenidos en ellos. Según Mokiti Okada, los alimentos naturales, además de proporcionar al ser humano una vida más saludable, lo tornan más productivo y capacitado para contribuir de manera más significativa al seguimiento de las leyes de la naturaleza, produciendo alimentos, que además de conservar su verdadero sabor, no agreden ni destruyen el medio ambiente.

El método de la Agricultura Natural corresponde a los principios de la propia naturaleza tomándola como modelo y obedeciendo sus leyes.

No sólo la devastación del medio ambiente observada a nível global en la Tierra, sino también los problemas del aumento de la población, no seran resueltos con la continuidad de los métodos actuales de Agricultura.

Proyectando la preservación del medio ambiente y la calidad de vida del hombre, la Agricultura Natural, promulgada por Mokiti Okada, tiene los seguintes objetivos:

Producir alimentos que incrementen cada vez más la salud del hombre.

Ser economica y espiritualmente ventajosa, tanto para el productor como para el consumidor.

Puede ser practicada por cualquier persona y, además de esto, tener caracter permanente.

Respetar la naturaleza y conservala.

Garantizar la alimentación para toda la humanidad, independientemente de su crecimiento demográfico.

EL JOHREI El Johrei es el método de canalización de la infinita energía vital del universo para el perfeccionamiento espiritual y físico del ser humano, restaurando su condición original de verdadera salud, prosperidad, paz y nobleza de sentimientos.
El Johrei no es una religión, es una filosofía de vida, por lo tanto las puertas están abiertas a todo los credos, religiones y a los no creyentes.

¿CÓMO ACTUA?

Las invisibles pero poderosas ondas de luz que se irradian durante el Johrei eliminan las impurezas impregnadas en el ser humano, revitalizando su fuerza natural de recuperación, también llamada fuerza curativa natural.

¿CÓMO ES TRANSMITIDO EL JOHREI?

Una sesión de Johrei dura aproximadamente de quince a treinta minutos. Dependiendo de la necesidad, el tiempo de duración puede ser prolongado. A la persona que transmite La energía se la llama transmisor y la distancia entre éste y quien la recibe es de treinta centímetros a un metro.
La sesión de Johrei se inicia transmitiendo a la parte frontal del receptor y luego de unos minutos se le transmite en la espalda.

mas en

www.luzoriente.cl/id1.html

viernes, 6 de marzo de 2009

SEPP HOLZER - la sabiduria de observar la naturaleza

Y convirtiendo la tierra en un paraiso con arboles , lagos , comida ....sin pesticidas , sin gasto de energia , con el minimo de trabajo.

Plantas - animales - hombres FELICES ........esto es PERMACULTURA.

Sepp Holzer es un personaje único en el movimiento de permacultura europeo - creció en la granja familiar en las montañas de Austria, y desarrolló con su familia a través de cuarenta años de una version alpina de la permacultura.

Después de muchos años de severas críticas e incluso obstrucciones de su trabajo por parte de las autoridades, su granja "Krameterhof" es ahora aclamada como un símbolo de una nueva forma de hacer agricultura, altamente productiva con mínimo mantenimiento e energía. A 1500 metros de altura en los alpes del Steyermark en Austria, Holzer cultuva exitosamente kiwi, cereza y calabaza, cosecha rábanos y bróculi en plena nieve, y sus campos de trigo, avena y papa las maneja en terrazas en las extremas laderas de su predio, y las ha asociado en una forma extremadamente productiva en sistemas de bosque-huertos con árboles frutales, animales (vaca y puerco, entre otros) y acuacultura.

En este libro, una especie de auto-biografía, Holzer explica como desarrolla su pensamiento y interaccíón productiva con los ecosistemas y como ha trasformado su granja desventajada en las altas montañas en un "meca" de la agricultura alternativa, con métodos derivados directamente de la observación de la naturaleza. El caracter directo, carismático y a veces polémico de Holzer, facilmente percibible en este libro, lo hace comparable con otros pioneros/ genios de la permacultura/ agricultura orgánica, como Bill Mollsion, Fukuoka o Jairo Restrepo.

VIDEOS:
http://www.youtube.com/watch?v=Hi4g0eENqJk

http://www.youtube.com/watch?v=Bw7mQZHfFVE

http://www.youtube.com/watch?v=tLhkK1KoTR8&feature=related

lunes, 23 de febrero de 2009

DISFRUTA la VIDA sin cargarte el planeta

`Disfruta la vida sin cargarte el planeta´ es el título de un libro cargado de ideas y sugerencias para emprender la tarea de cambiar el mundo empezando por nuestro entorno más inmediato.
Sus coordinadores o editores son los ingleses Andrew Simms y Joe Smith que se han basado en los trabajos de tres organizaciones:
el proyecto Día de la interdependencia, la Fundación Nueva Economía y la Open University.

El subtítulo de la obra es `Claves para vivir bien en tiempos de crisis´

Hemos enfocado al revés las ideas de riqueza y de felicidad: ésta es la idea de la que parten los autores .


Especialmente la parte de aprender a disfrutar de la vida en las "pequeñas" cosas, que son las que realmente nos hacen fluir. Así conectas con tu YO más profundo, ese que permanece sereno, que sigue sonriendo, que sigue creyendo en la belleza.


Keynes aconsejaba a políticos-economistas y poderosos que invirtieran en Belleza (árboles, espacios públicos, etc...) ¿Qué tal si cada uno de nosotros hacemos nuestra propia inversión personal en nuestra belleza (hobbies, deporte, lecturas, cuidado espiritual, amistad, un buen baño...) La mayoría de estas cosas no dependen de nuestra cuenta corriente y si aumentarán mucho nuestra Cuenta Emocional,....


Aquí se reproduce uno de sus textos, en este caso el de Anita Roddick, fundadora de Body Shop, en el que la empresaria expresaba sus sueños sobre cómo mejorar la vida de la gente


"Ha pasado casi una década desde que me atacaron con gas lacrimógeno en una calle de Seattle, extraño suceso para la directora general de una de las mayores cadenas de tiendas del mundo. Fue una experiencia formativa que me enseñó cosas importantes sobre el planeta:

Ocurrió a finales de noviembre de 1999, y estaba en esa ciudad, igual que cientos de miles de personas, para lo que resultó ser la fracasada cumbre de la Organización Mundial del Comercio.


Un día, había 300 niños vestidos de tortuga, una alusión a la decisión de la OMC de declarar ilegal la prohibición de los langostinos capturados en redes que también ahogan a 150.000 galápagos.


Al día siguiente presencié escenas que no había visto nunca.


Había gas lacrimógeno por todas partes, pelotas de goma a quemarropa contra multitudes de manifestantes, gas pimienta y grupos de policías que parecían soldados de las tropas de asalto, con máscaras, protección completa y botas militares, y sin placas ni ningún otro identificador visible.


También se veía mucha sangre.


Lo que parecía especialmente injusto era que, por lo que sé, no había habido violencia previa contra instalaciones ni personas, salvo que habían impedido que los delegados entraran en el Centro de Convenciones y el Teatro Paramount, donde iba a tener lugar la ceremonia de apertura.

(...)

La experiencia de ser atacada con gas lacrimógeno en Seattle cambió mi vida.


En primer lugar, me di cuenta de que, probablemente, yo era la única directora general de una importante cadena internacional de tiendas que se encontraba al otro lado del cordón policial, lo cual me preocupaba, no por mí, sino por el mundo empresarial.


Para triunfar como empresario hay que concebir el mundo de manera diferente: si los únicos que lo consiguen se alinean con los poderosos, algo va mal.


En segundo lugar, también tomé conciencia de que los que estaban detrás de esa globalización no se detendrían ante nada para imponer su voluntad al mundo.

Porque hay más de una forma de globalización.


Todavía estoy a favor de entender el planeta teniendo en cuenta y respetando la multiplicidad de culturas, veo el lado oscuro de las cosas y descubro las crueldades que están ocurriendo, e incluso puedo hacer algo al respecto.


Pero la forma de globalización preconizada primero por la OMC y después llevada a un nuevo nivel por la Administración de Bush es la de que sólo importan el dinero y el poder, que de alguna manera acaban filtrándose en beneficio de los más pobres de la Tierra.


Estar en Seattle entonces, buscando vinagre y agua para aliviarme el escozor de ojos, me hizo horriblemente consciente de esta indómita globalización y de lo que conlleva.

No obstante, en los años posteriores mi visión de Seattle cambió, se amplió.


Los galápagos, la vestimenta, los disfraces, el color, la música, el ambiente de carnaval, la alegría que se respiraba... fue un intento valiente no sólo de hacerse con las calles en una burda farsa de poder, sino de humanizar la imagen de la fuerza bruta con creatividad, imaginación y diversión.


La mayor parte de las grandes empresas mantiene una actitud ambigua respecto al carnaval. Les gusta la idea de fiesta porque pueden vender tarjetas de felicitación, refrescos y regalos. Pero también suelen temer el poder creativo de la gente, que ésta tome la iniciativa, y comparten el miedo que los gobiernos siempre han tenido a lo que llaman "el populacho", a que las personas decidan por sí mismas, a que hagan casi de todo en la calle salvo comprar o desplazarse al trabajo.


Ninguna de estas dos cosas es intrínsecamente necesaria para llevar una vida plena; en cambio, la alegría, el color y el espíritu de celebración son esenciales, como lo es, más que nada, la belleza.


Precisamos muy diversos elementos para vivir una vida aceptable y, a menudo, conocemos mejor lo que nos hace infelices que lo que nos satisface. Si nos sentimos aislados, no apreciados, inseguros material y socialmente, o, sencillamente, sin amor, somos infelices.


Pero la cuestión es más complicada: según las estadísticas, la gente es más desgraciada cuando vive en una sociedad polarizada, en la que hay una gran distancia entre los ricos y pobres, donde la vida y la sociedad carecen de sentido, o cuando la población tiene menos influencia en la vida política.


El consumismo impide el cumplimiento de esas necesidades superiores.


No le importa si el entorno en que compramos es bonito o feo.


Pocos aspectos de la economía en nombre de los cuales nos atacaron con gases lacrimógenos potencian la belleza o la comunidad y, lo que es peor, en varios sentidos la economía global los rechaza mediante la manipulación deliberada de la deuda, que es un estímulo tan poderoso como cualquier otro inventado a lo largo de la historia, tanto como la tiranía.


Por otro lado, la satisfacción de estas necesidades vitales requiere un tipo de economía radicalmente distinto, que favorezca la belleza, la comunidad y la creatividad.


Imaginemos por un momento que la belleza fuese la prioridad principal del nuevo programa del Gobierno. Vayamos más lejos e imaginemos que he prestado juramento como ministra responsable del espacio público.


Lo primero que descubriría una vez instalada en mi despacho ministerial es que mi labor resultaría no sólo divertida, sino, además, muy poco costosa. Empezaría organizando un Día del Disfrute Común, un carnaval anual lleno de belleza que pondría el mundo patas arriba, como se hacía en la Edad Media.


A continuación redactaría una propuesta de ley sobre vallas publicitarias. No permitiría que volviesen a mostrar anuncios, sino únicamente poesía, textos ingeniosos y arte.


Eso me ocuparía los primeros días. Después me procuraría pianos a prueba de agua y de ladrones, que aparecerían discretamente en plazas públicas y en los campos. Luego redactaría proyectos de ley sobre el Día Artístico de la Acera Italiana, los Días del Arte Automovilístico, en los que uno podría decorar su coche como quisiera: forrado de hierba, o alicatado con trozos de cristal, o embadurnado de tarta.


(...) Recuerdo cuando hace poco cogí el metro en la estación Victoria y, cuando entré en el vagón, alguien que había saboteado el sistema de megafonía empezó a cantar: "¡Ay ho, ay ho, vamos a trabajar...!". Los pasajeros soltamos una carcajada y observamos las reacciones de los demás. Ocurrió una transformación sorprendente: por fin los currantes camino al trabajo divirtiéndose juntos.


Como ministra responsable del espacio público, me acercaría a los artistas jóvenes que intentan cambiar el mundo con el arte, con proyectos creativos de recuperación de lugares degradados, generando diálogo entre grupos, trabajando en orfanatos.


En la batalla campal de Seattle me encontré precisamente con esos grupos, los artífices del maravilloso espíritu de carnaval, que diseñaban banderas y marionetas y colgaban pancartas en lugares casi inaccesibles. Pensaba y sigo pensando que representan un futuro dinámico para el arte y que están contribuyendo a que el arte y la vida vuelvan a fundirse.


John Maynard Keynes, el genial economista, habló del espantoso despilfarro de un sistema económico incapaz de apreciar el arte y la belleza. En 1933, en un discurso ante el Gobierno irlandés, instó a políticos y economistas -los que tenían poder- a elevar sus ambiciones e invertir dinero en belleza.


Y se lamentaba de que "en Inglaterra, con lo que llevamos gastado en subsidios desde la guerra, podríamos haber convertido nuestras ciudades en las más grandiosas construcciones de la humanidad".


Keynes fue un economista con un gran interés por el arte. Promovió el Arts Council, patrocinó e invirtió en el Cambridge Arts Theatre y se casó con una bailarina. Sus actos avalan sus palabras.


Y, sin embargo, si diésemos un corto paseo por las urbanizaciones periféricas de las principales ciudades europeas, por no hablar de las americanas y las asiáticas, descubriríamos la infame fealdad en la que esperamos que vivan grandes grupos de población mundial.


A menudo, la fealdad se ha diseñado deliberadamente en forma de monstruo de hormigón, empleando fondos que siguen siendo una deuda pendiente mucho después de que las nuevas bastillas se hayan desmoronado.


Y no son sólo los edificios, sino también la suciedad, la contaminación y la inhumana ausencia de árboles y plantas, necesidades vitales. ¿Por qué piensan nuestros dirigentes que los pobres no necesitan nada verde ni natural?


Como encargada del espacio público, se esperaría de mí que en las reuniones del Consejo de Ministros defendiese que la aspiración de embellecer va asociada a una forma diferente de medir el éxito, una moneda y un método diferentes.

Es un objetivo que requiere ingenio, calor humano e imaginación. La belleza y el éxito económico no están reñidos. Los lugares más prósperos de la Tierra son en su mayoría bellos, y si no lo son, pronto dejan de ser prósperos. Las personas buscan vivir e invertir en lugares que les hagan sentirse bien.


Durante un cuarto de siglo o más he intentado cambiar el mundo mediante el comercio y, por tanto, no soy uno de esos puritanos que piensan que la gente civilizada debería prescindir de ir de compras. Pero embellecer el espacio público no implica principalmente comprar: el consumismo no ayuda en nada.


Una regeneración basada en la recuperación de los pequeños comercios requerirá también embellecimiento.

Triunfaremos en la medida en que promovamos la comunicación y el contacto humanos, y en la medida en que invirtamos las monedas en imaginación, las historias sobre gentes y lugares y sus aspiraciones.


(...) Un día en la vida de una buena vida: imagina cómo podría ser. (...) Ya no hay que romperse la cabeza a la hora de hacer la compra: las empresas y el Gobierno se han coordinado para hacer que el comercio social y ecológicamente sostenible (cuidadosamente controlado) sea la norma. La cuenta de la compra semanal de comida ha subido, pero no más que la calidad, y a lo largo del día ahorramos mucho dinero.


Los efectos perniciosos de tener sistemas de comida barata se han reducido gradualmente.


El café, los cereales, la leche y la fruta han recuperado su función histórica de placeres sencillos, sin las consecuencias negativas de la explotación remota y la contaminación de ríos locales.


Se ha generalizado el consumo sostenible y ya no hay que andar leyendo las etiquetas de los envases. Unas pocas operaciones hábiles en juntas de dirección y cámaras parlamentarias han contribuido a hacer que los mercados alimentarios sean justos y sostenibles.


Por el día, la gente disfruta saliendo por su zona gracias a que los núcleos urbanos se han vuelto lugares más acogedores, y por la noche ocurre lo mismo.


Es lo que sucede en países como Italia, donde la gente de todas las edades sale al atardecer a pasear por las calles, sin ningún fin. El aumento de tiempo libre ha llevado a que se recuperen fiestas y celebraciones medio olvidadas y que se inventen otras para conmemorar y celebrar multitud de cosas: acontecimientos mundiales, personales, los cambios de estación, historia local, etc. En general, se festeja mucho más.


El renacer de las economías locales, con sus idiosincrasias, ha dado más carácter a las regiones, y resulta interesante viajar por los alrededores para visitar los festivales, bares, restaurantes, cines y teatros.


Las ciudades clonadas dominadas por cadenas de tiendas y sitios de venta idénticos, igual que los abominables crímenes de la moda -pantalones exageradamente acampanados, permanentes intensas y chaquetas con hombreras-, han pasado a la historia.


La buena vida es activa, además de plena. Accionando los resortes adecuados, genera su propia energía para florecer.

Por eso, llegada la noche, la mayoría de las personas siguen teniendo ganas de accionar otros resortes adecuados, los de los seres que aman. Luego nos relajamos, tal vez cansados, seguramente muy satisfechos, y hacemos balance del día, lo concluimos, deseamos que llegue el siguiente y disfrutamos de un sueño profundo, muy profundo.

sábado, 7 de febrero de 2009

SOLUCION contra crisis: MONEDAS COMPLEMENTARIAS

El dinero, como tecnología que facilita el intercambio de bienes y servicios, es un gran invento de la inteligencia humana.

Pero su diseño actual está alimentando una espiral destructiva de consumismo, una economía basada en el crecimiento exponencial irracional

(de la producción, el consumo y la contaminación) basado en desigualdades (sino no funcionaria....alguien tiene que trabajar barato y mucho .....otros ponen materia prima barata y mucha ....y otros juegan a la bolsa y se enriquecen sin producir ni siquiera una manzana.....mientras otros pierden su vida en colas de trafico y en horas y horas de consumo vacio de sentido. MIentras en rojo vemos los paises ya en recesion. en rosado los que van a entrar en breve.

Se puede diseñar de otra forma

Nuestra economía globalizadora depende totalmente del suministro de petróleo barato para proveer todas nuestras necesidades básicas, desde la producción y distribución de comida, pasando por todos los servicios sociales y de salud, hasta las materias primas de cualquier empresa.

También depende de una moneda DISEÑADA para "robar a la mayoria y enriquecer a una minoria": tanto a nivel local como a nivel global - y es importante entender que las dos cosas están estrechamente conectadas.

fig. Lo que valia la banca (azul) y lo que vale ahora(verde)

De ahi tanto interes en globalizar la economia....se trata de que todo pase por dolares...

Cada vez que compras gasolina o comida por ejemplo...compras dolares ...compras corrupcion, compras guerras, pagas al fin y al cabo....la deuda de Estados Unidos.(que paga bases militares en todo el planeta, controlas los medios de comunicacion y control de masas , enriquece de una manera brutal a una pequeñisima minoria ...y ésta al fin y al cabo dirige el mundo para que esto se mantenga) con un diabolico dueño de este juego: La Reserva Federal.

Para ir a la raíz de muchos de los problemas interconnectados que nos enfrentan hoy en día, tenemos que crear economías locales más solidarias, locales y fuertes, que no contribuyan a la explotación del tercer mundo ni de los recursos no-renovables, y quizás la forma más segura, comprobada y rápida de conseguir esto es a través de la creación de monedas complementarias.

Extracto de una carta escrita por Rothschild Brothers de Londres a una firma de banqueros de Nueva York el 25 de de junio de de 1863:
"Los pocos que pueden entender el sistema (como está diseñado el dinero actual) estarán tan interesados en sus beneficios, o serán tan dependientes de sus favores, que no habrá oposición por parte de ese grupo.

Mientras que, por otra parte, la gran cantidad de gente mentalmente incapaz de comprender la enorme ventaja que el capital deriva del sistema, llevará sus cargas sin queja y quizás sin incluso sospechar que el sistema es contrario a sus intereses".

Economías Locales Sostenibles

Es indispensable para la sostenibilidad económica, ecológica y social de todas nuestras ciudades y zonas rurales construir economías locales más fuertes y solidarias.

Re-diseñar el dinero es una tarea fundamental.

Una sostenibilidad económica local se refleja en una economía sostenible y solidaria a nivel global también: y es algo que todos podemos hacer trabajando localmente, pensando globalmente.

No es solamente prudente, sino que supone un gran beneficio local y social: menos desempleo, más riqueza a nivel local y muchos beneficios para el medio ambiente.

Presidente Abraham Lincoln:

"El poder del dinero rapiña a la Nación en tiempo de paz y conspira contra ella en tiempos de adversidad.

"Las corporaciones han sido entronizadas, y sobrevendrá una era de corrupción en altos niveles. El poder del dinero del país se esforzará en prolongar su reino trabajando en perjuicio del pueblo hasta que la riqueza sea concentrada en las manos de unos pocos y la república destruida".


Ser Parte de la Solución

Te invitamos a participar en este movimiento histórico y tomar el papel de Agente del Cambio Social y Económico, o de asistente a estas personas importantes, ayudando a mover nuestra civilización hacia una forma más justa, más racional y más sostenible.

Bernard Lietaer, hablando de Monedas Complementarias:

"Aunque muchos gobiernos han reconocido la utilidad de estos sistemas, los medios de comunicación convencionales parecen reacios a divulgar sus logros.

"El diseño de un nuevo sistema monetario en realidad significa rediseñar el blanco hacia el cual se orienta gran parte del esfuerzo humano.

Más aún, creo que la codicia y la competencia no son resultado de un temperamento humano inmutable constitutivo; yo llegué a la conclusión de que la codicia y el miedo a la escasez en realidad están siendo continuamente creados y amplificados como consecuencia directa del tipo de dinero que estamos utilizando."

......Conferencia sobre el Futuro del Dinero........

en la Ciudad de Mexico -noviembre 26

Millones de monedas están a punto de expandirse en el planeta,

y los ciudadanos pronto se liberarán del dinero convencional basado en deuda e interés.

Explora preguntas cómo:

* ¿Porqué las organizaciones del futuro y las redes sociales no pueden tener éxito con el dinero convencional?

* ¿Cómo estos nuevos sistemas monetarios ofrecen respuestas innovadoras a los retos globales actuales?

* ¿Cómo nos podemos preparar y qué acciones debemos tomar?

* ¿Cómo pueden las organizaciones actuales; corporaciones, bancos, gobiernos utilizar estar monedas para su propio desarrollo, eficiencia y competitividad?

* ¿Cuáles son los nuevos mercados y oportunidades de negocio?

Esta conferencia ofrece una vasta comprensión de la realidad. No hablamos del paradigma actual, sino de la realidad; números, hechos, siguientes pasos.

Escuchas sobre una nueva humanidad que existe hoy más es invisible para ojos convencionales.


http://monedascomplementarias.pbwiki.com/

jueves, 29 de enero de 2009

La tradicion perenne - la tradicion primordial

Agustín López Tobajas:

«la catástrofe, no es que Occidente se hunda, sino que subsista»,

No es doctor, ni aficionado a la naturopatía ni nada parecido. Es un experto en la Tradición Primordial. Aqui nos explica que nuestro mundo está enfermo.
Físicamente, sí, pero, sobre todo, nuestro mundo está enfermo espiritualmente...
Agustín López Tobajas es uno de los más lúcidos introductores en España de lo que se conoce por Tradición Perenne “el legado procedente de una revelación primordial que las diversas culturas y civilizaciones han ido transmitiendo a sus descendientes a lo largo de la historia; legado que se articula en una serie de doctrinas, métodos y pautas para la realización espiritual que, adaptándose a las particulares circunstancias de cada cultura son, sin embargo, idénticos en lo esencial como expresiones diversas de una Verdad única”.

Ha publicado Manifiesto contra el progreso (José J. de Olañeta, Editor-2005), un contundente volumen en el que el autor explica muy bien por qué el mundo actual camina hacia su destrucción, si bien, para López Tobajas, «la catástrofe, en definitiva, no es que Occidente se hunda, sino que subsista», pues «que el mundo moderno se desmorone es, en todo caso, la única esperanza para quienes mantienen viva alguna fe en la humanidad».
¿Cómo puede vivir saludablemente un mundo corrompido espiritualmente hasta el tuétano? ¿Existe la salud en un mundo enfermo? Tal vez el camino esté en escapar a Oriente, sí, pero, como muy bien dice Agustín López, «un Oriente que no se encuentra, ciertamente, en los mapas, y al que los pueblos de todos los tiempos han nombrado de formas diversas:

Ítaca, Hiperbóreas, Avalon, Shambala, Thule, Salem, Aztlán, Hurqalyá... Ese «Oriente, que nada tiene que ver con nuestra geografía física, es el lugar por donde despunta, en el alma extranjera capaz todavía de nostalgia, la luz del dios que le ha de salvar».


-"Los mayores problemas que hoy asuelan a nuestro planeta y a la Humanidad no son la energía nuclear, los alimentos transgénicos, la polución química o un sistema sanitario basado en el fraude de las empresas farmacéuticas, sino los paradigmas(modelos) que nos han conducido hasta aquí.

¿Cuándo y cómo surge una sociedad que está arrastrando al planeta y a todos sus habitantes a la destrucción?

-Es difícil responder a esa pregunta de forma muy concreta. Tal vez la historia de la humanidad sea la historia de una continuada decadencia desde sus orígenes hasta la actualidad. Ya sé que esta tesis será inaceptable o ridícula para muchos, pero nuestra visión de la historia puede estar llena de prejuicios, empezando por la generalizada idea de que el nivel de desarrollo tecnológico es una medida del nivel de inteligencia. Acaso sea más bien lo contrario.

De cualquier modo, parece claro que el Renacimiento supuso una ruptura con lo que podríamos llamar el «mundo tradicional».

El Renacimiento fue una época brillante en ciertos aspectos, pero su «humanismo» llevaba implícita una gran dosis de orgullo y arrogancia, un cierto titanismo que ha marcado decisivamente toda la historia posterior de Occidente.

La Ilustración, afirmando los derechos absolutos de la razón, fue un peldaño más en la caída.
Otro salto se produciría con la Revolución Industrial; ahí comienza el imperio de la máquina y se consuma un cambio radical en la forma de vida. Es decir, limitándonos a los últimos siglos, más que un momento decisivo, habría ―yo creo― un hundimiento progresivo con saltos más o menos significativos. Cabría preguntarse por qué la conciencia occidental decidió emprender ese camino frente al resto de civilizaciones y culturas, pero yo, por supuesto, no tengo respuesta para eso... No lo sé.
En todo caso, ni la modernidad es el Mal absoluto, ni las culturas premodernas son el Bien absoluto. Para mí la cuestión es que el progreso nos ha arrebatado un mundo que, con todas sus limitaciones, era cien veces preferible a éste con todos sus «avances».
De hecho, aquel mundo permitía o hacía posible el acceso al sentido, a la plenitud espiritual, y el que ahora vivimos parece empeñado en impedirlo. Ésa es la diferencia.

CAMINO DE LA ENFERMEDAD
En el contexto de lo sanitario, como en tantos otros, parece que el desarrollo económico nos conduce a vivir cada día peor.
Se multiplican las pandemias, crece el número de pobres, las hambrunas azotan a los países empobrecidos, la sequía amenaza a miles de millones de personas, somos más estériles, se disparan las tasas de enfermedades degenerativas y las enfermedades mentales devastan a la población.

Todos estos problemas tienen un claro origen antropogénico. Usted señala que «hablando en términos generales, la riqueza no genera más que estupidez y perversión». ¿Y decadencia y enfermedad?

-También, por supuesto. Pero yo no pretendo decir que sólo el ansia de riquezas tenga la culpa de todo; ésa sería una tesis propia de un marxismo moralizante. Quiero decir, más bien, que la obsesión por el desarrollo económico genera, junto con otras circunstancias, el olvido de lo esencial, y eso acarrea «perversión», pero no sólo en un sentido moral sino, más bien, metafísico; perversión como voluntad de quebrantamiento de las leyes que regulan la relación del ser humano con el cosmos y con el Espíritu.

–"la ciencia asume actualmente el papel que antaño desempeñó el aspecto exotérico de las religiones en el campo de las creencias».
Es decir, que los dogmas de la Iglesia han sido sustituidos por dogmas tecnocientícos. Y, al fin y al cabo, el pueblo sigue sumergido en el mundo de las supersticiones.

Pero hay algo que cambia: al margen de las diferencias en el contenido entre unos dogmas y otros ―asunto en absoluto desdeñable―, los dogmas de la Iglesia eran reconocidos como tales; nadie pretendía que fueran razonables o evidentes. Eso establecía una distancia entre el individuo y el dogma, distancia que garantizaba la libertad interior de cada cual para aceptarlo o no, al margen, claro está, de las posibles imposiciones autoritarias de la Iglesia en el marco social.

En la modernidad, esa distancia ha desaparecido, los dogmas científicos se introducen en las conciencias como si de verdades demostradas y evidentes se tratase. Pensemos, por ejemplo, en el evolucionismo. Casi nadie sabe nada de las teorías evolucionistas, pero todo el mundo las acepta con una fe inquebrantable. Al margen de su verdad o falsedad, el evolucionismo es, por encima de todo, una creencia, un dogma del que se ignora su carácter de tal.

Podríamos analizar otros muchos. «Científico» se ha convertido en sinónimo de «verdadero», cuando curiosamente las teorías científicas cambian cada dos por tres. La sociedad contemporánea se cree intelectualmente libre, pero en realidad está más imbuida de creencias y prejuicios que cualquier otra sociedad de tiempos pasados.

A la inversa, se consideran supersticiones conocimientos que hoy no son operativos, sin pensar que pudieron serlo en el pasado. Por ejemplo, la utilización de fuerzas sutiles o suprafísicas con fines curativos. Es muy probable que ciertas prácticas terapéuticas que hoy se ven como supersticiones funcionaran realmente en su momento, aunque, debido a eso que René Guénon llamó la «solidificación», es decir, la progresiva insensibilidad de la materia a las energías suprafísicas, puedan ahora no ser eficaces.


LA SEDUCCIÓN DE LA MENTIRA

Los medios de información vomitan a cada instante cantos de sirena sobre los supuestos avances de la ciencia y la tecnología. Pero la epidemia de cáncer se dispara. Dos de cada tres estadounidenses padecerán cáncer a lo largo de su vida. Y esto es sólo un ejemplo.

La capacidad de seducción de la técnica es muy fuerte. La modernidad, dando la espalda a la transcendencia, ha creado un gran vacío en el interior de los hombres, un hueco que sentimos la necesidad de llenar como sea y con lo que sea.

La ciencia y la técnica ofrecen la ilusión de colmar ese vacío con algo tan inmediatamente constatable como el poder sobre la materia; al margen de sus consecuencias ulteriores, la ciencia y la técnica tienen una eficacia a nivel inmediato: aparentemente «funcionan»; de ahí su poder de convicción. Por ejemplo, es indiscutible que se inventan remedios para ciertas enfermedades; otra cosa es que el sistema que hace posible esos remedios genere continuamente males mucho mayores que los que consigue ir evitando.

Pero la relación del sistema con los males que provoca no es nunca tan perceptible como la relación con los remedios que inventa. Los «efectos colaterales» se presentan siempre como anomalías evitables, cuando en realidad son parte ineludible del proceso de producción de los «remedios». Ahora bien, no habría que deformar las cosas para ajustarlas más fácilmente a nuestro esquema; los métodos de la medicina oficial pueden ser brutales, pero no nos engañemos: a su manera funcionan y, en algunos casos, puede incluso ocurrir que sean los únicos que funcionan, pues el ser humano puede haberse «solidificado» hasta tal punto que sólo responda a estímulos particularmente violentos.

Con esto no estoy defendiendo necesariamente la utilización de tales métodos. Por ejemplo, pueden no gustarnos los trasplantes de órganos; de hecho, yo creo que los trasplantes deberían hacer estremecerse a cualquier mente normal al mismo nivel que las prácticas de una tribu de antropófagos, pero, a nivel inmediato y al margen de sus repercusiones a nivel social (mercado de órganos, negocios de laboratorios , etc.), funcionan.

La cuestión es que no todo lo que «funciona» es legítimo.

Hay que entender que hay cosas en la modernidad que son eficaces, pero no por ello son admisibles. La eficacia no puede ser nunca el criterio supremo, ni siquiera en medicina. Volviendo a la seducción, hay otro hecho importante:
la mayor parte de los seres humanos ven lo que la ciencia, la tecnología o el llamado progreso, en general, nos da, sea bueno o malo, pero no pueden ver lo que nos quita. Y no lo ven por la sencilla razón de que lo que se nos ha quitado ya no está ahí, y lo que no está ahí no puede verse; se podría, en todo caso, recordar (con una memoria más ontológica que psicológica), pero los mecanismos sociales, con su permanente tensión hacia el futuro, se ocupan de borrar todo recuerdo que supere el nivel del dato.
El pasado está muerto, se nos repite hasta la saciedad, cuando, en realidad, todo lo que somos es pasado.

LA RAZÓN DE SER DE LA ENFERMEDAD
-Además, la absoluta medicalización de la enfermedad hace que se pierda, en cierto sentido, parte de su razón de ser. De igual manera, la muerte desaparece del mapa. Es como si no existiera. Es como si fuéramos a tener una vida eterna.

Pero la enfermedad y la muerte también cumplen una función, al menos desde el punto de vista de la Tradición.
Hay enfermedades que podríamos llamar «artificiales», es decir, que están generadas por las transgresiones del orden cósmico, pero hay otras «naturales», provocadas por el desgaste natural de los organismos o, sencillamente, por el destino de cada ser vivo.

Por supuesto, es lógico y natural que si uno está enfermo trate de curarse y de evitar la enfermedad mediante unos métodos proporcionados a nuestra naturaleza; pero tratar de esquivar la enfermedad y la muerte a toda costa, a cualquier precio y por cualquier método, se ha convertido en una obsesión tan delirante como inútil.

Hay limitaciones que no podemos superar; se trataría entonces de orientarlas en la dirección adecuada. Hay que recuperar para la enfermedad y la muerte el sentido que la modernidad les ha expropiado.

Socialmente, vivimos en una falsificación perpetua. ..
Y los movimientos alternativos, ecologistas, espiritualistas y similares no están libres de ello. Yo hago bastante hincapié en esto, y tal vez quienes lean mi Manifiesto contra el progreso piensen que la tengo tomada con los ecologistas, pero no es así. Lo que ocurre es que la perversión del «sistema» o la locura de Bush son más o menos evidentes, y, frente a eso, se tiende a pensar que todo lo que en apariencia se opone al sistema es bueno. Pero eso es simplificar las cosas.

La espiritualidad New Age es un perfecto ejemplo de falsificación. Y los movimientos «alternativos» de diversa índole lo son también en gran medida, aunque, naturalmente, está claro que hay ecologistas y ecologistas…
El caso es que se ha perdido de vista lo esencial y se han absolutizado elementos tal vez importantes pero secundarios. Todo el mundo se preocupa por la salud del cuerpo, y no es que eso esté mal, pero el cuerpo absorbe toda la atención y no queda espacio para la salud del alma.

Nos preocupamos por la estricta pureza biológica de lo que comemos y luego alimentamos el espíritu con basuras.
.. De nada sirve cambiar las energías contaminantes por energías limpias si el hombre no empieza por limpiar su alma. Una actitud espiritual correcta da lugar (en términos generales y dentro de ciertos límites) a una relación correcta con el mundo físico, pero no está tan claro que lo inverso sea siempre tan cierto. No me parece descabellada la posibilidad de que un mundo técnicamente limpio sea espiritualmente un infierno. Habría que tenerlo en cuenta...


… hay muchos hospitales y ambulatorios, también muchos asilos y guarderías. Las personas viven cada vez más aisladas. Las familias se descomponen. En la historia de nuestra especie, parece evidente que jamás se vivió una época tan lúgubre.

Los psicólogos señalan que divorciarse es reforzar la autoestima. Pero sobre todo es la propia sociedad la que está enferma..

En efecto: tenemos muchos hospitales, muchos ambulatorios, muchos asilos, muchas guarderías... tenemos mucho de todo. Y cuanto más tenemos, menos somos.

Pensamos que todo se arregla con más medios, más desarrollo, más técnica, más información... «Más» parece la palabra mágica de nuestra cultura, con la que creemos poder hacer todo tipo de milagros. Es el delirio de la acumulación.

Pero esa acumulación, aparte de estar construida sobre el expolio y la esquilmación del llamado Tercer Mundo, es decir, sobre el hambre, la miseria y la muerte de millones de personas, no es fuente de soluciones sino de nuevos problemas.

Y, sobre todo, hemos olvidado algo fundamental: que la dignidad humana no se mide por lo que el hombre es capaz de acumular sino, justamente al contrario, por aquello de lo que es capaz de prescindir, por todas las cosas inútiles o superfluas a las que sabe renunciar para poder centrarse en lo esencial.

Una sociedad sana sería una sociedad que reduciría al mínimo sus necesidades materiales y, por tanto, sus medios técnicos; sería una sociedad capaz de conformarse con lo estrictamente necesario. Parece que ahora hay mucha preocupación por hacer compatible el equilibrio ecológico con el desarrollo y la riqueza. Yo creo que con lo que habría que hacer compatible el equilibrio natural es con la sencillez y la austeridad; y eso, por cierto, no plantea ningún problema ni exige ningún esfuerzo; no requiere ningún «más»; en realidad, ni siquiera requiere ningún «hacer»: se hace por sí solo.

Me parece que estaríamos física, mental y espiritualmente más sanos si, en lugar de plantearnos siempre lo que tenemos que hacer, nos planteáramos también lo que tenemos que dejar de hacer.

No podemos negarle a priori a la ciencia y la tecnología la posibilidad de crear un mundo de energías limpias, un mundo saludable e higiénico, en el que todos sean zombis satisfechos contemplando la televisión y saliendo los fines de semana en coches no contaminantes a hacer «turismo verde».
¿Y qué pasa si un mundo espiritualmente muerto es capaz de generar un cierto nivel de salud física? Ése, si se alcanza, será ―yo creo― el más diabólico de los mundos, pues su capacidad de fascinación será máxima. De forma paradójica podríamos decir que, mientras haya contaminación hay esperanza. No estoy diciendo que esté a favor de la contaminación, claro está; estoy diciendo que, peor todavía que un mundo contaminado sería un mundo feliz, higiénico, sin disfuncionalidades, formado por seres «humanos» sin alma, pero cívicos y pulcros, cuyas aspiraciones se reduzcan a lo que el sistema pueda proporcionarles y sin motivo ninguno para lamentarse.

Quiero decir, en definitiva, que hay una escala de prioridades y que me parece un error fatídico ―y extremadamente extendido en la actualidad― conceder más importancia a unos pulmones limpios que a un alma limpia. Vivimos ahora una obsesión por la salud que me parece lo menos saludable que pueda imaginarse y que genera actitudes paranoicas, como, por ejemplo, la actual obsesión antitabaquista (y quede claro que yo no fumo).

Tampoco me parece que sea muy acertado buscar la salud espiritual para poder tener salud física, porque eso es convertir el fin en medio y el medio en fin. Hay que tener claro qué es lo esencial y qué lo secundario.

...Para no dar pie a equívocos, aclararé que, como digo en el Manifiesto, no se trata de huir de la realidad, sino de huir a la realidad, pues este mundo es la expresión misma de lo irreal.

Parece, ciertamente, que la Providencia no nos abandona del todo y siempre, en alguna parte, crece aquello que salva, como decía Hölderlin. Es verdad. Pero hay que encontrarlo. ¿Dónde? Como afirma el dicho sufí nos empeñamos en buscar fuera de casa lo que hemos perdido dentro porque fuera «hay más luz». A mí me da la impresión de que no hay más lugar de búsqueda que el alma, por oscuro que ahí esté el panorama.

El problema de Occidente no es que haya perdido la salud sino que ha perdido su alma. Algunos psicólogos postjunguianos hablan de making soul, literalmente «hacer alma». No es una expresión que me guste, pero creo que apunta a una necesidad muy real: nos hemos convertido en seres desarraigados, que no sabemos de dónde venimos ni adónde vamos y, lo que es mucho peor, que ni siquiera nos preocupa no saberlo.

Ésa es la enfermedad fundamental: hemos perdido el alma, la hemos vendido, como Fausto, al demonio del «progreso» a cambio de un espejismo de felicidad que no nos proporciona más que frustración y desesperanza, vaciedad y depresión. Reintegrar nuestra vida, curar y reconstruir nuestra alma agonizante: ésa es, a mi entender, la única urgencia verdadera; lo demás, con todos los respetos, me parecen poco más que nimiedades.

Agustín López Tobajas, (Zaragoza, 1949). Ha traducido al castellano obras de H. Corbin, L. Massignon, A. Schimmel, F. Schuon, R. Guénon, A. K. Coomaraswamy, G. Durand, Simone Weil, R. Pánnikar, D. T. Suzuki, E. Swedenborg, etc. Codirector de la revista Axis Mundi (1994-1999). En la actualidad dirige el Círculo de Estudios Espirituales Comparados

tomado a partir de la revista THE ECOLOGIST

martes, 6 de enero de 2009

NICHOLAS ROERICH - La Union la cultura y la paz universal

Nicholas Roerich (1874-1947)
F
ue un artista ruso de nacimiento que se convirtió en personaje de importancia universal en la esfera cultural, promotor apasionado mediante su arte y escritos, de una apreciación aumentada del valor de la herencia cultural de todas las naciones del mundo, y de las formas en que esta apreciación podría ayudar a lograr la paz mundial.

Durante su estancia en USA , Roerich fue uno de los fundadores de una sociedad que entre sus objetivos era promover el aprendizaje de "la vida etica" en busqueda de una perfeccion moral.


Su padre, Constantino, era de origen escandinavo y un prominente notario. Su madre, María Kalashnikova, pertenecia a una vieja familia de la nobleza rusa. Su infancia discurrió en Ishvara. Fue allí donde Nikolai profundizó su relación con la naturaleza. Los elementos, el cielo, la tierra, el agua, se tornaron sus confesores y amigos. Entraba fácilmente en comunicación con la naturaleza, y podemos afirmar que su primer maestro fue el mundo natural.
Fue en esa época en la que se inició su interés por las leyendas, tradiciones y poesía de su país.

Muy pronto se aficionó por la arqueología, y con frecuencia realizaba expediciones para desvelar el pasado e interrogar a las rocas. “Parecía, a través de una intuición paranormal, conocer las grandes líneas de la evolución humana”. Su actividad en este área le convirtió en uno de los mayores arqueólogos de Rusia.

Por deseo de su padre inició los estudios de Derecho en 1893, simultáneamente ingresando en la Academia de Bellas Artes de San Petersburgo. Su primer maestro, Kuinji, percibió en él la lucidez, y anticipó su genio. Le daba plena libertad creativa.

Su pintura era extraña, llana de misterio y magnetismo. Hablaba al alma del espectador de tierras lejanas, de leyendas aun vivas, de héroes, de guerreros y de sacerdotes, de vagabundos y de peregrinos, que surcaban la gran aventura de la vida.

Los éxodos de los pueblos, los guerreros impresionantes, los cielos enrojecidos, y las nubes grandes, densas y negras, aparecen en sus lienzos, dándoles un tono profético, reflejando al mismo tiempo la batalla que se traba en el interior de cada ser humano y en el interior del corazón colectivo de la humanidad.

Las montañas, los inmensos Himalayas, fueron otras de sus inspiraciones. Ellas representan lo transcendente, lo suprahumano, lo que esta más allá de lo sensorial, Si imponencia, su fuerza, la blancura de su presencia, simbolizan lo etéreo, lo sutil, lo espiritual.

Un Hombre Universal

En 1900 visitó la Exposición Universal de Paris. Este encuentro con la cultura del mundo le impresionan profundamente, iniciándose en su interior un proceso de universalización, que habría de marcarle de por vida.

De 1909 a 1916, junto a su mujer Helena, visitó Italia, Alemania, Inglaterra y Holanda. En 1917 se instaló en Finlandia, donde retirado del mundo, y en profundo contacto con la naturaleza, produjo la famosa serie de lienzos sobre ese país.

Volvió a Paris y pintó los escenarios, diseñó el guardarropa y llegó a escribir los guiones para Sergei Diaghileo, para las operas de Rimsky Korsakov y de Borodin. Convivió con Paulova y Nijinsky. Concibió los escenarios para las obras de Maeterlinck y para el “Tristan e Isolda” de Wagner. Para el Ballet “La consagración de Primavera, de Stravinsky, pintó en el teatro de los Campos Elíseos unos escenarios que serían admirados en toda Europa.

Expuso en Helsinki en marzo de 1919, y en ese mismo año se encontró con Rabindranath Tagore (El Nóbel de Literatura) en Londres.

Al año siguiente, respondiendo a una invitación de Robert Harshe, visitó Nueva York, y expuso sus trabajos en 29 ciudades de América. Pronunció conferencias y conoció a grandes figuras del mundo de las artes, la política y la ciencia, estableciendo fuerte amistad con Huxley, Einstein y Milikan. Creo escuelas de arte y fomentó el surgimiento de grupos de investigación inspirados en el ideal de la cultura, como puerta para la paz y la unidad.

En todas partes es recibido como un profeta de los nuevos tiempos. A aquellos que se le aproximan les inspira idealismo, sentido de la belleza y creencia en un futuro de esperanza, donde el Amor pueda regir la vida social, la economía y la educación. Su creatividad, optimismo, humanismo y universalismo “sacudió” a hombres de estado y lideres religiosos, que lo adoptaron como instructor e inspirador.

ImageRegresó a Europa en 1923, y junto con su mujer Helena y su hijo Jorge inicia un viaje a la India con el objetivo de realizar una expedición al Asia Central. Esta expedición, que tenia móviles artísticos, etnológicos, culturales y espirituales, partió de Darjeeling, en dirección a Cachemira y Ladakh (Pequeño Tibet). Nicolai pintó numerosos cuadros en Sikkim y en Bután, empezó un viaje por la ruta de las caravanas (la más alta del mundo), y conoció paisajes y tierras que siempre recordará.

El 29 de mayo los Roerich atraviesan la frontera rusa, y llegan a Moscú el 13 de junio. A los comisarios del Pueblo y de la Educación Nikolay les ofrece un lienzo “Maitreya el Conquistador”, que quedó expuesto en el Museo Gorki.

En septiembre de 1926 el pintor y los suyos volverán a atravesar Asia Central, en dirección a la India, corriendo nuevamente serios riesgos, y soportando las temperaturas del invierno tibetano (cuarenta grados bajo cero). Durante esta singladura perecerán cinco miembros de la expedición y noventa animales.

Entretanto es en esos momentos cuando Nikolai pinta los más bellos cuadros de su obra (más de 500 lienzos), paisajes de Asia que ningún pintor había recreado con anterioridad. Estas obras se encuentran ahora dispersas por los más importantes museos y colecciones del mundo.

El Arte, la Cultura y la Paz

ImageNikolai nunca se adhirió a ningún “ismo”; no fue un pintor de modas estéticas y de escuelas. Su “moda” fue la búsqueda de la Belleza (cual búsqueda del Grial), y su escuela fue el espíritu y lo eterno. La “inteligencia” lo ignora o finge que lo desconoce; y es que él dejó una obra (solo los lienzos son cerca de seis mil), que solo el ser humano del siglo XXI y del 3er Milenio entenderá realmente.

A finales de 1928 se instaló en el pueblo de Naggar, Kulu, en la India. Al inicio de los años treinta Nikolai Roerich promueve un proyecto del tamaño de su alma, “El Pacto y la Bandera de Paz”. Esta iniciativa, lanzada en Nueva York en 1929, fue acogida un año más tarde por la Sociedad de Naciones (prototipo de la ONU), recibiendo la aprobación entusiasta de figuras políticas y culturales de la talla de Alberto I, Rey de Bélgica, de Rabindranath Tagore, de Maurice Maeterlink, y del presidente de los Estados Unidos, Roosvelt.

Este proyecto estipulaba que todas las instituciones educativas, artísticas, científicas o religiosas, así como todos los edificios que poseyeran un significado o valor cultural o histórico debían ser reconocidas como centros inviolables y respetados por todas las naciones, fuera en tiempos de paz o de guerra.

Con este objetivo se estableció un tratado que tenía la finalidad de ser ratificado por todas las naciones del mundo. Roerich diseñó el símbolo que sería conocido como la Bandera de la Paz y de la Cultura: una circunferencia roja conteniendo tres círculos encarnados sobre fondo blanco.

Este símbolo sagrado se encuentra en todas las civilizaciones y culturas de todos los tiempos. Son varios los significados que se le pueden atribuir: los tres círculos simbolizan el arte, la ciencia y la religión, rodeados por la circunferencia de la cultura; también el pasado, el presente y el futuro rodeado por lo eterno; o incluso el subconsciente o instinto, el consciente o inteligencia, y el supraconsciente o intuición rodeados por la circunferencia de la consciencia; y por fin, en la misma línea, el alma temporal o animal, el alma humana o inmortal y el alma espiritual o divina, rodeadas por el Anima Mundi, el Alma del Mundo.

La primera convención internacional tuvo lugar en 1931, en Brujas, en Bélgica, suscitando un interés enorme en los mundos de la ciencia y de la cultura. En 1932, en la misma ciudad, realiza una segunda convención y se crea la Fundación Roerich para la Paz. Representantes de gobiernos, pensadores, humanistas y religiosos asistieron a ambas convenciones. Entre el 17 y el 18 de noviembre de 1933, en Washington se celebró la tercera convención, donde asistieron representantes de 35 países; un mes más tarde los miembros de la 7ª Conferencia de la Unión Panamericana firmaron unanimemente el Pacto por la Paz.

Henry Wallace, entonces Secretario de Agricultura, y más tarde Vicepresidente de Estados Unidos, demostró un profundo interés por la personalidad y por la notable obra de Nikolai Roerich, así como por la profunda filosofía de Oriente. Infelizmente el egoísmo y el odio de la Humanidad hablaron más alto. El mensaje del profeta, del místico y del lucido visionario fueron olvidados, y una vez más la guerra estalló en una locura sin precedentes, la II Guerra Mundial.

Nikolay vivió sus últimos años en Naggar, en los Himalayas que tanto amaba, y desencarnó el 13 de diciembre de 1947, siendo incinerado según la tradición del “pueblo del espíritu”.


Como reflexión final, quedan sus palabras: “El Arte Unificará toda la Humanidad. El Arte es uno e indivisible. El Arte es la manifestación de la síntesis universal. El Arte es de todos… Llevad el Arte al pueblo, a quien pertenece. Debemos tener no solo museos, teatros, universidades, bibliotecas, estaciones de tren y hospitales decorados y llenos de belleza, como también las prisiones. Cuando esto ocurra, no necesitaremos más prisiones…

La verdadera paz, la verdadera unidad, es el deseo del corazón humano… (el hombre) quiere amar y abrirse a la realización de la Sublime Belleza. En la superior comprensión de la belleza y la sabiduría todas las divisiones convencionales desaparecen… todos los símbolos de la humanidad tienen el mismo significado, la oración sagrada: Paz y Unidad.audio con datos biograficos de Roerich aqui

PRESENTACIÓN DEL PACTO DE PAZ ROERICH

En 1935 en Washington, D.C., 22 Naciones firmaron el PACTO DE PAZ de Roerich afirmando el “Principio de Paz” a través de la Cultura e izando la BANDERA DE LA PAZ EN TIEMPOS DE GUERRA”. Firmaron en aquel momento los países de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú, Estados Unidos de América, Uruguay y Venezuela, a través de sus Presidentes representantes presentes en la Convención , firmando el Acuerdo:

“Donde Hay Paz Hay Cultura; Donde Hay Cultura Hay Paz”

PRESENTACION DE LA BANDERA DE LA PAZ

El Logo de la Bandera de la Paz aparece en la Historia de la Humanidad desde hace aproximadamente 9 mil años, en el Período Paleolítico, configurado por 3 Esferas formando 1 Triángulo con el Vértice hacia arriba, en color rojo púrpura-rubí sobre fondo blanco, simbolizando el Arte, la Espiritualidad y la Ciencia , UNIDOS por el CÍRCULO DE LA CULTURA.

El Logo de la Bandera de la Paz no lesiona intereses de ninguna clase, por el contrario, servirá al Espíritu Creador para Lograr la Paz Universal. Cabe aclarar que la Bandera de la Paz no representa ninguna ideología política, credo o religión.

mas informacion:

el pacto de Roerich: http://www.noosfera7galaxia13.org/banderadelapaz.htm

la extraordinaria familia Roerich:
http://www.revistabiosofia.com/index.php?option=com_content&task=view&id=112&Itemid=40

museo roerich (España) : http://shambala-roerich.com

arte de Roerich : http://parameshwarys.blogspot.com/2008/11/ms-all-del-arte.html