jueves, 31 de diciembre de 2009

EXTRAORDINARIA VISION del UNIVERSO

LA UNIFICACION DE CIENCIAS, RELIGIONES, CREENCIAS, FILOSOFIAS:

Esta informacion cambiara para siempre la forma en que vemos la vida, el universo, los agujeros negros, las galaxias, las religiones, las diferentes filosofias de vida....
Y con la nueva vision todo nuestro ser comenzara a sentir que hemos vivido en un mundo limitado y triste y que ahora podemos admirar a un universo EXTRAORDINARIO.
Que el TAOISMO - EL YING Y EL YANG(el universo no solo se expande ¡ tambien se contrae ¡) - , LOS CHAKRAS, ..tendran por fin una confirmacion y apreciaremos la inmensa sabiduria que existia hace miles de años. Como dentro del sol existe un agujero negro , al igual que en el centro de la tierra. ....

Nos quedaremos maravillados con una nueva vision que va desde la arqueologia a la medicina, la historia o a comprender tu lugar en el universo como un ser "cosmico".

Entenderemos las manchas solares, la fisica de particulas, los agujeros negros, la gravitacion ......
aqui un ejemplo de como todo se mueve a la velociadad de la luz:

Aqui una muestra de la Conferencia que realizó Nassim Haramein , joven fisico que enlaza genialmente todos estos temas, en la Rogue Valley Metaphysical Library en 2003.





aqui el proyecto completo que apunta a integrar todas las ciencias y filosofias bajo una misma teoria que subyace a todo lo que existe: http://www.theresonanceproject.org/
mas videos interesantes:


"Ahora la nueva biología nos dice que el ADN se adapta a nuestras creencias, que depende del entorno familiar y social. Y, ¿por donde están nuestras creencias? Necesitamos unir las creencias a la ciencia actual que nos explica nuestro universo. Si ya no nos sirve un Dios todopoderoso en el cielo y lo que nos cuenta la ciencia es que vamos hacia la entropía, hacia deshacernos a base de expandirnos indefinidamente. Ya que todo comenzó con una palmada, un Big Bang, donde todo el universo se expande para siempre, manifestándose en desorden y en caos que solo se organiza temporalmente. Que suceden las cosas al azar y sobrevive el mas fuerte según Darwin. Estas creencias nos dejan confusos, sin rumbo y no podemos confiar que lo que hacemos, el esfuerzo para mejorar las cosas de nada sirven si no hay evolución en el ser humano. Ya desconfiamos de la evolución tecnológica, que al parecer la hemos hecho sin pensar y solo por intereses económicos y nos ha apartado mas y mas de la vida natural.

La física cuántica no describe un ser vivo y menos un ser bio-psíquico como nosotros, solo describe cristales muertos y todo en el microcosmos está lleno de potencialidades y probabilidades. La Astrofísica tiene muchas limitaciones y sin confiar en los conocimientos heredados de los antiguos, aun tenemos menos años con los que cuenta nuestra experiencia de observación del sistema solar, por muy buenos telescopios que tengamos. Solo sabemos que ahí afuera todo está cambiando y no tenemos forma de comparación o medición con lo anterior, sobre todo si no tomamos en cuenta los conocimientos heredados. Y la medicina aun no ha incorporado la física cuántica en sus investigaciones, cuando esto se conocía ya hace 70 años.

Necesitamos un conocimiento científico que integre al ser humano dentro del universo y nos explique qué hacemos aquí. Necesitamos saber que estamos evolucionando, porque en realidad nos estamos ahogando por toda la involución al perder el contacto con la naturaleza."


"Al final el universo es un toroide, un donut girando constantemente como un giroscopio que produce la tensión necesaria para mantener la vida en una constante explosión seguida por la implosión, constante expansión y contracción. Como todos los ritmos del cuerpo, los latidos del corazón, del cráneo y de los pulmones que pasan de lleno a vacio y vuelta de nuevo. Todo esto sucede en todas las dimensiones, que podemos distinguirlas por su tamaño de enorme a diminuto y todos sus ritmos de rapidísimo y pequeño a lento y gigantesco.
También Nassim da al Vacio una geometría esencial a base de 4 heptaedros que se convierten en un octaedro dentro de una esfera. Todo ello está relacionado al IChing, dos fuerzas esenciales, la electromagnética del cielo Yang y la gravitacional de la Tierra Yin, que crean 4 posibilidades de existencia en 4 heptaedros Cielo, Tierra, Fuego y Agua y finalmente 4 mas se convierten en un octaedro que es lo mismo que los ocho trigramas del IChing. Cada hexagrama del IChing es un heptahedro y siempre se mantiene la alquimia primordial del fuego y el agua en oposición o citraposicion, la explosión o irradiación Yang y la implosión o absorción Yin. Las llamaradas solares son fuego que expulsa agua, según los últimos descubrimientos. La alquimia que muestran los dos últimos hexagramas del ICHING que son reversibles el uno con el otro, al girarlos uno se convierte en el otro. El 63 la perfección del fuego que arde dentro del agua, la fotosíntesis y el 64 el fuego arde encima del agua y todo vuelve a empezar."
MARYSOL STERLING

sábado, 5 de diciembre de 2009

Nace en Francia "Tierra de encuentros"

La asociación francesa “Terre de liens” (tierra de encuentros) nace con un objetivo: apoyar a los agricultores ecológicos que no pueden mantener sus explotaciones y a aquellos que no tienen posibilidad de acceder a la compra de terrenos.

La asociación compra explotaciones agrícolas destinadas a la producción ecológica con la ayuda de aportaciones particulares y se las alquila los agricultores que practican métodos ecológicos.

La asociación "Terre de Liens" es una herramienta solidaria que reúne las inversiones de los ciudadanos para adquirir tierras en las que desarrollar o mantener proyectos agrícolas o rurales que respeten los principios de la organización, básicamente ecológicos y respetuosos con el medioambiente.

Desde su primera campaña en octubre de 2008, esta sociedad comanditaria de accionariado ha logrado reunir 8 millones de euros en aportaciones particulares.

Desde su nacimiento, esta organización, que a su vez forma parte de una red asociativa constituida por 16 organizaciones miembro, aplicó su programa al pie de la letra: comprar explotaciones agrícolas para instalar en régimen de alquiler a agricultores ecológicos.

Según Philippe Cacciabue, director de Terre de Liens, “No habíamos imaginado que gozaríamos de semejante éxito. Vamos a lanzar una segunda campaña hasta agosto de 2010”.

Este año, la asociación adquirió 10 explotaciones y otras 11 se encuentran en proceso de compra.

Entre 2007 y 2008, gracias al millón de euros recaudado, se pudieron adquirir 7 granjas.

En total son unas cincuenta familias las que, gracias a esta iniciativa, pueden seguir trabajando la tierra y criando ganado de forma ecológica.

Mediante la segunda campaña, la asociación pretende conseguir 3.000 nuevos socios compradores y 6 millones de euros de capital con los que emprender la compra de una veintena de propiedades.

El proyecto consiste en utilizar la inversión colectiva y solidaria para “arrancar” las propiedades agrícolas del mercado especulador.
Local Food es el primer libro que entra en detalles más profundos que los libros de Transición previos y que ofrecían visiones más generales. El Movimiento Transición se trata de lo positivo, en su totalidad, y es increíblemente positivo para la gente, para los grupos, para las comunidades, para que comiencen a tomar control de cómo se suministra su alimentación, de dónde proviene y de cómo se produce. Uno de los éxitos de este libro es que muestra que existen tantas formas para reconectarnos con el alimento local, y de tantas maneras, ¡que no hay ninguna excusa realmente para no tomar medidas hacia la alimentación local!

Como vegetariano de larga data, que se abastece a través de un esquema de alimentos orgánicos y que compra el resto de sus alimentos locales y estacionales en un supermercado, este libro me mostró que yo podría hacer mucho más.

No existe una solución única para el tema de la alimentación local pero Tamzin Pinkerton y Rob Hopkins nos ha entregado suficientes formas para que todos encontremos una respuesta.

Hay mucho que degustar en este libro. Cada capítulo está dedicado a las diferentes aproximaciones a la alimentación local, desde los jardines compartidos hasta las cooperativas alimenticias pasando por directorios de alimentación, muchas de ellas complementarias. Cada capítulo muestra un formato de contenido similar; una revisión general del método, comentarios de los usuarios, varios estudios de casos y consejos y otros recursos detallados.

VENTAJAS DE COMIDA LOCAL: aqui

“La rentabilidad del capital en la agricultura no está relacionado, como en otros sectores, con la cifra de negocio.
Las granjas y sus tierras suelen valorarse muy por encima de su rendimiento real.

Esta especulación hace que los precios aumenten de forma deliberada de generación en generación. Muchos de los agricultores no consiguen ganar ni el sueldo mínimo interprofesional”, explica Xavier Robert, miembro de la asociación Terre de Liens.

De pronto, los jóvenes agricultores no pueden acceder a las explotaciones cuyo propietario está a punto de jubilarse y no cuenta con descendencia familiar que prosiga con la actividad.

Estas explotaciones, en la mayoría de los casos, se venden a agricultores que amplían su terreno o a un promotor inmobiliario.

Motivación política

La asociación financia los proyectos que le propone una red de 16 asociaciones regionales cuyos voluntarios se encargan de evaluar los informes. “La tercera parte de nuestras compras han sido solicitadas por campesinos jubilados que no querían asistir a la decadencia de su explotación ecológica o biodinámica.
Nuestros contratos de arrendamiento estipulan de forma clara las obligaciones concernientes a las prácticas medioambientales que deben respetar los campesinos arrendadores.

En dos tercios de los informes, la iniciativa parte de un joven agricultor que ha identificado a un propietario dispuesto a vender su explotación. De forma general, la transacción se realiza a precio de mercado.

Por su parte, la mitad de los 3.600 asociados de “Terre de Liens”, provenientes de los más diversos sectores tanto sociales como profesionales, ha realizado una inversión de entre 1.000 y 10.000 euros. Pese a que se benefician de una desgravación en los impuestos, el motivo de su inversión no es exclusivamente económico, ya que no cobran ningún dividendo ni gozan de ningún poder de gestión. Las motivaciones de los inversores son, por lo tanto, de carácter social y éticos.

Además de los particulares, las comunidades comienzan a llamar a la puerta de “Terre de Liens” con el propósito de confiarle sus terrenos. Actualmente se está perfilando una estructura jurídica para llevar a cabo dichas cesiones por parte de las colectividades locales. “Nuestra motivación es fundamentalmente política”, explica Xavier Robert. “Pensamos que las tierras deben seguir siendo un bien común”.

Difícil acceso a la tierra:

Datos de Francia:
cada año desaparecen 66.000 hectáreas de superficie agrícola en Francia. Esta cifra es el equivalente a la desaparición de una región cada diez años. Cada semana 200 franjas o explotaciones agrícolas cesan su actividad.

El precio medio de una hectárea agrícola ha pasado de los 3.500 euros en el año 2000 a más de 5.000 euros en 2008. El “Plan medioambiental” del gobierno promete destinar el 6% de la superficie agrícola a la agricultura ecológica en 2012 y el 20% en 2020.

Actualmente en Francia, la superficie destinada al cultivo ecológico corresponde al 2% del total, lo que coloca al país en el puesto 20 de 25 en Europa.

comida local - o local food:
http://www.soitu.es/soitu/2009/05/04/vidaurbana/1241431340_381816.html

http://www.ladyverd.com/articulo/398/agricultura_ecologica_en_francia_la_importancia_de_la_solidaridad.htm
http://es.alternativechannel.tv/communication-durable/videos/Alternative-Channel/Les-entrepreneurs-sociaux-d-Ashoka/1670/

lunes, 16 de noviembre de 2009

CIUDADES en TRANSICION - al futuro

Libro: "The Transition Handbook“ de Rob Hopkins

Rob Hopkins, es un eco-constructor, diseñador y maestro de permacultura inglés.

Esto es lo que estábamos buscando las personas interesadas en soluciones, estrategias y procesos creativos, con una perspectiva "de abajo hacia arriba“, para actuar creativamente frente a los múltiples desafíos del descenso energético , el fin de la era del petroleo.

El libro se basa en el extraordinario éxito de los "Transition Towns“(pueblos en transición), los cuales están surgiendo desde 2005, principalmente en Inglaterra (donde en la actualidad hay más de 100 iniciativas, comunidades, municipios y hasta ciudades de transición) como también en otros países del mundo.


Rob Hopkins, el principal creador del concepto, cuenta en esta obra el origen y crecimiento exponencial del movimiento de transición, surgido a raíz de una investigación con estudiantes de diseño ambiental en Kinsale/ Irlanda, la cual fue posteriormente puesto en práctica por primera vez en el pueblito de Totnes, en Inglaterra.

El manual de transición ofrece una canasta llena de ideas, procesos y propuestas prácticas para iniciar junto con tu comunidad esta transición, y logra despertar entusiasmo y la inspiración sin negar o minimizar ninguna de las grandes crisis que enfrentamos actualmente en el planeta.

La primera parte del libro se titula “la cabeza” ("The head“) y contiene una buena explicación, un lenguaje sencillo y claro, de los desafíos a los que nos enfrentamos ante la crisis del descenso energético.

Introduce al concepto de resiliencia, palabra bien conocida entre ecólogos y sicólogos, pero poco entendida fuera de estos ámbitos. Resiliencia es un concepto que se refiere a la habilidad de un ecosistema para absorber impactos externos y adaptarse a cambios forzados, que vienen desde afuera, manteniendo sus funciones vitales, estructura e identidad.

Trasladando este concepto hacia los sistemas humanos, llega a la conclusión que reconstruir la resiliencia de las comunidades es lo mas importante.

El último capítulo de esta primera parte, titulado "Why small is inevitable“(Porque lo pequeño es inevitable) hace un llamado a la relocalización, argumentando, que este cambio no podrá ser realizado solamente por los grandes sistemas políticos, corporativos o gubernamentales, sino que será necesario e inevitable involucrar a la gente, los individuos, familias y comunidades, en la tarea de reconstruir nuestros sistemas vitales para la supervivencia „desde abajo hacia arriba“. Una perspectiva muy permacultural.

La segunda parte del manual, titulado "El corazón“(The heart), inicia con un análisis de como la información amenazadora y repetida continuamente de la crisis planetaria puede afectar a la gente – puede provocar desde la negación absoluta hasta lo que bautiza como síndrome „Post-Petroleum-Stress-Disorder“, y muchos estados intermedios.

En este contexto, introduce a conceptos de la sicología de cambio, muchos de ellos derivados del trabajo con las adicciones, donde queda bastante claro, que nuestra dependencia del petróleo es una adicción colectiva de la sociedad, y debe tratarse como tal.

En un capítulo titulado "Cosechando el poder de una visión positiva" evoca la necesidad de comenzar a contar nuevas historias y cuentos para dar forma y visión a esta sociedad de bajo impacto ambiental y consumo energético que estamos construyendo.

Cuenta una historia ficticia de la transición en Inglaterra vista desde el año 2030- repasando estas páginas, y poniendo atención en las emociones que surgen durante su lectura, uno puede fácilmente entender, porque esto de "contar historias nuevas” es tan importante para visualizar este "Gran Cambio” y dejarnos inspirar por el. A lo mejor es esto, lo que está faltando en muchas iniciativas de base (incluyendo muchas relacionadas con permacultura).

El capitulo concluye con un recuento de las actividades iníciales con estudiantes de diseño ambiental en el pueblito de Kingsale, Irlanda, que llevó al concepto de la Transición en el año 2005.

La tercera y última parte del libro se titula "Las manos“(„The hands“) y explora procesos y acciones concretas, que pueden funcionar para lanzar y hacer crecer una iniciativa de transición.

Los "7 peros“ y los “12 pasos hacia la transición“, enunciados cortos , consejos prácticos y secuencias de acción, que se han desarrollado a partir del trabajo en Totnes, ya se pueden descargar en español desde el internet, además se mencionan muchas dinámicas y procesos para involucrar a las comunidades activamente en el proceso. Me gusta mucho la atención que se dirige en este libro hacia la importancia de transmitir y re-aprender habilidades prácticas en el proceso de transición.

Hopkins es un maestro de la „permacultura social“, sin embargo, en esta tercera parte del libro encuentro a lo mejor el único momento, donde me atrevo a hacer una leve crítica - no por el contenido, sino respecto a la adaptabilidad de este proceso de transición, así como se está dando en Inglaterra, a contextos sociales y culturales diferentes, como por ejemplo aquí en México.

Rob Hopkins es inglés, y reconozco en su discurso un cierto afán muy europeo de „querer planear“hasta el último detalle del descenso. Durante el mes de diciembre, en las redes de internet, se dio un debate interesante entre Hopkins y John Michael Greer (autor del libro „The Long Descent“) a través de energybulletin.net.- Greer cuestionó seriamente esta idea, que se pueda „planear “el descenso.

Por lo menos en nuestra bioregión, la gente todavía está bastante poco informada acerca de las realidades energéticas, muy pocos se pueden imaginar las graves consecuencias del descenso mexicano. Parte de esta inocencia se debe seguramente a la desinformación en los medios, pero también tiene que ver la mentalidad latina de no preocuparse demasiado por el futuro, además la gente parece haberse acostumbrado ya a las crisis económicas, que azotan el país cada década, y es difícil imaginarse, que esta crisis a lo mejor sea algo diferente. David Holmgren ubica en su sitio futurescenarios.org a esta espontaneidad, adaptabilidad y capacidad de aceptar la vida como es, como un valioso recurso, de la gente en Latinoamérica, para los tiempos que vienen.



Incorporación de abono orgánico fermentado tipo bocashi a la milpa de Don Agapito, Julio 2008

(Ver fotodocumentación del proyecto)

Inglaterra es el único país en el mundo actualmente, que está experimentando un declive energético similar a México, por eso es interesante observar lo que se está sucediendo allí – sin embargo, Inglaterra tuvo su „pico de petróleo“en 1999, y su descenso en producción petrolera se ha ubicado entre 6 y 9% por año desde entonces. Inglaterra empleó recursos político-financieros y otros mecanismos para, hasta hace muy poco, encubrir y amortiguar parcialmente este descenso. Esto ha dado tiempo, para qué activistas como Rob Hopkins y otros puedan diseñar algunas respuestas planeadas para la transición.

En México, el pico de petróleo sucedió en 2006, pero el declive de producción de sus campos petroleros es mucho más rapido: se ubica entre 10% (PEMEX) y 14% (ASPO) – por el momento. Esto provocará cambios estructurales en todos los niveles, algunos ya están prácticamente a la vista de todos. Creo, que esta realidad no dejará tiempo suficiente para seguir muchas de las instrucciones y recomendaciones, que Hopkins nos ofrece en su manual.

Pero la gente en México y Latinoamérica tiene otros recursos culturales y referencias históricas, que puede recordar, aprovechar y poner al servicio de la transición:

Además de la espontaneidad y capacidad para improvisar, que mencionamos arriba, también podemos hacer referencia, por ejemplo, a la experiencia de los habitantes de la ciudad de México después del terremoto del 1985 – muchos activistas mexicanos recuerdan esta fecha generalmente como el „nacimiento de la sociedad civil mexicana“. La gente se organizó y cooperó espontáneamente, y de una forma no planeada pero mucho más eficiente que las instituciones establecidas.

Otro recurso importante en México y Latinoamérica, es lo que hemos llamado en nuestro mensaje del año nuevo „el recuerdo cultural de una sociedad pre-industrial sostenible“, algo que todavía persiste y sobrevive en las regiones rurales y especialmente entre la gente mayor.

Estas son algunas de las diferencias culturales (hay mas) para considerar a la hora de adaptar el concepto de transición a tierras mexicanas. Puede surgir la impresión, que los ingleses estén nuevamente entre los más avanzados, pero no hay que perder de vista, que en estos países hay mucho mas por recuperar.

Llama la atención, que el libro de transición tiene que recurrir a los tres años de „economía de guerra“ durante la segunda guerra mundial (hace mas de 60 años), para encontrar las referencias históricas más recientes de resiliencia comunitaria en Inglaterra. Más de doscientos años de industrialización y crecimiento económico casi ininterrumpido , han destruido cualquier otro recuerdo cultural de sustentabilidad comunitaria en los países afluentes.

Aun con estas observaciones, no dejamos de considerar esta obra como „lectura esencial“para los grupos e individuos comprometidos con la transformación social y ecológica. „The Transition Handbook“ es un libro muy interesante en estos tiempos, una de las expresiones mejor articuladas, que formulan a partir de la perspectiva permacultural, una respuesta creativa, basada en las oportunidades que nos ofrecen los desafíos del cambio climático y el pico de petróleo. El enfoque radicalmente positivista inhala algo de esperanza muy necesiaria en estos tiempos y nos provee de una caja de herramientas muy completa para trasformarla en acción.

Para lectores, quienes dominan el inglés (Hopkins escribe en un lenguaje sencillo y práctico, fácil de entender), también les recomendamos una visita a su blog personal http://transitionculture.org/ .

Algunos de los documentos claves del movimiento de transición se tradujeron al español y pueden ser revisados en http://comunidadsinpetroleo.com/

También en tierramor.org seguiremos atentos al movimiento de transición (ver sección sobre las aldeas de transición http://www.tierramor.org/permacultura/TransitionTowns.html), y mucho más aun a nuestra propia transición como familia y parte de la comunidad de Erongaricuaro.

(H.H., Erongaricuaro, 3 de febrero 2009)



Holger es un diseñador de permacultura y sistemas ecológicos integrados. Desde 1997, se empeña también como facilitador de conferencias, cursos y seminarios en estos ámbitos. Tiene más de 20 años de experiencia en la búsqueda de estilos de vida más allá de la sociedad de consumo, participando en proyectos de agricultura orgánica, ecoaldeas, comunidades intencionales, proyectos de eco-construcción, regeneración ecológica, desarrollo comunitario, hortalizas escolares. También diseña terrenos y propiedades a pequeña, mediana y gran escala, utilizando los principios de la permacultura.

Holger Hieronimi Holger is a permaculture designer and teacher, who was born in a small village in Germany. Since 1993 he has lived in Mexico, where he maintains with his family the initiative tierramor.org, dedicated to permaculture design and teaching. Holger has more than 20 years of experience in his search for lifestyles beyond consumerism, that includes intentional communities, pioneering and living in ecovillages (in Spain and Mexico), organic agriculture, rural development projects in Mexico, eco-construction, ecological regeneration, community development and school gardens, amongst others. He also designed properties on small, medium and lartge scale. His webpage is www.tierramor.org

by Holger Hieronimi

martes, 13 de octubre de 2009

HAMMARBY : CIUDAD MODELO en Suecia

La nueva ciudad sostenible

Hammarby, el pueblo más limpio y puro del mundo:

Hammarby sjöstad cuenta con una red de 450 usuarios que comparte 25 coches para “largos recorridos”: el viaje diario a Estocolmo, por ejemplo.

El concepto de SymbioCity, basado en el desarrollo urbano holístico y sostenible (”cada recurso se aprovecha para desarrollar el siguiente”) se aplica con gran éxito en la pequeña ciudad de Hammarby Sjöstad, al sur de Estocolmo. Conocemos más sobre este proyecto en el blog Plataforma Urbana.

Además, [ecosistema urbano] nos brinda detalles sobre las jornadas SymbioCity Roadshow 2009, desarrolladas hace pocos días en España.

Construida sobre una antigua zona portuaria de Estocolmo, SymbioCity es el primer ejemplo de urbanización capaz de mantenerse a sí misma

Hace apenas media hora que ha amanecido en Hammarby Sjostad. El sol aún no ha empezado a calentar pero la calle ya está llena de personas que se dirigen al trabajo. Podría ser éste cualquier otro lugar en el mundo. Podría serlo a juzgar por la apariencia. Pero este barrio del sur de Estocolmo es el primer ejemplo de urbanización holística. Aquí cada recurso se aprovecha para desarrollar el siguiente. El agua de la lluvia, por ejemplo, sirve para abastecer el retrete, y la basura se recicla en la energía que sustentará la calefacción de la casa. Todo para demostrar que el desarrollo sostenible no sólo es posible, también económico.

"SymbioCity pasaría desapercibida entre cualquier otra urbanización de nueva construcción. No ha sido planeada como una ciudad ostentosa, la idea era que fuese confortable", explica Erik Freudenthal, director de la oficina medioambiental de Hammarby Sjostad. Levantada sobre una antigua zona portuaria, esta pequeña ciudad de 11.000 viviendas se ha convertido en la respuesta sueca al hogar del futuro. "Queríamos limpiar la zona, que en el pasado era una de las más contaminadas de la ciudad por su actividad industrial, y al mismo tiempo encontrar un modelo sostenible realista, capaz de mantenerse por sí mismo".

Con el apoyo del Gobierno sueco y la colaboración de más de un centenar de empresas, SymbioCity ha empezado a dar resultados. En menos de cinco años, el impacto medioambiental se ha reducido en más de un 50%. La clave ha sido un pormenorizado estudio de las sinergias. Por un lado se han aprovechado las distintas fuentes de energía natural. La solar, por medio de paneles integrados en cada vivienda; la eólica, con un parque de molinos de viento; y la hidráulica, como parte del diseño del espacio a través de canales que recogen el agua de lluvia y la llevan por toda la ciudad.

Por otro, se ha definido una cadena de tratamiento de residuos a largo plazo. De este modo, por ejemplo, "la basura orgánica de cada hogar se recicla en biosólidos que más tarde servirán de abono para las plantas. De estas plantaciones se extraerá biofuel que, después de su tratamiento, volverá a la casa transformado en energía calorífica y electricidad en tan sólo unos meses", explica Freudenthal. El consumo de agua también se ha reducido. Frente a los 200 litros al día que suele consumir una persona, el rango actual se sitúa entre los 100 y los 150 litros, aunque la tendencia es bajar este margen aún más.

El ejemplo nórdico

"Somos conscientes de la necesidad de buscar fuentes de energía renovables y por eso llevamos años trabajando en ese sentido", afirma Gunnar Wieslander, secretario de Estado del Gobierno sueco. En Suecia, alrededor del 50% de la población vive en núcleos urbanos.

Esta circunstancia, unida a un fuerte desarrollo industrial y a la escasez de agua, llevó al país a un punto de inflexión en la década de los 70, durante la crisis del petróleo, cuando empezaron a buscarse las primeras alternativas a la dependencia energética.

"Desde 1995 hemos podido comprobar cómo nuestra curva de desarrollo ha seguido creciendo mientras que la de las emisiones se quedaba estancada. Esto nos lleva a desmentir que el desarrollo económico de un país no sea compatible con un modelo sostenible", señala Wieslander. "Primero empezamos a tratar los problemas medioambientales de forma aislada, fue entonces cuando nos dimos cuenta de que las diferentes soluciones estaban conectadas y que la mejor forma de abordarlas era siguiendo un plan de acción común".

Hace tan sólo unos años era impensable pescar en las aguas que bordean Estocolmo.

"Hoy no sólo es posible, sino que además se puede encontrar uno de los mejores salmones", apunta el secretario de Estado. Una de las iniciativas de más éxito, promovida por el ayuntamiento de la capital sueca, ha sido la sustitución de todos los autobuses por otros más modernos alimentados con bioetanol. "Con medidas como esta, de un 80% de consumo de combustible fósil, se ha llegado al la cifra actual, que ronda el 3% en todo el país". Este avance ha supuesto una reducción de un 60% en las emisiones de CO2, aunque también ha traído consigo un inevitable desarrollo de la energía nuclear.

En SymbioCity el ejemplo es más concreto. El 80% de los desplazamientos de sus 26.000 habitantes se hacen a pie, en bicicleta o en transporte público, un tranvía eléctrico que recorre la calle principal. En este barrio se ha conseguido reducir en un 40% el uso del coche privado. Primero, planeando un diseño que mantuviese todos los servicios a mano, lo suficientemente cerca como para que no fueran necesarios grandes trayectos.

Después, fomentando iniciativas como Carpool, una empresa de alquiler de vehículos no contaminantes por horas que cuenta ya con 450 socios entre los vecinos.

La construcción de SymbioCity supuso una inversión inicial de cuatro mil millones y medio de euros. Hoy el precio de una vivienda de 80 metros se sitúa alrededor de los 400.000 euros, ligeramente por encima de la media de toda la ciudad.

El alquiler mensual ronda los 850 y los 1.100 euros, dependiendo de los extras de la casa. La inversión, sin embargo, se rentabiliza con el ahorro energético. De hecho la mayoría de sus habitantes son jóvenes parejas de clase media con hijos que se han mudado desde otras zonas de Estocolmo y que han hecho también suya la máxima de Mahatma Gandhi que describe el espíritu de la ciudad: "La Tierra proporciona lo suficiente para satisfacer las necesidades de cada hombre, pero no su codicia".

El “modelo Hammarby” ha establecido un nuevo estándar para el futuro desarrollo de viviendas. Se ha presentado en todo el mundo (China, Canadá y Sudáfrica), como modelo para otras ciudades.
En la década de los noventa, se llevaron a cabo planes para construir Hammarby Sjöstad en una antigua zona industrial abandonada de muelles y dársenas. Las primeras fases de construcción finalizaron en el año 2000. En el año 2015 habrá 11.000 apartamentos, 25.000 habitantes y 35.000 lugares de trabajo. Ahora, el distrito es famoso por su enfoque de planificación integrada, en la que todos los aspectos se han desarrollado teniendo en cuenta el todo.

Las inversiones son:
  • Sistemas de recogida de residuos subterráneos automáticos
  • Calefacción y refrigeración de distrito con combustible que proviene en parte de la recogida de residuos locales y de los intercambiadores de calor del tratamiento de agua
  • Agua caliente y electricidad generadas por la energía solar
  • Biogás obtenido a partir de las aguas residuales de los hogares y residuos
  • Recogida y filtrado de los residuos líquidos
  • Edificios altamente eficientes, ventanas de triple vidrio, tejados verdes, etc.

Los resultados son verdaderamente fantásticos.
Una evaluación general indica que se ha duplicado el rendimiento medioambiental general.

40% menos de estrés medioambiental
50% menos de eutrofización
45% menos de ozono en el nivel del suelo
40% menos de consumo de agua

SymbioCity se ocupa del coste del ciclo de vida, es decir, de los beneficios a largo plazo de las inversiones sostenibles.

En una ciudad sostenible, los costes de mantenimiento tienden a ser menores gracias a las previsiones y mejor planificación, lo que reduce los costes de inversión en el ciclo de vida y mejora el rendimiento de la inversión.


Tenga en cuenta a SymbioCity para:

  • Reducir los costes de ciclo de vida de las inversiones de sistema
  • Utilizar la tierra de forma más eficiente
  • Disminuir los costes de mantenimiento
  • Aumentar el valor de las propiedades
  • Mejorar la satisfacción de vida
  • Reducir el impacto medioambiental directo como la contaminación del aire, el ruido y las vibraciones, las sustancias nocivas, el agua contaminada, las aguas residuales y el tratamiento de residuos

…para zonas residenciales, industriales, comerciales y de oficinas
…para cualquier ciudad, bloque, edificio u hogar
…para implantaciones complejas y a pequeña escala
…para planificación, construcción de edificios y renovación

Todas las fachadas y los balcones están hechos con materiales libres de metales pesados.

Cada habitante usa 150 litros de agua al día, 50 menos que en Estocolmo, pero desean bajar hasta 100. Las aguas residuales y la lluvia se purifican antes de ser reconducidas al río.

Todos los edificios cuentan con paneles solares que convierten la energía en electricidad y calientan el agua usada en los radiadores.

Hace un siglo era una tierra de chabolas; hoy, un pueblo modelo.

Hammarby Sjöstad es una ciudad al sur de Estocolmo que para cualquier visitante parece un lugar completamente normal, pero en realidad lo que allí hay es un ejemplo de urbanización sustentable. En esta localidad se ha desarrollado el concepto de SymbioCity: cada recurso se aprovecha para desarrollar el siguiente.

El agua de la lluvia, por ejemplo, sirve para abastecer el WC, y la basura se recicla en energía que calentará toda la casa. Esta ciudad viene a demostrar que el desarrollo sustentable es posible y que también nos puede resultar más económico, según el diario El País.

La p

“Desde 1995 hemos podido comprobar cómo nuestra curva de desarrollo ha seguido creciendo mientras que la de las emisiones se quedaba estancada. Esto nos lleva a desmentir que el desarrollo económico de un país no sea compatible con un modelo sostenible”, señaló Gunnar Wieslander, secretario de Estado del gobierno sueco.

Inversión

La construcción de esta SymbioCity le costó al gobierno sueco alrededor de 4.500 millones de euros (US$ 6.100 millones). Por estos días el precio de una vivienda de unos 80 metros cuadrados se sitúa alrededor de los 400 mil euros y arrendar una va de los 850 a los 1.100 euros, dependiendo de los extras de la casa. Esto supone una inversión importante para las familias pero que luego se compensa con el ahorro energético. De hecho, la mayoría de sus habitantes son jóvenes parejas de clase media con hijos, que se han mudado desde otras zonas de Estocolmo y que hoy disfrutan de los beneficios de las energías renovables.

26 mil personas viven en SymbioCity.


http://www.symbiocity.org/default.aspx?pageId=4

http://www.plataformaurbana.cl/archive/2009/04/03/symbiocity-como-los-suecos-estan-haciendo-que-sus-ciudades-sean-sustentables/

Según los nuevos urbanistas, para crear un eco-barrio no basta con construir edificios o casas energéticamente eficientes. Lo más importante es la creación de un espacio que anime a sus habitantes a cambiar sus comportamientos insostenibles y donde estos puedan encontrar los medios para lograrlo. Esta nueva era nació en los años 80 como respuesta al urbanismo dominante en la época.

Los “nuevos urbanistas” trataron de integrar en un barrio todas las comodidades de la ciudad, mezclaron los elementos para crear mestizaje en los espacios compactos y densamente poblados: mestizaje urbano, donde encontrar todo tipo de edificios, de comercios y de servicios, y mestizaje social. En estos espacios, los peatones y los ciclistas gozarían de prioridad. Estos urbanistas se inspiraron en la organización de las ciudades medievales de gran densidad que prosperaron en Europa durante la Edad Media. Los gobiernos europeos, al igual que los de varias regiones de India y de Asia, recurren a estos urbanistas con el propósito de prevenir un crecimiento insostenible. Estos gobiernos compensan la supremacía perdida de las ciudades construyendo espacios de bajo impacto medioambiental. Hay algunos ejemplos manifiestos: Amersfoort, en Holanda, o Hammarby Sjostad y Adamstown en Suecia, entre otros. Estas “extensiones urbanas” tienen en cuenta el ordenamiento denso del espacio, el mestizaje urbano, los transportes públicos y el respeto a los peatones y los ciclistas.

lunes, 12 de octubre de 2009

ENFRENTANDOSE a la LOCURA - libro

ENFRENTANDOSE a la LOCURA

Héroes ordinarios en Tiempos extraordinarios"

de Amy Goodman y David Goodman

“¿Dónde están todos los que defienden los derechos humanos, las libertades civiles y la justicia?


¿Dónde está la masiva oposición al asesinato y la tortura cometidos en nuestro nombre?



¿Dónde están los medioambientalistas y los activistas por la paz? La respuesta:

Están en todas partes”

Enfrentándose a la locura es un libro oportuno, inspirador e incluso revolucionario que trata sobre gente corriente que un día reaccionó ante un hecho injusto y cuyo pequeño gesto estimuló la acción de otra mucha gente.

También es un libro cargado de fuerza y optimismo: cambiar las cosas depende de nosotros mismos y de nuestra capacidad de organizarnos.

En su viaje por los EEUU, los hermanos Goodman fueron testigos de cómo los activistas de base iban arrebatando la política de manos de los políticos. En sus encuentros pudieron constatar cómo la gente corriente recuperaba la confianza en sí misma y en la lucha colectiva para enfrentarse a la demencial política de su gobierno.

Enfrentándose a la locura habla de todas estas gentes y de esos movimientos: de héroes ordinarios en tiempos extraordinarios.

Amy Goodman es una premiada periodista y columnista licenciada en Harvard, autora de varios libros e impulsora de Democracy now!, la reconocida red de emisoras independientes de radio y Tv con más de 700 estaciones por todo Norteamérica.

Su labor en defensa de la paz, de los derechos humanos y de apoyo a los media independientes la hicieron objeto de brutales críticas y agresiones, pero también la convirtieron en merecedora del Right Livelihood Award (o Nóbel alternativo).

Michael Moore la ha definido como la “única voz que dice la verdad en la radio norteamericana”.

David Goodman es una periodista independiente y autor de siete libros, entre ellos Fault Lines: Journeys into the New South Africa. Los artículos de David Goodman han aparecido en The Washington Post, Los Angeles Times, Outside, Christian Science Monitor, Boston Globe, The Nation y otros.

lunes, 28 de septiembre de 2009

JERRY MANDER : El verdadero avance de la humanidad

Autor del libro...
4 RAZONES PARA NO VER LA TELEVISION


Jerry Mander
es el director del International Forum on Globalization. En su otro libro “En ausencia de lo Sagrado” comienza haciendo un grotesco retrato del "progreso" haciendo un recorrido desde su infancia.

Poco a poco se va adentrando en la cara más oscura del "desarrollo" poniendo en tela de juicio a la tecnología e invitando al lector a adoptar un punto de vista crítico y precavido frente a las innovaciones tecnológicas que prometen acabar con los problemas que la misma tecnología ha creado.

trozo del prefacio del libro de Douglas Tompkins:

Mander trata algo tan monstruoso que es casi literalmente invisible para nosotros: cómo la "megatecnología" vacía a los seres humanos y aniquila todo lo natural.

Presenta una argumentación absolutamente incontrovertible cuyas conclusiones son, a la vez, absolutamente insoportables. ....

"La gran mayoría de la tecnología no es neutra, ni moral ni política", dice Mander, "Sino que es inherentemente explotadora, alienadora y centralizadora".

En su revisión de las tecnologías más importantes que están conformando el "nuevo orden mundial", los computadores, las telecomunicaciones, la exploración espacial, la ingeniería genética y la estructura misma de las grandes corporaciones, muestra cómo ser aún peor, una "utopía post biológica", donde la naturaleza y los humanos son irrelevantes sirvientes de las máquinas.

La televisión y los ordenadores son los principales criticados, asi como la fantasía de la escapada tecnológica frente a los problemas del mundo.

Hasta la mitad del libro uno siente desmoronarse alguno de sus esquemas y empieza a cuestionarse cosas que nunca antes se había planteado.

Es aquí donde Mander cambia totalmente de tercio y nos lleva de la mano a conocer las culturas indígenas del planeta. Comienza dándonos la sorprendente noticia de que los indígenas norteamericanos, en concreto los Iroqueses, fueron los verdaderos autores de la constitución estadounidense.

Seguimos leyendo y su descripción de los modos de vida de las tribus, empiezan a hacernos pensar que tal vez con tanto avance y tanta huida hacia delante va a resultar que en vez de progresar hemos perdido.

Pero cuando empezamos a darnos cuenta de que los indígenas tienen mucho que enseñarnos y nos emocionamos leyendo el Llamamiento fundamental a la consciencia, Mander nos pega la sacudida final y nos cuenta qué es lo que el mundo está haciendo con estas culturas milenarias de las que tenemos tanto que aprender.

Este libro es emocionante, revelador, sincero y a mi juicio indispensable. Y Jerry Mander ¿Qué decir?
"Tuve el honor de poder escucharle hablar el año pasado en las conferencias de la Casa Encendida - Los retos del s.XXI: Otro mundo es necesario - y este hombre de pelo blanco y alocado nos dejó a todos con la boca abierta y con ganas de cambiar el mundo."(Pajarosgordos’s Blog)
Frente a la irrupcion y consecuencias de lo que Mander nombra la megatecnolog­a, es necesario detenerse a reflexionar sobre la vida humana.

en ESTA AUDIO comentarios sobre sus libros escuchar AQUI

Los cambios que se ejercen en la naturaleza, en la organizacion y conceptos sobre el trabajo, la vida social, la comunicacion, la valoracion sobre las finanzas y la produccion, entre otros, nos obligan a volver a una concepcion de la vida mÃs humana.

La megatecnologi­a impulsa al consumo y al desecho. Una maquina o un producto puede estar ya obsoleto en el mismo momento en que se introduce por primera vez al mercado.
Se destinan recursos para investigaciones que NO mejoraran la vida de la mayori­a, pero que satisfacen las necesidades de grupos de poder militares o financieros.

La ruptura producida por la megatecnologi­a, sus costos y efectos crean un mundo sin sentido, sin retorno y en el cual el valor de la vida humana es tan desechable o reciclable como muchos de los productos que encontramos en los anaqueles de los supermercados.

El medio ambiente, la realidad humana, la finalidad de la economi­a o la poli­tica y el concepto de comunidad desaparecen y se profanan. No hay mÃs reglas ni leyes que las convenientes para la produccion y desarrollo de la megatecnología.

4 BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION. MANDER, JERRY

Este es el primer libro que plantea abiertamente la imposibilidad de transformar, reformar siquiera, el medio de comunicación de masas que ha revolucionado nuestra vida cotidiana: la televisión.

SU CRITICA CONTRA LOS "MASS MEDIA" AQUI - VIDEO

Para Jerry Mander los daños corporales y mentales que la televisión produce, los peligros de control social que encierra y el tipo de realidad que nos impone son efectos propios de sus características como tecnología y son tan peligrosos que debería ser eliminada para siempre.

La televisión es tan poco “reformable” como lo son las armas atómicas en manos de cualquier ejército.

Los aciertos de Mander en su análisis del papel central de la televisión en la aceleración del consumo y de su dependencia del mercado se deben a su consideración de la tecnología como ideología. Ésta no cambia a pesar de las sofisticadas innovaciones digitales o la seducción de la interactividad.

"No duden que la TV, es el mejor medio para dominarnos. La Tv. tiene un gran poder para contar mentiras, para humillar. Le es muy facil ensuciar el espiritu" Tim Robins (director y actor que presenta actualmente la obra 1984 de Orwell)

Sobre la base de una amplia experiencia personal y profesional, y una cuidadosa investigación de los diversos aspectos del medio, el autor combina el análisis de los efectos cotidianos de la televisión con las advertencias acerca de los efectos dañinos que pueden ocasionarnos el abuso de la luz artificial, la manipulación de las imágenes y el siempre temido control de las conciencias.

El resultado es un libro de denuncia, único en su género.

Jerry Mander estudió en la Business School de la Universidad de Columbia y dirigió en la década de 1960 una importante agencia de publicidad en San Francisco hasta que comenzó a poner sus talentos al servicio del medio ambiente. En 1971 fundó las Public Interest Comunications, la primera agencia de publicidad para grupos de acción social y de política ambiental.

En la actualidad es presidente del Foro Internacional de Globalización. Ademas Jerry Mander es director del Grupo de Estudios Ecológicos del Elmwood Institute de Berkeley, director del programa para la megatecnología y la globalización en la Fundación Deep Ecology.

Autor de numerosos libros, entre ellos La ausencia de lo sagrado, The Case against the Global Economy and For a Turn Toward the Local. Y ha publicado también el libro coordinado por él y John Cavanagh Alternativas a la globalización económica.

El autor, experto en publicidad y medios, y economista de San Francisco, demuestra que los problemas de la televisión son inherentes a la tecnología misma y son tan peligrosos - tanto para la salud de cada individuo cuanto para la salud pública, el ambiente y los procesos democráticos.

Su pedagógica visión adquiere un interés y un valor adicional si se tiene en cuenta que es la de alguien que ha triunfado trabajando por y desde el “sistema” y sabe como funcionan los medios por dentro.

Su paso “al otro lado” fue paulatino: siendo presidente y copropietario de una destacada agencia de publicidad, no dudó en disolver su negocio para crear la primera agencia de publicidad y relaciones públicas sin ánimo de lucro; posteriormente, en 1977, publicaría su primer libro, Cuatro buenas razones para eliminar la televisión, en el que defiende su pionera y atrevida posición: la necesidad de erradicar totalmente la televisión de nuestras vidas.

Desde entonces se ha revelado como uno de los más acerbos críticos de la tecnología en tanto que fuerza peligrosamente homogeneizadora y determinista al servicio de los intereses del mercantilismo.

En uno de sus últimos libros, En ausencia de lo sagrado (1995), Mander nos transmite su fascinación por los pueblos tribales. Ya en los años 60 y 70 había tomado contacto con la defensa de los intereses de las tribus de Micronesia y de los indios hopis en EEUU, encuentros que le llevaron a profundizar en su conocimiento de los grupos indígenas de todo el mundo y a luchar activamente por su derecho a la existencia.

Según Mander hay unos principios básicos –extraídos de la sabiduría de estos pueblos– que nos serían necesarios para asegurar nuestra supervivencia.

entrevista:

Usted afirma que los medios de comunicación son una gran parte del problema. ¿Piensa que esos medios podrían desempañar un papel importante si los utilizásemos de manera correcta?

Creo que los medios de comunicación tienen ciertas características que no permiten que se los utilice de manera correcta. Los medios no son tan neutros como se suele pensar. La gente cree que la información que nosotros facilitamos va a tener la misma influencia que la información proporcionada por las fuerzas que controlan el sistema, pero desgraciadamente no es así.
La tecnología centralizada es más adecuada para las grandes empresas, pero es mucho más difícil que usted o yo podamos enviar un mensaje a través de ese medio. Creo también que ciertos medios de difusión, por ejemplo la transmisión de imágenes a través de la televisión, no proporcionan un sentimiento directo de la naturaleza. Más bien promueven la pasividad. No creo que sea un instrumento tan potencialmente útil como piensa la gente. Sería preferible no disponer de él.

En cuanto a Internet, me resistí a este medio durante mucho tiempo, pero sí creo que tiene mucho que ofrecer. Realmente pienso que el mundo sería un lugar mejor si Internet no existiese y si nuestra dependencia de los instrumentos tecnológicos fuera menor.
En la actualidad, la globalización de la conciencia que se desarrolla mediante la tecnología está cambiando la manera de pensar de las personas, y no necesariamente en sentido positivo.

Si tenemos en cuenta la realidad a la que nos enfrentamos, toda esa selva de la globalización, con las grandes empresas y todo ese tipo de cosas, Internet ha sido una herramienta muy beneficiosa para organizarse, resistir y dar a conocer nuestro mensaje. Es por eso por lo que debo reconocer su efectividad.

De todos modos, al margen de la utilidad que pueda tener para nosotros, no hay que olvidar el sistema global, la apropiación del espacio, los misiles nucleares, el aparato informativo, la vigilancia, los grandes intereses comerciales… las grandes empresas pueden pulsar un botón y mover 500 millones de un banco a otro.

Utilizan Internet con una habilidad, un alcance y un poder como jamás lo haremos nosotros. Es una buena herramienta para nosotros, pero es mejor para ellos.

¿Cómo es el mundo natural para el hombre indígena?

Ellos mismos son ese mundo natural. No existe diferencia entre el mundo natural y las personas, las plantas y los animales, puesto que también éstos forman parte de la familia. Se relacionan con ellos con un respeto absoluto y desde una perspectiva de plena igualdad. Están en todos sus pensamientos, en sus rezos y en sus tareas diarias. Forman parte permanente de su filosofía, de su forma de vivir sobre la tierra. La naturaleza es el principal valor de la vida.

Según estas tradiciones ¿qué lugar debería ocupar el ser humano dentro de la creación y cuál debería ser su relación con todas las cosas, animales, plantas, piedras…?

Esa relación debería estar al margen de toda jerarquía. No somos los dueños de la naturaleza: eso es lo que opina la mayoría de los indígenas. Consideran que la naturaleza es un bien común. No se creen dueños de sus tierras, no existe la posesión individual de nada. Hay una posesión colectiva de la naturaleza, puede haber pequeñas variaciones de unas comunidades a otras, pero la mayor parte de las decisiones se toman siempre de forma comunitaria y no individual.

En la conferencia que usted dio hace unos días, hablaba de la actual crisis ecológica y de cómo esta crisis forzará una transición hacia nuevas tendencias económicas y un nuevo orden socioeconómico. ¿Cómo cree que será ese futuro?

Es difícil predecir eso, pero muy probablemente será militar. La otra noche dije que todos los supuestos de la sociedad industrial, la acumulación de comodidades, el capitalismo, la globalización, están fracasando y van a estallar. Toda esa forma de vida está basada en la utilización desmedida de los recursos del planeta. La crisis del petróleo es sólo la primera de sus consecuencias: el petróleo escasea, los precios suben y su calidad empeora. Casi todo lo que nos rodea en esta sala, por ejemplo, está hecho de plástico, los coches necesitan petróleo... toda la ciudad y el mundo entero necesita petróleo para funcionar.

Y todo esto se debe a que era un recurso abundante, que hemos gastado en 50 o 60 años, y no hay nada que pueda reemplazarlo de manera efectiva. Las energías alternativas, solar y eólica, son buenas opciones pero no tienen la capacidad de sustituir, en la misma escala, la aportación del petróleo. No hay sustituto.
La única alternativa con potencial suficiente es la energía nuclear, pero es cara y plantea problemas con relación al terrorismo y los residuos. La energía nuclear suscita tal cantidad de problemas irresolubles, que nunca podrá sustituir al petróleo.
Por eso, todo el funcionamiento actual de las industrias, las cosas que utilizamos en la vida cotidiana, o las comodidades a que estamos acostumbrados como coches o sistemas de transporte, todo eso se va a acabar. Estoy seguro de ello, es sólo una cuestión de tiempo, cinco, diez... puede que veinte años. Como ya se está viendo en este momento, la crisis económica del mundo tiene su fundamento en este problema, y la situación va a empeorar.

La necesaria transición deberá orientarse en el sentido de una reducción energética. Nuestro objetivo es encontrar una fuente de energía que sustituya al petróleo y todo lo que sale del petróleo, para poder mantener el nivel de funcionamiento que tenemos ahora. Pero eso va a ser imposible, el sistema se va a desinflar. No podremos mantener el mismo ritmo y eso creará auténtico pánico. El único remedio es pasar a una economía con un consumo energético inferior y con menos necesidad de materias primas.
Hay que dejar de explotar la naturaleza para producir bienes de consumo que se venden en los mercados mundiales y que deben viajar a través de los océanos. Este transporte de productos y materiales es una de las causas fundamentales del problema.

La solución está en producir a nivel local para un uso local, es decir, reducir los pasos del proceso económico. Tradicionalmente la gente cosechaba y consumía su propia comida o se la daba a los vecinos: ése era el sistema comunitario.

Ahora ni siquiera se siembra porque las grandes empresas lo han invadido todo. Lo que era comida local son ahora flores, café o cosas que se van a exportar a varios miles de kilómetros del lugar en que se cultivan.

Y mientras todo esto ocurre, la gente se va de sus tierras, no producen alimentos, y tienen que comprarlos. Esto funcionaría si las cosas estuvieran baratas, pero no es así y además escasean. La solución pasa por la producción local y por un consumo inferior; disminuir el transporte de materiales, reducir el consumo de energía y establecer sistemas comunitarios: en definitiva, ésa será la única solución.

¿Y las ciudades?

Las ciudades tienen un grave problema, especialmente las grandes ciudades como Nueva York o incluso Madrid. Los alimentos no se producen localmente, todo se basa en el sistema energético.
El petróleo es sólo la primera dificultad.
El agua es un problema aún mayor.

España no tiene agua, el sur se está convirtiendo en un desierto y no hay agua ni siquiera en Barcelona. Todo esto que está ocurriendo lo denominamos la “triple crisis”, porque incluye tres aspectos relacionados: el cambio climático, el agotamiento del petróleo y la disminución de los recursos.
Ésta disminución incluye el agua y el petróleo, por supuesto, pero también las selvas, la fauna marina, la biodiversidad, las especies biológicas de todo tipo y minerales como el carbón, el zinc y el oro, además de otros materiales diversos de origen natural.

El sistema en su conjunto carece de los materiales básicos que precisa, lo que se combina con la “triple crisis”. Debemos ir exactamente en la dirección opuesta de la que estamos siguiendo ahora.

Los cambios que deberíamos hacer, la manera en que se debería funcionar, no es algo tan difícil de imaginar. En mi charla apunté ciertas cosas que tendríamos que hacer. La transición de un sistema a otro es lo más difícil y ahí es donde puede aparecer el caos.

Hay dos caminos: o somos conscientes y tomamos decisiones conscientes, o se impondrá la salida militar y llegaremos al fascismo.

¿Podemos entonces encontrar respuestas en la sabiduría de los pueblos indígenas, puesto que refleja la experiencia de unos seres humanos que han logrado sobrevivir durante miles de años en armonía con el medio?

Hay un proceso que seguir en esa dirección, un proceso relacionado en muchos aspectos con la vida de esos pueblos, puesto que vamos a tener que cultivar nuestra propia comida: y me refiero a nosotros, a personas como usted o como yo.

El que tenga un jardín tendrá que cultivar, no podrá utilizarlo para plantar flores. En las ciudades las gentes tendrán que hacer huertos en las terrazas o en las azoteas, y quienes viven en los suburbios tendrán que juntarse con otros vecinos y convertir los solares en granjas.

Vamos a tener que estar más en contacto con la fuente de nuestro sustento. Habrá más relaciones comunitarias, mayor cooperación, más productividad, asociaciones más próximas y economías comunitarias. Todo eso es más parecido al sistema indígena, pero no es exactamente lo mismo.

¿Hemos perdido la sabiduría?

No, la sabiduría no es algo tan complicado. En lo referente a la alimentación, podemos estudiar sus formas de vida. Pero me resisto a pensar que vayamos a convertirnos en indígenas porque ser indígena supone la integración en la naturaleza con un sentido de conexión y estabilidad, supone identificarse con ella como si de una relación familiar se tratara. Eso va a ser muy difícil; podemos observar a los indígenas e intentarlo, pero va a ser muy duro porque no nos rodea mucha naturaleza. En las ciudades es invisible y en el campo, cuando se ve el paisaje desde el tren, todo parece muy natural, pero no podría soportar a tal cantidad de gente.

Lo más importante es darnos cuenta de que hay cientos de millones de personas en el mundo que todavía tienen una relación equilibrada con la naturaleza, que están integrados y que cooperan con ella en sus tareas diarias de manera sostenible, lo que les permite una supervivencia continua.

Pensar que vamos a vivir de esa manera es contraproducente porque no podemos vivir así. Lo que podemos hacer es descubrir formas de vida sostenibles y aprender lo necesario para que la tierra nos enseñe cómo necesita que la tratemos. Está bien que otros nos enseñen eso, pero realmente sus conocimientos son muy específicamente suyos. Los indígenas de la Amazonía, por ejemplo, tienen conocimientos distintos a los del norte de Canadá. Es un contexto diferente.

¿Existen pueblos y culturas indígenas que hayan vivido durante milenios en armonía con la naturaleza y que, por voluntad propia, no hayan crecido más de lo que su entorno podía soportar?

Por supuesto; 350 millones de personas viven en relación con la tierra. No tienen crecimiento de población porque eso forma parte de su saber.

En algunos lugares no pueden tener hijos hasta los 25 años o más tarde, y en otros sitios no está bien visto tener más de un hijo.

Hay lugares donde el sistema alimenticio determina cuantos hijos se pueden tener. Son conscientes de cómo interactuar y la sociedad es consciente de los límites de su territorio.

En la Amazonía utilizan anticonceptivos y los nómadas controlan el número de hijos que tienen porque pueden suponer una dificultad para sus desplazamientos.


Entonces hay culturas que conviven con la naturaleza y que demuestran que el hombre puede vivir en armonía con ella...

Desde luego, hay muchas culturas que viven en armonía con la naturaleza. Recientemente se hace más difícil porque pocos han logrado mantenerse apartados de las intervenciones de nuestra sociedad. Por eso trabajamos tanto para aprobar la declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los indígenas, que les permita rechazar ese tipo de intervención. Hasta ahora los indígenas no tenían derechos puestos por escrito para decidir si alguien podía o no entrar en sus tierras; no podían decir “aquí no se construye una presa, ni se excava en busca de petróleo; no se destruye la selva, o no se roban los minerales de la tierra”. Eso es biopiratería.

Por primera vez, tras más de 25 años de lucha, las Naciones Unidas aceptaron esa resolución llamada “Declaración de Derechos de los Indígenas”. Es un documento muy importante, aunque la mayor parte de la gente no conozca su contenido.

¿Y garantiza esa Declaración la salvaguarda de sus derechos?, ¿funciona realmente?

En la práctica, las cosas son más difíciles. Muchos países lucharon 20 años en contra de este documento, especialmente aquellos que querían explotar los recursos:

Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda, Australia, Inglaterra –son cinco países anglo-coloniales– y también Rusia y otros países europeos. Lucharon como fieras para que esos derechos no fueran reconocidos, lo cual nos indica que el documento sí tiene poder.

Es el mismo tipo de documento que la “Declaración de los Derechos Humanos” de la que tanto se habla. Se piensa: “eso va en contra de la Declaración de los Derechos Humanos y por tanto sería mejor no hacerlo”; es exactamente el mismo caso, aunque no tiene poder coercitivo, de modo que los militares no van a ir y proteger a nadie porque exista esa declaración.

La Declaración establece un código moral, un criterio que dice qué es correcto y qué no. Es un gran paso. Si ahora alguien intenta invadir tierras indígenas o algún país decide buscar petróleo donde haya indígenas que no quieran que entren, se puede afirmar que va en contra de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Indígenas.

¿Cree usted que el nuevo futuro del que estamos hablando pasa por la no posesión?

Creo que en el mundo indígena no hay, en general, sentimiento de posesión. Esto no es cierto de todos los sitios –y siempre pensamos en ejemplos como los mayas o los aztecas, que se parecen más a nosotros– pero la gran mayoría, el 95% de las culturas indígenas, no tiene ese sentimiento de posesión individual.

Lo tienen por ejemplo cuando construyen una casa o en relación con los objetos personales, pero en cuanto a la tierra, nadie es dueño de ella.

La posesión de los árboles y la naturaleza es colectiva y las decisiones se toman por toda la comunidad. Todo es un bien común, es decir opera de manera comunitaria. Es fundamental que eso lo aprendamos también nosotros.
Ya tenemos conceptos útiles como el de bienes utilizables de forma comunal en la Europa occidental, el concepto inglés, que puede y debe ser resucitado. Una de los grandes problemas de la globalización es que privatiza bienes comunes, convirtiéndolos en propiedad de sociedades anónimas.

Existen determinados ritos y costumbres en los pueblos indígenas que “regulan” la forma en que el ser humano debe relacionarse con la naturaleza y con el grupo. ¿Podría destacar algunos de esos códigos y sus enseñanzas para el hombre de hoy?

Su actitud es de agradecimiento hacia el Gran Espíritu. Dan gracias a los animales cuando los sacrifican e intentan crear una relación de reciprocidad entre ellos mismos y la naturaleza.

En ese sentido, creo que el actual problema con el medio ambiente refleja el problema del hombre: existe una ausencia de lo sagrado en su propia vida y en su manera de tratar a los otros. No hay sentido de la reciprocidad, que es la esencia de la vida. Para mí eso es lo que significa la trascendencia, tú perteneces a algo, eres parte de algo.

En cuanto a maneras de gobernar y a formas de hacer las cosas, hay un capítulo en mi libro (En ausencia de lo sagrado] en el que expongo que el sistema norteamericano de gobierno es una copia, una versión distorsionada de la Gran Ley de los iroqueses.

Incluye todos los aspectos de la legislatura, que los estadounidenses trataron de copiar en su Constitución. Aunque trataron de distorsionarlo un poco, muestra todos los elementos del sistema de gobierno de ese pueblo indígena.

Cuando se escribió la Constitución americana en los años setenta, Benjamin Franklin, Thomas Jefferson y todos los grandes héroes de la revolución norteamericana vivían en ciudades como Filadelfia, que tenía 4.000 habitantes y estaba rodeada de millones de indios;

Nueva York tenía unos 10.000 habitantes. Todo entre Nueva York y Filadelfia eran indios. Y la ciudad de Washington tenía menos de 2.000 habitantes y algunos otro tenían que llegar a acuerdos con los indios, sentarse con ellos, hablar con ellos.

Los conocían bien y escribieron libros sobre ellos. Madison escribió libros sobre leyes indias, y Thomas Jefferson y Benjamin Franklin hacían referencias constantes a las leyes de los iroqueses. Estuvieron con ellos y las estudiaron.

No querían destruir ese código de leyes, querían aplicarlo a lo que estaban haciendo. Copiaron la manera en que una asamblea legislativa hace esto, otra hace lo otro, y así construyeron una idea global de un sistema federado que está sacado directamente de la Gran Ley iroquesa.

Los iroqueses eran seis naciones que juntas formaban una federación y esa Gran Ley regulaba la federación. Cada una de esas naciones era independiente y tenía su propio sistema legislativo, había una asamblea de mujeres y otra de hombres, y una tercera asamblea tenía otras funciones de integración. Todas las decisiones tomadas, a todos los niveles, eran fruto del consenso.

Si no se llegaba a un acuerdo en una asamblea, se seguía hablando del tema sin prisa.
Se llegaría a un acuerdo y si no, dejaban pasar el asunto. Eso sólo era un problema en caso de guerra, pues entonces había que actuar más deprisa.

Las decisiones se tomaban de manera colectiva, y, una vez tomadas, se iba a otra reunión donde se trataban otras legislaciones a nivel nacional que también tenían que ser discutidas. Todo era muy complejo pero siempre se alcanzaba un consenso. Otro libro sobre este tema es
Chiefs without Stakes.


¿Es posible que los indios sigan viviendo su cultura tradicional en estos tiempos de progreso globalizado?

Sí, siempre que existan suficientes mecanismo de protección que lo permitan. Todos aquellos que siguen vivos y viven de manera integrada prefieren que les dejemos en paz. Sólo cuando los marean empiezan a negociar y a cambiar sus maneras de ser. Es muy complicado.

Si vives en plena naturaleza y llega alguien con un rifle que puede matar un animal que está a 300 metros, eso puede parecer algo bueno.
Debes tener acceso a la tecnología para poder ver su lado negativo.

Esa pequeña cosa o la cosa que puede cortar un árbol, o la electricidad, por ejemplo, todo eso tiene evidentes ventajas la primera vez que lo ves, pero, claro está, esa primera vez no puedes hacerte una idea de todo lo que ello implica.
Naturalmente la gente pensará ¿por qué no?, ¿por qué no podríamos utilizarlo? Es la tentación inmediata. Todos están expuestos a ella, tal y como lo estuvimos nosotros. Estamos sufriendo las consecuencias y ahora empezamos a darnos cuenta de cuáles son.

En general, no se les está ofreciendo nada. Están siendo invadidos, se están cortando los árboles, se construyen carreteras y presas, en todo el mundo se están haciendo cambios físicos y eso les está afectando.

Ahora se están organizando. Se aprobó la Declaración y con ella se han obtenido algunas victorias.

¿Que puede aportar el conocimiento tradicional de los pueblos indígenas a la crisis medioambiental?

Le voy a contestar en dos partes. Primero, la pregunta es errónea. Habría que preguntarse más bien qué podemos hacer para evitar que desaparezcan. Eso es lo mejor que podemos hacer por la tierra, apoyar a las comunidades que ya viven de la forma correcta. Podemos aprender sus valores básicos, es lo que hemos estado hablando.

Actuar a pequeña escala, a nivel local, comunitario, en una integración con el medio ambiente, con sentido de hermandad para con las otras criaturas del mundo. Debemos tener un sentido de respeto y del límite, permanecer en una escala que no domine el medioambiente, mantener el sentido colectivo. Sería muy conveniente aprender de ellos y ver que todo esto es lo opuesto a lo que somos ahora. Significa que debemos aprender a tener más humildad y reconocer que no estamos haciendo las cosas bien.

Jerry Mander is director of the International Forum on Globalization (IFG), a San Francisco “think tank” focused since 1994 on exposing the negative impacts of economic globalization. Mander was trained as an economist in the 1950s (Columbia University), but his early career was as president of a major commercial ad agency, Freeman, Mander & Gossage, and then as founder of the country’s first nonprofit ad agency in 1971, Public Media Center, which ran advertising and publicity campaigns for Sierra Club, Greenpeace, Friends of the Earth, and various indigenous and antiwar groups. These campaigns included the celebrated Sierra Club campaigns (with David Brower) that kept dams out of the Grand Canyon, established a Redwood National Park, and stopped production of the Supersonic Transport (SST). During the 1980s, Mander also assisted Native Hawaiian campaigns on behalf of the Pele Defense Fund (Big Island) and the Protect Kaho‘olawe ‘Ohana.

He is author or editor of several bestselling books, including Four Arguments for the Elimination of Television, In the Absence of the Sacred, The Case Against the Global EconomyAlternatives to Economic Globalization (with John Cavanagh), and Paradigm Wars: Indigenous Peoples’ Resistance to Globalization (with Victoria Tauli- Corpuz). He has been called “the patriarch of the antiglobalization movement” (Andrew Revkin, environmental writer, New York Times, 2007). (with Edward Goldsmith),